INTERNACIONAL

Venezuela sangrienta: 43 muertos, 878 heridos y 3.351 detenidos en un año

La impunidad de crímenes cometidos durante las manifestaciones de 2014, abre la puerta a más violencia según Amnistía Internacional. Galería de fotos

Las calles de Venezuela, escenario violento en 2014.
| AFP

Venezuela no sancionó a los responsables de la muerte de 43 personas y de las heridas y las torturas sufridas por cientos más, durante las protestas de 2014, lo que  equivale a dar vía libre a más abusos y actos de violencia. Eso manifiesta la organización Amnistía Internacional en el nuevo informe que publicó la organización.

A un año de las marchas, las víctimas aún esperan justicia examina las historias de las personas que murieron o fueron detenidas arbitrariamente y luego torturadas en el transcurso y después de las manifestaciones que sacudieron el país entre febrero y julio de 2014.  Entre los muertos y heridos había manifestantes, personas que simplemente pasaban por la zona y miembros de las fuerzas de seguridad. 

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Durante las protestas fueron detenidas 3.351 personas y se presentaron cargos contra 1.404, mientras que 25 siguen a la  espera de un juicio. “En Venezuela, la gente debe poder protestar pacíficamente sin miedo a perder la vida o a que la detengan ilegalmente. Cada día que pasa sin que se aborden los abusos contra los derechos humanos perpetrados durante las protestas es otro día de desgarradora injusticia para las víctimas y sus familias. Es preciso poner fin a esta situación”, expresó Amnistía Internacional.

El organismo tuvo acceso a los expedientes de cinco personas detenidas con cargos, y concluyó que su detención había sido arbitraria. En la actualidad, dos de estas personas están en libertad en espera de un juicio. Miembros de la policía permitieron a grupos armados pro gobierno que cometieran atropellos contra manifestantes y personas que pasaban por los lugares de las protesta, e incluso que entraran ilegalmente en viviendas portando armas de fuego. 

Los familiares  víctimas y sus abogados denunciaron haber sido hostigados por sus campañas para conseguir justicia. Defensores y defensoras de los derechos humanos que han denunciado graves abusos también han sido objeto de ataques.