Mientras continúa el cerrojo informativo sobre la salud de Hugo Chávez, el gobierno de Venezuela, encabezado provisoriamente por Nicolás Maduro, decidió devaluar la moneda nacional, el bolívar, en un 46,5 por ciento.
La medida lleva el tipo de cambio, controlado de hecho por el gobierno, a 6,3 bolívares por dólar, en contraste con los 4,3 bolívares que regían hasta ahora, anunció el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, al diario El Universal de Caracas.
La devaluación favorecerá las finanzas del Estado nacional gracias a mayores ingresos de la petrolera estatal PDVSA. Sin embargo, puede afectar la presión inflacionaria que en 2012 fue del 20,1%, el segundo mayor aumento de la región después de Argentina.
También se eliminará el SITME, una especie de tipo de cambio paralelo que manejaba el Banco Central de Venezuela. "El sistema no estaba cumpliendo los objetivos en algunos de los aspectos. Era imperfecto", sostuvo el presidente de la entidad, Nelson Merentes.
El funcionario afirmó que se potenciará la apertura de cuentas bancarias en dólares. "Desde junio de 2012 se autorizó la apertura de cuentas en moneda extranjera y vamos a crear mecanismos que faciliten estos flujos de divisas", indicó Merentes.