El Congreso venezolano aprobó una reforma que prohíbe a los empresarios de medios tener acciones
en los bancos.
Con mayoría oficialista, el texto fue justificado como una vía para "desmantelar el
perverso sistema que combina intereses mercantiles, industriales, comerciales y financieros con el
sagrado derecho a la libertad de información y comunicación".
Según
Ricardo Sanguino, jefe de la comisión de Finanzas, la medida busca que no se
repita la experiencia del Banco Federal, una entidad en la que los accionistas también tenían
intereses en el canal
Globovisión, de los más críticos a la gestión de
Hugo Chávez.
Un diputado de la oposición,
Juan Molina, rechazó la reforma porque dijo que viola la norma Constitucional
permite "a las empresas y a las personas dedicarse a cualquier actividad económica".
Sanguino, en cambio, insistió en considerar que el Banco Federal "estafó a sus clientes". De hecho,
había sido intervenida en junio de este año por sus problemas de liquidez. Todo se produjo en una
semana sensible en la relación del Gobierno con la prensa: el martes, la Justicia le prohibió al
diario
El Nacional publicar imágenes sobre la violencia delictiva que sacude al país.
El matutino había publicado en portada el viernes pasado una imagen con cuerpos desnudos,
cubiertos de sangre, desparramados en una morgue. En todos los casos, se trataba de víctimas de
hechos de inseguridad que ya se cobraron, según datos extraoficiales, unas 16 mil vidas en 2009.
Caracas es considerada una de las capitales más violentas de América Latina.