Estados Unidos aún no pudo revertir la fenomenal crisis que padeció en 2008. La desocupación se palpa en las calles y la pujante clase media está desconcertada. Un coletazo de esto vivió la primera dama, Michelle Obama, en medio de un acto con chicos de diferentes edades, cuando fue sorprendida por una niña que le entregó el currículum de su padre, desempleado desde hace tres años.
"Mi papá lleva sin trabajar tres años y quiero darte su currículum", le contó la nena a Michelle, que le respondió con un abrazo.
El pedido y el abrazo se transformó en protagonista excluyente de la edición anual de la jornada "Lleva a tus hijos e hijas al trabajo", en la que los hijos de los empleados de la mansión presidencial les enseñan a sus chicos cómo es su día a día laboral.