Con Kayleigh McEnany el entorno de Donald Trump suma diez de sus asesores y aliados afectados de coronavirus. Hace una horas McEnany, secretaria de prensa de la Casa Blanca y quien el domingo se encargó de hablar con los periodistas, dio positivo de COVID19. En su comunicado, aseguró que por ahora no presenta síntomas y que trabajara de manera remota.

Como si fuera un karma para los negadores seriales de los efectos sanitarios de la pandemia, muchos republicanos de peso fueron víctimas del coronavirus en el lapso de menos de una semana. A saber: además de Donald y Melania Trump, dieron positivo, su asesora de prensa Hope Hicks -quien habría contagiado a la pareja presidencial-, el asistente Nicholas Luna; el asesor de campaña Bill Stepien, los senadores Tom Tillis, Ron Johnson y Mike Lee; el ex gobernador Chris Christie -que está internado-, y la presidenta de la Convención Nacional Republicana, Ronna McDaniel.
Y por si esto republicanos de rango con COVID19 fueran pocos, también dio positivo Kellyanne Conway. Esta mujer es la poderosa asesora de prensa de Trump, quien renunció hace un mes porque tanto su marido como su hija mayor, era fervientes opositores a un segundo mandato de Trump.Según un análisis que publica AP esta situación puso a la Casa Blanca ante cuestionamientos sobre la coherencia y la credibilidad de la información que ofrece sobre la salud de Trump a un mes para las elecciones generales. Los intentos oficiales de transmitir calma entraron en colisión con datos confusos y contradictorios sobre la salud del mandatario.

La credibilidad de Trump se vio cuestionada durante la pandemia, restando importancia al virus en público, aunque en febrero le dijo en privado al periodista Bob Woodward que el COVID-19 era más mortal que la gripe. A eso se suma que destacó las bondades de tratamientos dañinos y no comprobados, similares a los de una mediática conductora de televisión argentina.
Trump anunció hace minutos por Twitter que se daría el alta porque se sentía mejor que nunca.
Conforme se acerca el día de las elecciones, Trump aumentó su menosprecio a las recomendaciones de salud pública y a muchos de los científicos que asesoran a su gobierno, deseoso de transmitir a los votantes la idea de que lo peor de la pandemia que afecta a todos los aspectos de la vida de Estados Unidos son parte del pasado. Además, por la campaña, Trump viajó por todo el país, participando de actos sin distanciamiento social ni exigiendo tapabocas a los asistentes. El último ejemplo fue hace una semana cuando abarrotó los jardines de la Casa Blanca para anunciar la nominación de la jueza Amy Coney Barrett para un puesto en la Corte Suprema.
Ahora tanto Trump como Melania y los otros diez republicanos mencionados se suman a la lista de los siete millones de estadounidenses que tienen o tuvieron coronavirus. En Estados Unidos, desde el inicio de la pandemia, el virus causó más de 205 mil muertes.
EIMC