La movilización de los camioneros españoles, que reclaman medidas para compensar el aumento del petróleo, generó caos y temor al desabastecimiento entre la población, que hizo largas colas en estaciones de servicio y supermercados.
El secretario general de la asociación que agrupa a estaciones de servicio, Alejandro Moratilla habló de “psicosis absoluta” al referirse al estado de ánimo de los españoles que ayer entraron en pánico y provocaron un aumento de la demanda de combustibles que alcanzó el 40 o el 50%.
“Los paros han provocado una psicosis y no hay logística capaz de aguantar”, afirmó Moratilla. La situación del abastecimiento de combustible se complicó en las zonas fronterizas con Francia y Portugal, pero también afectó a Barcelona y a Madrid, por los piquetes que impiden el paso de los camiones repositores.
Mientras tanto, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba intentó llevar tranquilidad a los españoles y afirmó que no les faltarían alimentos ni electricidad. El funcionario sostuvo que el gobierno dará protección a aquellos que quieran trabajar.
Las consecuencias del primer día del paro indefinido declarado por el sindicato de camioneros se hicieron sentir a lo ancho y a lo largo del país. El gremio se sumó a una medida de fuerza adoptada por sus pares portugueses y franceses contra el alza imparable del precio del petróleo.
Los pescadores también se encuentran de paro, ya que consideran que el actual precio del combustible hace nula su rentabilidad. El valor del barril de crudo se duplicó en el último año y la semana pasada alcanzó el récord de 139 dólares.