Tres días a puro concierto, más de 12 horas diarias de música, cuatro escenarios, más de 100 mil personas por día; eso fue el Lollapalooza 2023 que tuvo a Billie Eilish como invitada en el último día. El domingo hubo conciertos para todas las edades: tocó Diego Torres, María Becerra y cerró Skrillex.
Esta jornada fue la única en la que la lluvia interrumpió el cronograma, a las 16.45 las bandas que estaban programadas debieron esperar que pasara la tormenta para evitar accidentes, pero a las 17.30 se comenzaron a acercarse al escenario principal los que vinieron a ver el show más "díscolo" de la programación: Diego Torres.
Entre el público se encontraban más grupos familiares, madres e hijas, parejas, de todos modos el promedio de edad seguía siendo sub 30. "Vinimos a ver a un hombre de 50 años que no conocemos", comentaban unos chicos de alrededor de 20 años. Uno de ellos se fue a la segunda canción, la chica se quedó hasta el final.
Diego Torres brindó un show lleno de clásicos, su banda sonó impecable y el cantante se permitió reírse de la diferencia de edad entre él y quienes estaban debajo del escenario.
Ya entrada la noche fue el turno de María Becerra. “La nena de Argentina”, brindó un show musical, con banda en vivo,, bailarines y una producción casi a la altura de Rosalía. La jovencita pisó con fuerza el escenario que le tocaba dejar antes que llegara Billie Eilish.
"Más feliz que nunca"
El show de Billie Eilish se hizo esperar más allá del horario que tenía programado porque el personal del festival debió convencer al público a que se alejara de las vallas para evitar que nadie sufriera asfixia. Es que se trataba de una multitud que no quería perderse a la jovencita que visitaba por primera vez la Argentina.
La artista de 21 años saltó al escenario para cantar "Bury a friend" y la gente se dejó atrapar por el carisma de la estadounidense. Sin gran puesta, con músicos en escena -entre ellos su hermano-, con un vestuario simple, fue la cantante que más público tuvo a sus pies.
Eilish adquirió fama como artista cuando tenía 13 años con el tema "Ocean eyes" que se publicó en 2015 en SoundCloud y volvió a lanzarse con un vídeo musical en YouTube en 2016, a la edad de 14 años. Luego, en 2017, publicó su EP Don't Smile at Me, producido por su hermano mayor Finneas O'Connell.
Su caso es una muestra de que la calidad, a veces, le gana a las campañas de marketing, porque su primer suceso fue a raíz de un tema subido a una plataforma, grabado en su casa con su hermano para una clase de baile. Ni managers, influencers, empresas discográficas ni nadie podría haber logrado lo que consiguió Eilish gracias a la belleza de su arte y la producción de su hermano.
"Happier than ever" fue la canción que eligió para despedirse y así quedó el silencio la octava edición del Lollapalooza. Algunos se quedaron a bailar la música de Skrillex, pero la mayoría prefirió retirarse con el eco dulce de Eilish en su cabeza.