INTERNACIONAL

Venezuela recibe el año sin festejos y desesperanzada ante un futuro sin Chávez

La salud del presidente es cada vez más débil, y el Gobierno comienza a preparar el camino para un 2013 sin el bolivariano en el poder.

La salud del presidente es cada vez más débil, y el Gobierno comienza a preparar el camino para un 2013 sin el bolivariano en el poder.
| AP.

 

En los últimos dos meses, Venezuela miró una sola fecha en el calendario: el 10 de enero. Ese día, el presidente Hugo Chávez, asumiría un cuarto mandato presidencial ininterrumpido. Sin embargo, por estas horas, el 10E queda demasiado lejos. Mientras el Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (CIMEQ) refuerza su política de seguridad para evitar que se filtre cualquier información que dé cuenta de mayores detalles sobre la salud de Chávez, el país percibe, tras la última alocución del vicepresidente Nicolás Maduro, que el panorama es sombrío, y lejos está de mejorar.

Luego de que el Ejecutivo bolivariano reconociera la gravedad del cuadro médico y las complicaciones presentadas en los últimos días por la asistencia respiratoria, se han suspendido las celebraciones por el Año Nuevo. En un comunicado difundido por el ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, se cancelaron los festejos -entre ellos un concierto en la plaza Bolívar- al tiempo que se pidió, nuevamente, a la oposición respeto por la salud del presidente. Esta noche, sus seguidores rezaban en las principales iglesias del pais.

Qué pasa. Mientras el gobierno insiste en afirmar que Chávez gobierna desde Cuba, lo cierto es que el vicepresidente Maduro ya dictó sus primeros decretos y cuenta con plenas facultades para hacerse cargo del Ejecutivo. Sin embargo, el misterio sobre la sucesión de una de las figuras más duras de la historia política de ese país se develará el 10 de enero, con Chávez o sin él. A menos que el oficialismo logre reformar la Constitución nacional, ese día será clave para dar por terminado el paso del bolivariano por el Palacio de Miraflores o apostar a un nuevo período presidencial, con un mandatario elegido por una amplia mayoría, pero con un estado físico que tal vez no le permita ejercer sus funciones.

De comprobarse -mediante una junta médica- que Chávez no puede asumir un nuevo mandato, o no está en condiciones de ejercer su cargo durante los próximos cuatro años, el Gobierno estará obligado a llamar a elecciones. Mientras tanto, el mandatario interino sería el titular de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. Y aquí se abre otra incógnita: Cabello renueva -si lo logra- su mandato en la Asamblea este 5 de enero.

Silencio que ahoga. La reserva de información de los médicos cubanos, y el propio gobierno venezolano, es tal que aún un año después, se desconoce qué tipo de cáncer aqueja al mandatario bolivariano. Incluso en esta última operación -la cuarta, desde que se le extirpara un tumor en la zona pélvica en 2011- no hay partes médicos coincidentes con el cuadro. Días atrás, el vice y canciller Maduro aseguró, en un mensaje a todo el país, que el líder bolivariano ya caminaba y daba órdenes desde su habitación. Desde las redes sociales, médicos, periodistas y dirigentes opositores daban cuenta de un agravamiento paulatino de su salud, al punto de indicar que padecía una fuerte fiebre por una infección generalizada (septicemia), además de requerir asistencia respiratoria.

Pocos días después, el mismo Maduro informó, en cadena nacional desde La Habana, sobre la presencia de “nuevas complicaciones surgidas como consecuencia de la infección respiratoria que ya conocemos”, explicó.

“El estado de salud continúa siendo delicado”, reconoció. “Es un proceso no exento de riesgo”, explicó, pero afirmó que el mandatario “está enfrentando esta difícil situación”. A pesar de que Maduro aseguró haber estado dialogando con el jefe de Estado, otras versiones insisten en que ni siquiera pudo verlo. Tan sólo se habría reunido con las hijas del Presidente.

Mientras tanto, en Venezuela, la oposición -aunque fragmentada tras la aplastante victoria chavista en las elecciones regionales de diciembre- acusa al oficialismo de burlar todas las leyes ligadas a la sucesión del poder. En principio, porque Maduro, elegido como heredero político de Chávez, está fuera del país, y no hay una definición clara sobre quién maneja las riendas del país por estas horas.

 

(*) Editora Perfil.com | En Twitter: @ursulaup