Montevideo – El Gobierno uruguayo le dio vía libre a la firma de un tratado con los Estados Unidos. Se trata del Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones (TIFA), al que el gobierno de Tabaré Vázquez podrá acceder a poco de saldar diferendos entre distintas facciones del partido oficial, la coalición de izquierda Frente Amplio.
“Pese a existir reparos, la moción de votar en contra de la firma del TIFA no se presentó, por lo que el gobierno quedó habilitado para hacerlo”, aseguró el senador oficialista Rafael Michelini, quien estimó que “una mesa de diálogo con los Estados Unidos y toda señal de ampliar el comercio, va en buena dirección”.
La suscripción del acuerdo, que eventualmente puede desembocar en un Tratado de Libre Comercio (TLC), reactivó los debates esta semana tras las objeciones presentadas por el Movimiento de Participación Popular (MPP), el Partido Comunista del Uruguay (PCU), la central sindical de trabajadores PIT-CNT y grupos radicales izquierdistas.
Finalmente, el acuerdo será rubricado, tal como estaba previsto, este jueves en Montevideo y con la presencia de la delegación diplomática estadounidense, encabezada por el representante adjunto de Comercio, John Veroneau; los directores de Comercio para las Américas y Cono Sur, Everett Eissenstat y Susan Cronin, respectivamente; y el embajador de EEUU en Uruguay, Frank Baxter.
Entre sus artículos, el TIFA expresa el deseo de ambos países de “promover un clima propicio de inversiones, expandir y diversificar el comercio bilateral de bienes y servicios”, para lo cual “establecerán un Consejo sobre Comercio e Inversiones” con el propósito de intensificar las relaciones comerciales.
El acuerdo establece mecanismos para avanzar en la liberalización comercial y el fomento y la protección de las inversiones bilaterales con los Estados Unidos. Los sectores que se oponen a ese acuerdo argumentan que es una vía encubierta para avanzar en la concreción de un tratado de libre comercio (TLC), una posibilidad que el gobierno se vio forzado a descartar el año pasado a raíz de la fuerte oposición que generaba entre algunos sectores integrantes del Frente Amplio.
También por la presión de los gobiernos de Argentina y Brasil, que integran junto a Paraguay, Uruguay y Venezuela el Mercosur, quienes advirtieron en reiteradas oportunidades que un acuerdo bilateral de ese tipo resultaba inaceptable e incompatible con la permanencia de Uruguay en el bloque.
Fuente: AFP