La Tigresa Acuña habló sobre la polémica que despertó la pelea de boxeo entre la argelina Imane Khelif y la italiana Angela Carini y criticó al Comité Olímpico Internacional (COI) por “permitir que la boxeadora siga peleando” cuando “tiene una ventaja deportiva”. “No vamos a esperar que ocurra una tragedia para tomar cartas en el asunto”, sostuvo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Marcela “La Tigresa” Acuña fue la primera mujer en boxear profesionalmente en Argentina y se convirtió en referente del deporte argentino a nivel mundial.
Alejandro Gomel: Uno de los temas del día es toda la polémica y controversia que se suscitó ayer en el boxeo femenino en el marco de los Juegos Olímpicos, cuando una boxeadora italiana abandonó una pelea contra una deportista de Argelia porque la rival tenía exceso de hormonas masculinas. ¿Cuál es tu opinión sobre esta polémica?
Es bastante complejo lo que se vivió ayer, llama mucho la atención. Esta argelina, el año pasado había sido suspendida o descalificada desde el mundial de boxeo amateur por tener exceso de hormonas masculinas en su cuerpo. Es llamativa la situación en la cual se expuso ayer, donde el Comité Olímpico Internacional permite que esta boxeadora, sabiendo que tiene excesos de hormonas, ingrese a los Juegos Olímpicos, abre la polémica y el debate para saber si se debe o no permitir esta situación.
Desde mi lugar de boxeadora, yo no podría boxear con una mujer que tiene exceso de hormonas masculinas. Ella certifica que es un problema de nacimiento, pero yo digo que tiene ventajas deportivas. Su condición es de mujer, nacida bajo ese género y en la parte del país donde vive no permite chicas trans, pero de por sí, en su cuerpo, tiene una ventaja deportiva, no puede boxear con otras chicas.
Hubo diferentes debates y situaciones en las que me acusaron de discriminarla, yo no la discrimino, me quedo con lo expuesto en la pelea con la italiana y con lo que ella misma dice sobre que tiene exceso de hormonas masculinas.
Román Iucht: La argelina, según la ciencia, tiene una alteración del desarrollo sexual. El Comité Olímpico Internacional le permite boxear, pero la Asociación Internacional de Boxeo no la autorizó. ¿Hay distintos parámetros entre uno y otro? ¿Hay alguna interna?
Sí, hay una interna y esto quedó expuesto ayer, más que nada con el boxeo. ¿Cómo puede ser que un organismo la descalifique y el otro se lo permita? La interna está desde el año pasado cuando el COI intervino criticando algunos fallos y algunos arbitrajes de parte de la IBA (Asociación Internacional de Boxeo).
Lo que a mí me sorprende del COI, porque es el organismo internacional más importante desde el lado deportivo, es que permita esta situación por una interna. Está jugando con la integridad física de mujeres solamente por una interna. El que debería salir a hablar y mandar comunicados debería ser el COI, pero el único comunicado que mandó es que va a permitir que la boxeadora siga peleando en los Juegos Olímpicos, a contracara de todas las críticas que está recibiendo.
RI: Ella es mujer, se siente mujer y tiene genitalidad femenina. Con las mujeres, por una cuestión de fortaleza, vos decís que no debería boxear, pero con los hombres tampoco, ¿en qué lugar queda?
Ayer, cuando salió esta polémica, me crucé con un médico endocrinólogo en uno de los medios donde estuve conversando y decía que esta situación se podría haber evitado si justamente esta chica, ya conociendo esta condición, hubiese hecho unos estudios y un tratamiento para poder bajar el nivel hormonal. Dijo que no llegaría a los parámetros que pide el COI, o que reglamentariamente se solicita, pero que bajaría y demostraría que no está sacando ventaja deportiva.
Es un tema, después hay otros que dicen que no es necesario que altere su cuerpo porque es algo natural, pero en ese caso no puede competir en boxeo, debería buscar otro deporte, porque la ventaja deportiva es consciente.
Alejandro Gomel: Me llamaron la atención las declaraciones de la italiana. Estimo que como boxeadoras están acostumbradas a recibir golpes, pero la italiana afirmó que después de la pelea con la argelina “nunca recibió golpes tan fuertes”.
Al principio, sinceramente, pensé que era una forma de llamar la atención, pero negarnos a pelear es una forma de visibilizar lo que está ocurriendo. El año pasado cuando la descalificaron, no se dio bien el informe sobre lo que había pasado, salió que tenía excesos hormonales masculinos y quedó que tal vez era una chica trans o que sacó ventaja deportiva inyectándose hormonas masculinas, quedó así, nadie hizo polémica. La italiana visibilizó lo que pasaba.
RI: La italiana después explicó que sus declaraciones no tenían que ver con su rival, sino con la autorización del COI…
Estoy totalmente de acuerdo. Como deportista, estaría muy ofendida con esta situación. Lo peor de todo es que el COI, en lugar de revertir la situación, autoriza también a otra taiwanesa, que creo que pelea hoy, y tiene las mismas condiciones que la argelina.
No vamos a esperar que ocurra una tragedia para tomar cartas en el asunto, y mucho menos en este deporte que está tan demonizado con el tema de la agresividad, que nada tiene que ver, y más aún sumale el tema de ser mujer.
El boxeo femenino tuvo mucha resistencia para poder ser incorporado en los juegos Olímpicos, recién tiene solamente cuatro olimpiadas, no puedo entender como ahora aparece este caso, y la verdad que me molesta bastante.
VFT