El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó anoche atacar con misiles bases militares del gobierno sirio. Hoy se conoció una filmación, obtenida a partir de la utilización de un dron ruso, que muestra cómo quedó el lugar tras el impacto de 23 de los 59 que fueron lanzados.
Las fuerzas armadas sirias indicaron en un comunicado leído en la televisión pública que el ataque dejó "seis muertos, heridos e importantes daños materiales". La agencia oficial de ese país luego amplió a nueve la cifra de civiles que fallecieron, incluidos niños.
Estados Unidos ya había amenazado en las últimas horas a Siria con una respuesta militar tras el presunto ataque químico que dejó al menos 86 muertos esta semana y provocó la indignación de la comunidad internacional. Pero Rusia le advirtió de "consecuencias negativas" si decide actuar contra su fiel aliado en la región.
"Si hay una acción militar, toda la responsabilidad recaerá sobre los que hayan iniciado una empresa tan trágica y dudosa", había declarado el embajador ruso ante la ONU, Vladirmi Safronkov, a la salida de una reunión del Consejo de Seguridad sobre Siria.
La participación de Trump en el conflicto sirio da un vuelco a la estrategia militar de Estados Unidos tras seis años de guerra civil. "Lo que Asad ha hecho es terrible. Lo que ha ocurrido en Siria es realmente un crimen chocante", manifestó el mandatario norteamericano. "Lo que pasó en Siria es una desgracia para la humanidad. Y Asad sigue ahí, y supongo que es el que manda, y por eso pienso que algo debe ocurrir", agregó.
En esa misma línea se expresó este viernes la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, quien amenazó con una nueva acción militar de su país en Siria.
"Estados Unidos tomó una decisión muy mesurada la noche pasada" con el ataque a una base aérea siria, explicó la funcionaria en el Consejo de seguridad. "Estamos dispuestos a hacer más, pero esperamos que ello no sea necesario" completó, según consignó la agencia AFP.