"Los hurones me salvaron la vida", dice. Kelly Curthoys, que nació como Kenneth pero se hizo una operación para cambiar su sexo porque según cuenta padecía disforia de género, participó como soldado británico en la guerra de Malvinas y ahora hace una terapia con animales para superar el estrés postraumático que sufrió.
En una entrevista con el diario británico Daily Mail, Kelly revela que tuvo dos matrimonios fallidos y que vivió varios años como "cross-dresser" hasta que pudo operarse en febrero de 2010.
También contó que recién cuando dejó la vida militar pudo sentir que era "una mujer atrapada en un cuerpo de varón".
Kelly incluso reveló que intentó suicidarse, hasta que una amiga le contó sobre los beneficios de la terapia con animales.
Fue así como llegó a vincularse con los hurones y hoy convive con alrededor de 50 ejemplares de ese animal y armó en su propia casa un refugio para cuidarlos.
"Algunas píldoras pueden llegar a tardar hasta una hora en hacer efecto. Pero un hurón te mira a los ojos y en segundos te hace feliz", dijo en la entrevista.
Kelly tiene 57 años y tres hijos. "Los animales me salvaron la vida, hicieron que no me suicidara", confesó.