INTERNACIONAL
Macabros recuerdos

Venden en EEUU souvenirs de crímenes famosos

La oferta es amplia: desde cabellos y uñas cortadas de asesinos en serie a documentos firmados por Hussein en Irak. Precios y oscuras “joyitas” en sitios especializados.

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Washington - En Estados Unidos florece el comercio con el asesinato y la violencia. Los criminales diseñan tras las rejas tarjetas de San Valentín con rosas y corazoncitos o dibujan escenas de violaciones, y los coleccionistas venden estos "souvenirs" por Internet. La oferta es amplia: va desde cabellos y uñas cortadas de asesinos en serie más o menos famosos a "recuerdos" de los criminales en masa de la historia.

En la página web murderauction.com, una de las varias plataformas de venta de recuerdos de criminales, se ofrecen antiguos documentos de gobierno iraquíes firmados por Saddam Hussein por un precio inicial de 500 dólares (unos 320 euros).

También son populares las fotos y poesías escritas desde la cárcel. Un dibujo de Bugs Bunny, el retrato de un niño o una página con chistes racistas escritos a mano: todo se puede tener, con la firma del asesino y certificado de autenticidad. Cuanto más sanguinario y brutal es el criminal, tanto más valor tiene el objeto. Así, un ofertante vende por ejemplo un autorretrato con el torso desnudo de Carol Bundy por un precio de salida de 150 dólares. En la página web se explica que Bundy decapitó "con sus propias manos" a su ex novio y que "el 'coco' del pobre Jack no fue encontrado nunca".

Murderauction.com está administrado por Tod Bohannon, de Cornelia, en el estado de Georgia. Bohannon trabaja como maestro en un kindergarten y se encarga desde su casa de la página web. Según el periódico online "Auction Bytes", fue un documental de televisión acerca del gurú de una secta y asesino Charles Manson el que despertó su pasión hace 17 años. "Su persona y el poder que tenía sobre otros me atraparon", señaló.

Seguidores de Manson mataron siguiendo sus órdenes a fines de los años 60 a varias personas, entre ellas la actriz Sharon Tate, esposa del director Roman Polanski y que estaba en avanzado estado de gestación. Lana Wachniak, profesora de sociología de la Kennesaw State University en Georgia, ha investigado el comercio con recuerdos de asesinos y acuñado el término "seriophile" (algo así como 'seriefilia') para los coleccionistas. Wachniak diferencia tres tipos: personas que sencillamente se sienten orgullosas de tener objetos poco comunes o exclusivos; coleccionistas de talismanes, que creen que estos "souvenirs" los protegen de los crímenes; y -la mayoría- personas que mediante la compra de estos objetos y la lectura de las historias de los criminales y violadores se sumergen en su mundo y viven una fantasía.

No está claro cuántos comerciantes y coleccionistas hay en Estados Unidos, porque no hay estadísticas. Bohannon estima sin embargo que son varios miles. Así como apasionado es el afán de coleccionismo, igual de duras son las críticas que cosecha. Bohannon es uno de los pocos vendedores de macabros souvenirs que habla con los medios acerca de esta pasión. Su apertura le ha granjeado desde la publicación de un artículo en el Washington Post más de 300 amenazas de muerte. También son claras las cartas de lectores que recibió el periódico. "Si uno de estos tipos asquerosos llevara un negocio de esos cerca mío, ardería en una semana", afirma una de las misivas.

Los esfuerzos por frenar el comercio mediante leyes han fracasado por el momento. Los presos pueden enviar en general sin problemas su "mercancía" a los comerciantes, porque los guardias no suelen controlar el correo que sale de la cárcel. Aunque los condenados no pueden sacar beneficios por ley de sus delitos, es posible evadir la norma si el vendedor "regala" su parte de las ganancias al preso. Según el diario Gainesville Sun, en Florida los prisioneros pueden reunir así varios cientos de dólares.