Agencias
En las últimas horas, se complicó más el panorama de la empresa Techint Ingeniería en Brasil. La constructora brasileña Camargo Correa, investigada en el caso de corrupción del Petrolão, firmó el viernes un acuerdo con la Justicia brasileña y con el órgano antimonopolio estatal para revelar cómo funcionó el esquema de cartel en la licitación de la central nuclear Angra 3, en el estado de Río de Janeiro. De esa forma, acentuó la presión de las autoridades sobre las otras compañías que integraron el consorcio que se quedó con la adjudicación de la obra: Andrade Gutierrez, Odebrecht, Queiroz Galvão, EBE, UTC y Techint.
Con ese arreglo, la empresa pretende una reducción de las eventuales sanciones del Consejo de Administración de Defensa Económica (CADE), que puede aplicar multas entre el 0,1% y el 20% de la facturación de la compañía e inhabilitarla para celebrar contratos con el sector público.
Según el Ministerio Público Federal, el acuerdo complementa las investigaciones sobre la cartelización de empresas para obtener la licitación de Angra 3, “revelando evidencias sobre la actuación ilícita de las empresas Andrade Gutierrez, Odebrecht, Queiroz Galvão, EBE, Techint, UTC y Camargo Correa en el esquema fraudulento”. Las luces de alarma de Techint Brasil se encendieron este martes, cuando fue interrogado por la justicia uno de sus directivos, Ricardo Ourique Marques. “Es esencial la participación del Ministerio Público en los acuerdos de lenidad porque tiene un conocimiento integral de las investigaciones y, por eso, está en condiciones de avalar la novedad de los datos y pruebas presentados por la empresa”, afirmó el procurador Deltan Dallagnol.
El escándalo de corrupción en Petrobras se extendió a la también estatal Eletronuclear, cuyo presidente Othon Luiz Pinheiro da Silva fue detenido, acusado de recibir 4,5 millones de reales por conceder los contratos para la construcción de la planta nuclear, calculados en 875,9 millones de dólares.
Contraataque. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, atribuyó ayer a la “intolerancia” el atentado con un artefacto de escaso poder explosivo contra el Instituto Lula, dirigido por el ex presidente. “La intolerancia es el camino más corto para destruir la democracia”, dijo la mandataria.