Los profesores y empleados de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Pakland, en Florida, se convirtieron en los verdaderos héroes de la masacre que dejó 17 muertos el miércoles. Aunque casi todos en la escuela pensaron que se trataba de un simulacro, la reacción de los docentes y empleados de la institución fue crucial en la protección de los más de 3.000 alumnos con los que cuenta el plantel educativo ubicado a unos 58 kilómetros al norte de Miami.
El caso más impactante es el del asistente del equipo de fútbol americano de la escuela, el profesor Aaron Fies, quien murió cubriendo con su cuerpo a por lo menos seis de sus alumnos de los disparos que lanzó Nikolas Cruz, autor del tiroteo. A pesar de los esfuerzos de los oficiales al llevar al profesor al hospital para ser atendido, el jueves a la madrugada se confirmó su muerte.
"Es una gran tristeza escuchar que nuestro asistente de equipo y guardia de seguridad de la secundaria, Aaron Feis, está dentro de las víctimas mortales del tiroteo. Él desinteresadamente protegió a los estudiantes cuando les dispararon. Murió como un héroe y siempre estará en nuestros corazones y recuerdos", escribió en Twitter el equipo escolar.
Un alumno al ser rescatado de la escuela mencionó ante medios de comunicación “Este hombre merece una medalla por sus acciones heroicas y lo merece todo, es el más humilde que he conocido”.
Otros dos profesores, de quienes aún no se conoce identidad, murieron también intentando cerrar la puerta de los salones de clase en los que estaban resguardados con alumnos. "Ellos fueron los héroes reales de esta tragedia. La profesora de mi hijo cerró la puerta y los mantuvo bajo calma", dijo Jason Ruppert.
Con mejor suerte corrió la profesora Melisa Falkowski, quien logró sobrevivir junto a sus alumnos a los que les ordenó esconderse con ella en un armario. "Logré meter a 19 alumnos conmigo dentro del armario", dijo la maestra a CNN. "Nos acurrucamos en una esquina del salón durante unos minutos y luego tomé la decisión de llevar a todos al armario", relató Falkowski al agregar que lo único que pensó fue en "hacer lo mejor para mantener a salvo a los niños".
Otros jóvenes destacaron el heroismo del conserje de uno de los edificios, quien puso a salvo a por lo menos 30 estudiantes en un salón de clases y al chef de la escuela, quien protegió en la cafetería a otros tantos.