CARACAS.- El clima político que vive Venezuela a pocos días de la votación del nuevo intento del presidente Hugo Chávez por lograr la reelección indefinida de los cargos públicos, sigue enrareciéndose. Ayer la sede de la Nunciatura Apostólica en Caracas fue nuevamente nuevo atacada. A mediodía, sujetos que se movilizaban en dos motos lanzaron tres granadas de gas lacrimógeno contra el edificio, reiterando lo ocurrido el pasado 19 de enero, también se habían lanzado bombas de gas contra el edificio religioso.
En las inmediaciones se encontraron panfletos en los que se criticaba el asilo que la sede diplomática del Vaticano brinda desde hace casi dos años a un ex dirigente estudiantil, Nixon Moreno. La Policía metropolitana dijo que estaba investigando los hechos y estudiando los explosivos para poder establecer responsabilidades. El Vaticano le concedió asilo a Nixon moreno en junio de 2008, pero el gobierno del presidente Chávez no le ha otorgado el salvoconducto para abandonar el país.
El suceso se produjo apenas cuatro días más tarde del ataque de desconocidos a la principal Sinagoga de Caracas , donde destrozaron objetos de culto y pintaron frases como "Israel, malditos" y "Fuera los judíos" en las paredes. Justamente sobre ese tema, el presidente Chávez insistió ayer en asegurar que "no odia a los judíos".
"Me acusan a mí de antisemita. No, yo no odio a los judíos y hago un llamado a los judíos venezolanos para que no se dejen manipular. El gobierno rechaza cualquier agresión a cualquier templo judío, católico, musulmán o de cualquier credo", insistió el mandatario. El canciller, Nicolás Maduro, se reunió con dirigentes de la comunidad judía venezolana para manifestar su respeto a este grupo religioso.
Chávez además denunció que "la burguesía venezolana" intenta convertir el asalto en un "esacándalo mundial" para generar un clima de violencia adverso al gobierno de cara al referendo para enmendar la constitución que impulsa el oficialismo.
"No se dejen utilizar (...) por los laboratorios de guerra de la burguesía que tratan de evitar la victoria del sí", pidió el Chávez a la comunidad judía en Venezuela durante una parada militar en Maracay, 80 km al suroeste de Caracas.
Por su parte, el canciller aseguró a la prensa, tras reunirse el miércoles con dirigentes judíos, que "ha sido una conversación muy fructífera (...) Les hemos ratificado a ellos personalmente, en nombre del presidente Chávez, nuestro repudio y la condena absoluta al ataque contra el lugar sagrado de la comunidad judía en Venezuela".
Ayer la Nunciatura Apostólica calificó de "vandálico e irresponsable" con bombas lacrimógenas. "La Nunciatura Apostólica, frente a este gesto vandálico e irresponsable, que tiene lugar a los pocos días de otro similar que ocurrió el 19 de enero del corriente, expresa su rechazo e indignación por estos hechos de violencia y reitera su llamado a las competentes Autoridades para que tomen las medidas necesarias a fin de que sea garantizada la seguridad e incolumidad de la Misión Diplomática y de su Personal, así como lo establece la Convención de Viena del 18 de abril de 1961", señaló la nota.
El tema de los ataques a instituciones religiosas en Caracas mereció ayer un severo cruce en la OEA, en Washington. Allí el representante de Estados Unidos que el reciente ataque a la principal sinagoga del país es producto del clima político, que permite "que la intolerancia avance", lo que fue rechazado por el delegado venezolano ante el organismo.
"Este perturbador incidente merece una condena en los más duros términos y sirve como una advertencia desafortunada de lo que puede pasar en un clima altamente politizado en el que se permite que la intolerancia avance", afirmó el representante adjunto de Estados Unidos en la OEA, Lewis Amselem.
"Un clima de inclusión y respeto es esencial para un gobierno democrático exitoso", indicó Amselem durante la sesión ordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington. Momentos después, en su turno al micrófono, el embajador venezolano ante la OEA, Roy Chaderton, expresó: "Venezuela acepta las preocupaciones pero rechaza cualquier insinuación de que es el clima político de Venezuela" el que propició el ataque antisemita el viernes.
El 15 de febrero se decidirá en referendo si se enmienda la Constitución venezolana para eliminar los límites a la reelección en los cargos de presidente, gobernadores, alcaldes y diputados. De esta manera, Chávez podría aspirar a mantenerse en el poder más allá de 2012.
Fuente: AFP
La Nunciatura Apostólica calificó de vandálico e irresponsable las dos bombas lacrimógenas que grupos violentos lanzaron a la sede de la congregación. Rechazaron las acciones y expresaron indignación por los hechos. Instó a las autoridades a tomar las acciones necesarias y garantizar la seguridad de la Misión Diplomática.
A continuación el comunicado:
Comunicado de la Nunciatura Apostólica
La Nunciatura Apostólica – Embajada de la Santa Sede ante el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, siente el deber de comunicar a la opinión pública que, en fecha de hoy, 04 de febrero de 2009 a las 12:00 del mediodía, ha ocurrido que dos personas motorizadas se acercaron a la sede de la Misión Diplomática y arrojaron tres bombas lacrimógenas, de las cuales dos cayeron y explotaron en la parte externa del recinto y la tercera que cayó y explotó en el patio interior de la sede diplomática.
Las tres bombas, al explotar, emitieron gases muy tóxicos, que afectaron a las personas que se encontraban cerca del lugar, las cuales tuvieron que alejarse rápidamente para no sufrir las efectos nocivos de la nube tóxica.
La Nunciatura Apostólica, frente a este gesto vandálico e irresponsable, que tiene lugar a los pocos días de otro similar que ocurrió el 19 de enero del corriente, expresa su rechazo e indignación por estos hechos de violencia y reitera su llamado a las competentes Autoridades para que tomen las medidas necesarias a fin de que sea garantizada la seguridad e incolumidad de la Misión Diplomática y de su Personal, así como lo establece la Convención de Viena del 18 de abril de 1961.