En 1986 el jugador del Dynamo de Kiev sorprendió al mundo del fútbol llevándose el Balón de Oro ganándole la pulseada a Lineker y Butragueño, sus inmediatos perseguidores por hacerse del premio al mejor futbolista del mundo. A su vez, el jugador ucraniano supo posicionar su nombre en lo más alto en la temporada en la que Maradona era el hombre del momento tras conquistar la Copa del Mundo en México con la selección argentina.
Hoy Belanov agiganta su posición de héroe, que en un principio era tan solo por hechos deportivos, al sumarse a las filas del ejército de Ucrania tras la invasión de los rusos. El ex jugador del Dynamo se encuentra junto con el ejercito ayudando en distintos aspectos a los ciudadanos de Odessa, su lugar de nacimiento.
"Trato de ser útil a nuestras fuerzas armadas, para ir a baterías, orfanatos. Todo lo que pasa hoy, lo que vi, me impactó. Realmente ni siquiera tengo tiempo para descansar, porque entiendes que quieres hacer algo bueno, aunque sea alguna cosita: llevarte el Balón de Oro, mostrar a los luchadores en primera línea, hablar de los campeonatos mundiales, distraerlos de alguna manera", aseguró el exdelantero.