Una tormenta de nieve con una intensidad más parecida a las que se ven en febrero azotaba el noreste de Estados Unidos, dejando sin electricidad a 2,3 millones de usuarios e interrumpiendo el tránsito aéreo y terrestre. Las autoridades advirtieron que pudieran pasar días antes de que muchos hogares y negocios tengan el servicio eléctrico restaurado.
La combinación de nieve pesada, árboles aún con hojas por el reciente inicio del otoño y vientos fuertes derribaron ramas y cables del tendido eléctrico. Al menos tres muertes fueron atribuidas a la tormenta y se declaró el estado de emergencia en Nueva Jersey, Connecticut, Massachusetts y partes de Nueva York.
La tormenta empeoró al desplazarse al norte y varias comunidades en el occidente de Massachusetts estuvieron entre las más afectadas. Plainfield registró 69 centímetros (27 pulgadas) de nieve y Windsor tuvo 66 centímetros. “Fue sorprendente. Apenas estamos en octubre”, dijo Craig Brodur, que jugaba keno con un amigo en Massachusetts.
A lo largo de la costa y en ciudades como Boston, temperaturas ligeramente menos frías mantuvieron reducidos los niveles de nieve. Aún así, la ciudad de Nueva York registró un récord de nieve _tanto para el día como para un mes de octubre_, con 3,3 centímetros (1,3 pulgadas).
Algunos pueblos del interior de Estados Unidos recibieron más de 30 centímetros (12 pulgadas). West Milford, en Nueva Jersey, unos 72 kilómetros (45 millas) al noroeste de Nueva York, registró 48 centímetros de nieve para el domingo por la mañana.
La mayor compañía de electricidad y gas en el estado, PSE&G, le advirtió a los usuarios que se preparasen para “apagones potencialmente largos” y dijo que el servicio pudiera no ser restaurado hasta el miércoles. Más de 600.000 personas perdieron el servicio eléctrico en el estado, incluyendo el gobernador Chris Christie, según informó la agencia Associated Press (AP).