José Mujica Cordano, el exTupamaro de 74 años, candidato presidencial de la coalición de izquierdas Frente Amplio (FA) aparece como el seguro sucesor para el periodo 2010-2015, del presidente Tabaré Vazquez (69), quien hace cinco años consiguió que la izquierda llegara al poder por primera vez en el Uruguay.
Este domingo 29 los uruguayos volverán a las urnas para optar entre la propuesta presidencial del FA integrada por Mujica y el actual senador y ex Ministro de Economía de Vázquez, Danilo Astori (69), y la formula del histórico partido Nacional ( Blanco), que encabeza el expresidente Luis Alberto Lacalle de 68 años a quien acompaña como “vice“ el senador Jorge Larrañaga (53).
En las elecciones generales celebradas el pasado 25 octubre, ninguno de los candidatos a presidente obtuvo la mayoría absoluta ( 50% de los votos, mas uno) exigida constitucionalmente, lo que obligó a una segunda vuelta para elegir al titular del Poder Ejecutivo. La gobernante coalición izquierdista (FA) se acercó mucho; obtuvo un 47.96% que igual no le alcanzó ni repitió lo logrado por Vázquez en el 2004 que gano en primera vuelta ( 50,45%), pero le permitió sí mantener, con alguna mengua, la mayoría parlamentaria : 16 senadores en 30 ( mas el Vicepresidente que preside el Senado, si gana) y 50 diputados en 99. El Partido Blanco de Lacalle se ubicó segundo con el 29,07% de los votos, en tanto que el también tradicional Partido Colorado (Pedro Boredaberry) consiguió el 17,02% y el Partido Independiente (Pablo Mieres) un 2,49% , lo que suma un 48,58 % para los partidos no frentistas.
En esta segunda instancia no se requieren mayorías especiales y basta la diferencia de un voto, entre uno y otro candidato, para decidirse la contienda.
Las encuestas son coincidentes y dejan pocas dudas: un 50 % , y quizás algo más, de los ciudadanos se inclina por el candidato oficialista, ( 49 a 52%) quien además se sitúa casi 10 puntos por encima de Lacalle ( 40 a 42 %). Sería una tremenda sorpresa que Lacalle le ganara a Mujica.
Si los resultados finales reflejan lo anticipado por las encuestas, una primera conclusión a sacar es que los uruguayos siguen divididos políticamente en mitades, pero que el expresidentes Lacalle no tuvo poder de convocatoria ni supo liderar lo oposición, algo que fue notorio durante esta corta campaña de 4 semanas. El candidato opositor estuvo errático y flojo en sus planteos y propuestas, y hasta se generaron dudas en medios políticos y periodísticos de que efectivamente quisiera ganar. En cierta medida, entonces, también en Uruguay se habría dado en este caso lo que ha ocurrido en otros países como Argentina, Venezuela y Ecuador, en que la mayor fuerza de sus actuales gobiernos radica en los deméritos de la oposición.
Tambien importan los votos que obtenga Mujica ( en porcentajes y absolutos) , porque en alguna medida pueden determinar los lineamientos de su gobierno para los próximos 5 años. Mujica ha dicho que su gobierno no se diferenciará del de Vázquez, que “ será el mismo perro con el mismo collar“ y ha anunciado reiteradamente que la economía la dejará en manos de su vicepresidente Astori. Si Mujica no pasa de ese 50% - que es frentista sin importar quien sea el candidato- es posible que sea condicionado en esa linea. Diferente sería si consiguiera porcentajes superiores al 60% y sumara mas votos que en octubre o que el mismo Vázquez en el 2004. Ahí, sería mayor el peso de su entorno más antiguo , - ortodoxo, radical y “ revolucionario“-, y cabria esperar una “profundización “ y un vuelco más a la izquierda- mas lejos de Lula y Bachelet y más cercano a Chávez, Morales y Correa-, del ex guerrillero Tupamaro.
(*) Especial para Perfil.com