Julio Cobos, diputado de la Unión Cívica Radical (UCR), manifestó su preocupación por la caída de la inversión en infraestructura porque el 93% de los productos se transporta por rutas nacionales y dijo: “Hay que terminar con la corrupción, no con la obra pública”. “Con la idea de que todo lo tiene que hacer el privado, ¿dónde está la visión de integración y conectividad?”, agregó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Julio Cobos es diputado nacional de la Unión Cívica Radical y vicepresidente segundo de la Cámara de Diputados. Fue vicepresidente de la Nación en 2007, gobernador de Mendoza en 2003, senador por su provincia en 2015, y ministro provincial de Ambiente y Obras y Servicios Públicos entre 1999 y 2003. Es ingeniero civil e hidráulico. Cuando asumió la vicepresidencia de la Nación en la fórmula junto a Cristina Kirchner, fue expulsado de la Unión Cívica Radical por dejar su cargo. Luego, volvió a formar parte de las filas del histórico partido.
Jubilaciones estancadas: los sombríos números detrás del fracaso de la sesión legislativa
Te recibimos con la canción "Tonada de Otoño", de Pocho Sosa.
Qué linda canción. Se me vienen a la cabeza muchos recuerdos. El otoño en Mendoza es único, la verdad. Estamos viviendo el otoño, así que por ahí viene un viento zonda, que no es para nada saludable, pero deja alfombradas de hojas amarillas en las banquinas y las acequias. Pocho Sosa es un gran amigo. Cuando era decano de la UTN, lo invitaba a los actos de fin de año a cerrar con un evento cultural. Y la esposa de Pocho Sosa fue compañera mía en Ingeniería. Después dejó, pero también está vinculada a la cultura.
La pegamos entonces. ¿Yo la pegué con que es ingeniero hidráulico, no solamente civil.
En la Ingeniería Civil uno puede orientarse a caminos, a construcción de edificios o a la hidráulica. Yo soy ingeniero civil general, pero he sido titular de Hidráulica General Aplicada en la Universidad de Cuyo, y de General en la Tecnológica.
Yo me acordaba de eso, porque cuando lo entrevisté por primera vez a usted como candidato, cuando Moreno escondía la inflación, yo le hacía metáforas hidráulicas sobre la inflación.
Así es.
Escuchando la canción, me viene a la mente esta frase de "El Eternauta" de que "lo viejo funciona". Al final, usted representa al verdadero radicalismo, y estaba allí estoico, defendiendo a los jubilados.
Es así, porque yo creo que uno tiene que asignar prioridades. Están en nuestra bandera el tema de las universidades, el tema de las jubilaciones. Ante el cambio de la fórmula de actualización, nosotros propusimos que había un desfasaje del 8%, y sacamos la ley para que esto se corrigiera. Después fue vetada, lamentablemente. El veto, acompañado por algunos radicales, también prosperó. Volvimos a insistir, pero lamento que muchos miembros del radicalismo no hayan dado quórum, porque teníamos dictamen propio. Es muy difícil que yo no de quórum porque siempre hay que dar quórum. Cuando presidía el Senado y convocaba sesiones, muchas veces no había quórum. Llegué hasta decir que iba a descontar el sueldo a los senadores que no iban, porque el trabajo es dar el debate.
Hay presiones del Ejecutivo hacia gobernadores, o gobernadoras que por ahí están transitando un acuerdo o están explorando una alianza, y utilizan estos mecanismos. Uno, por la edad y por la experiencia, afortunadamente ya tiene decisión propia. Yo puedo escuchar algún mensaje o alguna sugerencia, del bloque o de algún gobernador, pero después hago lo que dicen mis convicciones. Está claro que lo he demostrado. No sé si se acordarán, pero no solo fue la 125 que yo desempaté, sino también el 82% para los jubilados. Como les decía ayer en el bloque, ahora no me pidan que no dé quórum por un 7% de algo que hay que corregir, que está mal, y por un aumento del bono que era menor, inclusive, que la desactualización por inflación. Pero bueno, lamentablemente, así están las cosas. Independientemente del partido y la situación en la que estemos, lo que no tenemos que perder en política son dos cosas: la dignidad y las convicciones.
Ayer, entrevistamos al ahora expresidente de la Convención de la Unión Cívica Radical, Gastón Manes, quien renunció y dijo textualmente: "En lugar de ‘nadie se salva solo’, ha primado ‘sálvese quien pueda’. Lo que alguna vez fue una comunidad de pensamiento y acción se ha visto reducido a una suerte de confederación de posturas provinciales, cada uno con sus urgencias, con sus lógicas locales y sus pactos circunstanciales". ¿Comparte esto que dijo Manes?
Sí. En este gobierno de Milei, hemos tenido dos polos de poder. Uno institucional, que es la presidencia del partido, de la Convención; pero también hay uno de hecho, que es el poder territorial que ejercen los gobernadores y, en menor escala, los intendentes. Nunca hubo una convocatoria entre legisladores, gobernadores y la autoridad del partido para definir los trazos gruesos en los temas importantes. Esto es una crítica a la conducción.

Como el poder está repartido, no alcanza con que el presidente del partido diga que va a apoyar de tal o cual manera. Esto ha afectado a nuestro partido, obviamente. Por estas indefiniciones que tenemos, y estas contradicciones partidarias que se nos han presentado en cada momento donde tenemos que votar, aparecen posturas distintas que no ayudan. Fíjese que Unión por la Patria, aún con el desgaste que tiene, ha tenido una posición constante. Tienen un caudal de voto que tiene un piso y un techo, pero lo mantienen. Nosotros estamos perdiendo hasta el piso, y eso es grave.
Claudio Mardones: Se espera que la semana se vuelvan a discutir los dictámenes en la Cámara Baja, tanto para actualizar el bono de 70.000 pesos por el índice de inflación, como también la nueva moratoria previsional. ¿Cree que habrá algún cambio, especialmente en quienes no fueron, o en su bloque, que decidió no bajar?
Mi postura va a ser siempre la misma: yo voy a bajar, independientemente de los temas que aparezcan. Lo que hay que tener en cuenta es que no hay que dar excusas, porque ahí se coló el tema de la AGN (Auditoría General de la Nación) y dicen que el tema no está consensuado. Entonces, empezamos a buscar excusas para no tratar lo esencial. Creo que hay que convocar nada más que para el tema jubilatorio. Inclusive lo de la comisión $Libra hace ruido, porque hay mucha presión por eso.
Yo creo, en lo personal, que la comisión del caso $Libra no la tiene que dirigir ni Unión por la Patria, que tiene una posición ya preanunciada, ni el oficialismo. Hoy en día, esa comisión está empatada. Hay que buscar figuras como una de la Coalición Cívica, que siempre han velado por la transparencia. Al partido de Carrió no le podemos negar que siempre ha denunciado a propios y extraños. Podría ser una figura como Danya Tavela. Eso tiene que entenderlo tanto Unión por la Patria como el oficialismo, porque una comisión es para investigar, y todavía no arrancó.
CM: Y con esto, ¿usted cree que el PRO y La Libertad Avanza aceptarían otra figura que no sea de Unión por la Patria?
No sé. Yo lo he planteado en el bloque y hay mucha reserva en esto. Pero no contaminemos el tema de los jubilados, porque damos excusas para que se agarren de cosas como la AGN o la comisión $Libra. También dicen que no corresponde, que son dos tercios, que hay que hacer un nuevo dictamen. Esas zonas grises siempre se complican. Acá hay que llamar a una sesión para tratar el tema jubilatorio: la moratoria, la actualización, lo que quedó pendiente la vez pasada —producto del veto, que lo podemos volver a tratar ahora—, y la actualización del bono.
Hay como diez dictámenes sobre la cuestión jubilatoria, y el radicalismo tiene su dictamen, entonces tenemos capacidad para defender nuestro dictamen o consensuar con otros posturas intermedias. Los consensos no son para que voten el nuestro, porque así no se construye política ni resultados. Esa es mi humilde visión y se la he transmitido a aquellos que han firmado ayer. Inclusive, les pedí que no pusieran la AGN en el primer término, que es lo que quería Unión por la Patria. Les dije que la pasaran al final porque si no van a dar más excusas para no dar quórum.
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Elizabeth Peger: ¿Cuál es su opinión respecto de la estrategia electoral que debería tener el radicalismo de cara al resto de los comicios en las provincias, y especialmente a la elección legislativa nacional? Es una de las fuerzas políticas que más bancas tiene que renovar este año, y su representación podría verse reducida muy significativamente si sigue atomizada y no hay una estrategia en conjunto.
La verdad es que estamos en una situación complicada, porque hay gobernadores que están explorando una alianza. Convengamos que el Gobierno —que se ha agrandado bastante por el triunfo del domingo y lo ha sobremagnificado— está pidiendo prácticamente una adhesión, y se lo está exigiendo al PRO. Fíjese que en la provincia de Buenos Aires no quieren un frente: quieren ir con La Libertad Avanza. Entonces, el modelo que se planteó en Resistencia, es un modelo donde La Libertad Avanza iba en la cola, y el triunfo se lo adjudicó el gobernador. Y eso no están dispuestos a hacerlo en otras provincias.
EP: Además, la elección de Chaco era una legislativa provincial, donde había un interés mayor del gobernador de tener una legislatura de mayor apoyo...
Y aparte, tenía un peronismo fuerte, bien parado. También fue dividido, pero eso fue un error del peronismo. Pero bueno, se ganó. Creo que en Jujuy La Libertad Avanza no acordó, sacó el 20% y el radicalismo el 40%. Pero ahora viene lo nacional, aunque también les quedan a muchas provincias los comicios provinciales, y los gobernadores están viendo que se les puede complicar las cámaras provinciales.
No les va a alcanzar con satisfacer su ansiedad de construcción de poder que tiene hoy La Libertad Avanza y conformarse con dos diputados nacionales o uno. No, van por todo. La Libertad Avanza quiere echar raíces territorialmente. Como dijo el presidente Milei, quieren teñir de violeta todo el mapa geopolítico de la Argentina. Estamos en una situación complicada y es muy difícil de predecir cuál va a ser la forma para que el radicalismo empiece a tomar impronta de vuelta y cuide sus bancas. Complicado, lo veo muy complicado.
EP: Por su tono, parece que las formas del gobierno de Milei le generan cierta preocupación…
Tengo muchas preocupaciones, porque para el gobierno de Milei lo único importante es el déficit fiscal y bajar la inflación. Hubo un encuentro en la Cámara de Comercio norteamericana. El título era “Hacia una Argentina competitiva”. El presidente de la Cámara, que a su vez es miembro de JP Morgan, dijo que la estabilidad económica es necesaria, pero que también es necesaria una reforma tributaria, porque la presión tributaria es muy grande en Argentina. Convengamos que había habido una disminución de las retenciones, fundamentalmente la soja, y ahora las sacaron. El Gobierno ahora va a recaudar 800 millones de dólares por volver a las retenciones anteriores, y va a dejar de percibir 100 millones de dólares por la retención de los 2,5% en el trigo y la cebada. No se está cumpliendo en forma estable la disminución de la presión tributaria.
También dijo que lo más importante es la educación. Nuestro sistema educativo no está generando las habilidades y aptitudes para el mercado laboral. Las pruebas Aprender muestran cada vez que seguimos en caída libre. Lo otro es el desarrollo de la infraestructura, algo que es fundamental, y yo insisto en eso como ingeniero civil. No solo por la seguridad de nuestras rutas, que están totalmente abandonadas, sino también por la competitividad de la economía. Por nuestras rutas se transporta el 93% de los productos porque tenemos un ferrocarril que no funciona. Si estamos esquivando baches, aumentando el costo de los seguros y aumentando el tiempo de transporte, eso impacta en los precios.

El Gobierno tiene que ver que no es solo el déficit fiscal, o el valor del dólar para ser competitivos. Para rematar dijo que hay que ver la microeconomía. Tenemos 40% de pobreza y 55% de pobreza en los chicos, y en los adultos mayores debe ser más grande que en los chicos. Y para cerrar, dijo: “Necesitamos Ficha Limpia y la institucionalidad como amparo para una mejor competitividad”. Si usted mira todo lo que dijo este presidente de la Cámara, con lo cual coincido plenamente, la verdad que faltan muchas cosas. Entonces, a la hora de formalizar un acuerdo, se tiene que buscar en qué coincidimos y en qué no, también para saber cómo dirimimos esa diferencia.
La Libertad Avanza dice que todo es libre, que hay libertad, pero no hay libertad para fijar las paritarias, por ejemplo. Su calle, bueno, dividamos: usted es frentista, usted hace la calle, el vecino hace su calle, y ahí vienen las mejoras. Con la idea de que todo lo tiene que hacer el privado, ¿dónde está la visión de integración y conectividad? Si la obra pública genera corrupción hay que terminar es con la corrupción, no con la obra pública. ¿O no tienen funcionarios honestos para terminar con la corrupción? Estas son las diferencias que a mí me carcomen y que veo que también hay cierta condescendencia por parte de la ciudadanía con estas cosas que faltan y que parece que no son la prioridad de la ciudadanía por ahora.
Le pido una reflexión sobre un tema que, por lo menos a mí personalmente, me llama la atención enormemente, que es: “¿Para qué sirven los partidos políticos?”. Con toda su experiencia de haber hecho una alianza, de haber sido expulsado del partido, y luego vuelto a llamar al partido, ¿qué pasa con el peronismo? El peronismo hoy está atravesando la misma situación que el radicalismo. Ningún presidente, ni del partido radical ni del peronista, logra disciplinar y unificar a todos los integrantes. Los partidos se han convertido en fragmentaciones territoriales. Al mismo tiempo, Milei no tenía partido político y se hizo presidente de la noche a la mañana, sin necesidad de un espacio.
Después de la crisis del 2001, los partidos políticos entraron en crisis. No teníamos primarias, no existía nada. De ahí vino esta pulverización y atomización de los partidos políticos, que afectó mucho a la UCR. Recordemos que Leopoldo Moreau representó a la UCR apenas con el 3% de los votos. Después vino una etapa de decir que nos cuesta mucho sin liderazgo. En mi época de juventud, siempre había un líder. O fue Frondizi, o fue Balbín, o Alfonsín. Siempre había un liderazgo fuerte. Ni qué hablar en el peronismo, que eran peronistas dependientes. Cuando hay un liderazgo fuerte, como el de Perón, después anduvo en problemas también el peronismo.
Entonces, cuando vino esta crisis, pensamos en avanzar con los frentes electorales. Para eso surgieron las primarias. En el 2009, dijimos que íbamos a dirimir, que no íbamos a trasladar la interna, como hizo Duhalde en su oportunidad, y que íbamos a resolver la interna en un paso previo. Con Milei, que es un líder que vino de la nada, de canales de televisión, sin una sustentación política, se produjo el deterioro de los partidos políticos. Porque en los otros partidos políticos hay un liderazgo bien definido, como el de Cristina, pero que está impidiendo una renovación, que por ahí también están reclamando. Entonces es un liderazgo medio acotado, con un buen piso pero con el mismo techo. El radicalismo lamentablemente no tiene eso.
Jorge Macri se debe estar golpeando la cabeza por impulsar la eliminación de las primarias, con la excusa de que generaba costo. Eso hizo que se rompieran los frentes electorales. Ahora tenemos rotos los partidos y rotas las posibilidades de construir frentes electorales. Por eso Jorge Macri no pudo sumar a la Coalición Cívica, a la UCR, a Horacio Rodríguez Larreta, para pelearla todos juntos y que de ahí surgiera el candidato. Ante esa situación, hoy nos encontramos con un deterioro de los partidos políticos por la falta de liderazgo, y con un deterioro de los frentes electorales. Por eso ahora dicen que no quieren construir un frente. Quieren que firmen un contrato de adhesión y se sumen a La Libertad Avanza.
TV/ff