Bogotá- Tras la liberación de las rehenes secuestradas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Bogotá acusó al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de injerencia en los asuntos internos, al tiempo que le reclamó "respeto".
En tanto, Caracas respondió que lamenta que el gobierno de Álvaro Uribe "no esté comprometido con la paz, sino obsesionado con derrotar a las fuerzas insurgentes".
De esta manera, ambos países parecen abandonar la tregua acordada para liberar a Clara Rojas y Consuelo González. Chávez y Uribe llevan una larga disputa dialéctica que se agravó ayer cuando el venezolano acusó al colombiano de "retardar" la búsqueda de la paz con las FARC "por mandato del imperio norteamericano".
Primero a través del alto comisionado por la Paz, Luis Restrepo, y después con una nota de la Cancillería, Bogotá salió a responder que Chávez "no desaprovecha oportunidad para maltratar a Colombia y su gobierno" y "confunde la cooperación con la injerencia" en asuntos internos del país.
"(Chávez) Desconoce la acción terrorista de la guerrilla, su participación en el narcotráfico, sus crímenes contra niños, mujeres y ancianos", señala la nota, mientras que además advierte que el mandatario venezolano "también desconoce el secuestro y los demás delitos que a la luz de los procedimientos, disposiciones y normas de la ONU y la OEA se tipifican como terrorismo, como crímenes de lesa humanidad".
Esta referencia apunta directamente al pedido que Chávez hizo la semana pasada para que se le reconozca a las organizaciones insurgentes estatus de beligerantes -en lugar de carácter de terroristas-, como paso previo al inicio de negociaciones en busca de la paz.
El texto de la Cancillería colombiana concluye con un pedido de Uribe a Chávez para que "cese las agresiones" contra Colombia, y el anuncio de que "insistirá a través de los canales diplomáticos para que pueda haber un diálogo argumental y constructivo" entre ambos países.
Lo que originó la respuesta de Venezuela que denunció que "en lugar de poner todo su empeño en construir una solución política viable y duradera al conflicto armado, el gobierno colombiano busca cualquier pretexto para justificar su lógica militarista".
"El gobierno colombiano no está comprometido con la liberación de los rehenes, pues ocupa más su tiempo en mendigar la indulgencia interesada del gobierno imperial de Estados Unidos", advirtió Caracas.
"Venezuela ratifica su propuesta de avanzar en una fórmula que regularice y humanice el conflicto armado colombiano, que cumplirá 60 años", subraya el texto, y renueva la "voluntad irreductible" de Chávez de "seguir contribuyendo en la búsqueda de nuevas liberaciones y del acuerdo humanitario y de la paz".
Fuente: Télam