La filósofa María Luisa Femenías explicó los diferentes tipos de violencia que viven las mujeres en la sociedad: “Hay modos de exclusión y de invisibilización, que son modos de violencia”, detalló en en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1). A su vez, desmintió que la violencia machista resida en una clase social. “No hay una preeminencia de la violencia en una clase social baja”, señaló.
María Luisa Femenías es filósofa, académica, investigadora y escritora feminista. Sus proyectos de investigación incluyen la noción de sujeto e identidad, centrándose en cuestiones de multiculturalidad.
Alejandro Gomel (AG): Podría hacer un balance de todo lo que viene sucediendo en los medios y en la sociedad, a partir de las denuncias de violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández.
Me preocupan varias cosas al respecto. La primera sería que hay muchos comentarios como apelando a ver dónde estamos las feministas en esta situación y realmente creo que hay una distorsión en la comprensión del tema directamente y del feminismo fundamentalmente.
Tendría que ver, a mi criterio, con que se tiene una visión muy restringida de qué cosa es el feminismo. Hace 200 años que las mujeres venimos bregando y yo soy un pequeño eslabón más en una cadena muy larga de mujeres que han luchado por los derechos, por el reconocimiento, por las libertades civiles, personales, etcétera.
Entonces estamos en muchos otros lugares que a lo mejor no nos ven y nunca nos vieron. Sería cuestión de ampliar un poquito el debate, ya que hay muchísimos textos, muchísimos libros y muchísimas investigaciones sobre el tema de la violencia, que por cuestiones de institucionalidad de las personas involucradas ha cobrado una relevancia notable pero es algo que lamentablemente es cuestión de todos los días.
Pasando en limpio qué es el feminismo | Perfil
En una de mis publicaciones yo llamaba “nuestra violencia cotidiana” porque no es algo que ahora aparece como lo extraordinario sino que es algo lamentablemente más usual, más común, más habitual, al punto de que a veces está tan naturalizada que hay muchas formas de violencia que no se ven. Se ve el golpe, el moretón, el brazo roto, la pierna enyesada pero no se ven las formas sutiles que de alguna manera están por debajo de ese tipo de situaciones, las encubren y las habilitan.
Un problema transversal a la sociedad
AG: ¿Esto muestra lo transversal de la problemática, tanto en lo social como en lo económico?
Totalmente, porque los estudios que se han hecho muestran, y estoy hablando de nuestro país pero también en el exterior, donde a lo mejor se invierten otras partidas presupuestarias para investigar estas cosas, que no hay una preeminencia de la violencia en una clase social baja, como a veces se quiere hacer ver, sino que atraviesa todas las clases sociales.
En algunas es más fácil encubrir, porque hay medios económicos para hacerlo. En otras está mucho más expuesta por las características mismas de mujeres y varones involucrados. Pero, lamentablemente, atraviesa, como decís muy bien, transversalmente todas las clases sociales. Y hay relativamente pocos estudios respecto de lo que yo llamo las modelizaciones de la violencia.
Lamentablemente, violencia es un término muy amplio que abarca un arco extremo de aspectos, pero que pasa desde violencia simbólica, violencia económica, violencia institucional, la llamada doméstica, no es un término que a mí me guste demasiado, y, en general, formas más expresas, como un golpe o una rotura de un miembro. Pero hay modos de exclusión y de invisibilización, que son modos de violencia.
Elizabeth Peger (EP): ¿Más allá de lo que tiene que ver con la denuncia puntual de la ex primera dama contra el expresidente, me pregunto si la proliferación, visibilización y multiplicación de difusiones a través de los medios que involucran mujeres que han tenido algún tipo de vínculo con el expresidente, no es por parte de la violencia de las redes y de los medios, justamente hacia el rol de las mujeres?
Como decían ustedes cuando me presentaron, yo me dedico a la filosofía, entonces más que el caso puntual que tiene visibilidad por el nivel institucional de quienes están involucrados me interesa señalar que no es un caso atípico, es un caso lamentablemente frecuente.
Precisamente esta “espectacularización de la violencia”, el término es de Michela Marzano que es una italiana que ha investigado muchísimo el tema, genera obviamente una visibilidad, una difusión, llena horas y horas de de redundancia sobre un mismo tema y genera dos lugares posicionales: el victimario y la víctima como lugares aislados respecto de contextos sociales y situaciones que pueden ser políticas y económicas en general.
Me interesa señalar que se pone el foco en el espectáculo como bien de consumo, lo cual también es una forma de violencia porque es una forma de cosificación de la situación. Es decir hay como varios niveles ahí: se cosifica la situación, se genera un victimario y una víctima sin matices, se instala ambos en un lugar fijo y se esencializan en general los lugares, lo que hace muy difícil después ver a las personas “tridimensionalmente”.
En ese sentido, queda como una foto fija donde hay toda una película y donde hay todo un entorno encubridor y facilitador de esa violencia por acción o por omisión. Claro, en este caso es como que tiene una lupa y lo podemos ver amplificado, pero es algo es un esquema que se da con muchísima frecuencia en muchísimos niveles que tienen menor capacidad de espectacularidad.
Es como si acá dijéramos esto tiene un grado máximo de espectacularidad por quienes están involucrados pero las condiciones son las mismas para muchísimas otras mujeres que además quedan en el anonimato y donde quedan como fijadas en “la víctima”, sin capacidad de resiliencia, sin capacidad de olvido, sin capacidad de recuperación, sin capacidad de reparación, etcétera.
Jorge Rial defendió a Beto Casella tras el escándalo con Tamara Pettinato: "La decisión es perfecta"
EP: ¿No te preocupa que la espectacularización y la cosificación de esta situación termine siendo un marcha atrás en el avance de políticas de género en la Argentina?
Las políticas de género de la Argentina son de una discontinuidad que va en paralelo con la política en general de la Argentina. Es decir, no tenemos nunca un proyecto a 10 años, 15 años o 50 años, como se hace en otros lugares del planeta, sino que todo va de contragolpe e inmediatez. Entonces, en esta situación de inmediatez actual, sí, yo creo que opaca otras cosas que de alguna manera puede llamar a un retroceso, porque se ha hecho un recorte muy limitado de qué cosa es el feminismo.
Laura Masson: “Si hablamos de género y no hablamos de poder, no estamos hablando de género” | Perfil
Y a las mismas personas, sobre todo a las mismas mujeres que son detractoras del feminismo, les diría, vos estás estudiando, vos tenés un cargo, vos tenés visibilidad pública y vos ganás un salario más o menos a la par de un varón, precisamente porque hay un feminismo en la Argentina, por lo menos desde finales del 2019, que ha luchado para que eso sea así y haya liberación e igualdad en la educación, en la economía, en la patria potestad de los hijos, en la posibilidad de divorcio, en la posibilidad de conseguir empleos dignos, en poder administrar las propias herencias, etc.
Es decir, estoy haciendo un racconto de leyes que vienen del principio del siglo XX a la actualidad. Y eso no lo hicieron en general, yo diría, por regalo gracioso de quienes poseen el poder, porque el poder nunca se cede gratuitamente, sino que fueron luchas fuertes.
Hay que recuperar toda esa historia y esa trayectoria y no limitar en los últimos años, en el último minuto, qué cosa sea el feminismo. Le quita densidad, le quita memoria, le quita historia y le quita la profundidad que ha tenido en el país para la recuperación de igualdad, de sistemas democráticos, de derechos humanos. Y eso es fundamental.
Denuncia contra Alberto Fernández: Fabiola Yañez entregó a la Justicia los chats con Ayelén Mazzina
AG: ¿Entonces, es un momento de retroceso en eso que se había logrado?
No lo sé, va a depender de que se modifiquen o no leyes que se han alcanzado. Y ahí es donde la sociedad es la que tiene que, de alguna manera, poner los límites. Es decir, una sola voz no va a ser demasiado, pero muchas voces, donde se defienda lo que se ha logrado, me parece que es fundamental.
Entonces, no sé si habrá o no habrá retroceso. En mi caso, yo daría una voz de alerta. Miremos dónde estamos. Miremos, no el último segundo, sino toda la trayectoria de los logros que se han obtenido. Y estoy hablando a lo largo de nuestra historia, que es más o menos breve, rica, compulsiva y controversial, y veamos, varones y mujeres, qué estamos dispuestos a ceder en este tipo de avances en los derechos. Porque acá lo que a mí me parece fundamental es no rescindir derechos.
AO FM