OPINIóN
Columna de la UB

Fortalecer la educación para abatir el desempleo

La educación es clave para fortalecer el empleo y los salarios. Está aumentando en las últimas décadas la desigualdad salarial según el nivel educativo.

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Atención. Será necesario cuidar del daño psicológico que sufrieron niños. | cedoc

El mundo globalizado es ya un escenario muy complejo, con grandes oportunidades, pero también con grandes desafíos. Esto requiere mejorar y extender el sistema educativo, cubriendo todas las etapas etarias de los niños, adolescentes y también de los jóvenes. La educación es clave para fortalecer el empleo y los salarios. Está aumentando en las últimas décadas la desigualdad salarial según el nivel educativo.

Entre las variables que impulsan el aumento de la brecha salarial, la de mayor importancia es el cambio tecnológico sesgado en favor de empleos calificados. El efecto del progreso técnico pesa, en el conjunto de fuerzas determinantes de la desigualdad salarial, más que la suma de los otros factores.

Juventud, educación y trabajo

En esta fase histórica de la globalización es crucial la capacidad de las personas para adquirir, procesar y aplicar conocimientos en un mundo laboral con acelerada transformación de las destrezas. El escenario del trabajo se replantea de manera permanente, ya que para mantener la competitividad no alcanza con la especialización en los saberes presentes, sino que es imprescindible la capacidad de adaptación a una frontera tecnológica en rápida transformación.

Es grave el peligro de una segmentación social, entre quienes se incorporan capacitados a la nueva sociedad tecnológicamente avanzada y quienes quedan excluidos, y por lo tanto marginados de los beneficios del incremento global de la productividad. Esta segmentación laboral amplía la brecha de remuneraciones entre personal calificado y no calificado.

Educación y trabajo

Nuestra acumulación de capital humano calificado es menor que en otros países y es insuficiente para enfrentar los desafíos científicos y tecnológicos, ya que el crecimiento económico no depende hoy de los recursos naturales sino de la acumulación de capital humano. Los países que estimulan inversiones en activos logran mayores tasas de incremento en su producción, siendo importante el incremento del capital humano acumulado por la educación.

La mayor parte de los empleos creados en nuestro país en los últimos años requiere de estudios secundarios y universitarios, lo cual explica la creciente diferencia en la desocupación según el nivel educativo. El nivel educativo secundario se está transformando en el piso establecido por la mayor parte de las empresas para el reclutamiento de su personal. Se están eliminando empleos no calificados y aumentando la demanda por trabajadores con mayor educación. La creciente segmentación del mercado laboral en función del nivel educativo va generando núcleos duros de desocupados.

Pandemia: el futuro de la educación, el trabajo y la producción

El nivel educativo se transformó en la llave de acceso al empleo productivo. Las condiciones laborales actuales hacen que en nuestro país una parte significativa de la población se encuentre imposibilitada estructuralmente de obtener un buen empleo dado su nivel de instrucción. La posibilidad de que una persona de bajo nivel de instrucción esté desempleada es mucho mayor que la de alguien con estudios universitarios completos. Los que tienen más educación son los que ganan mejores salarios, los que trabajan en empresas más sólidas y grandes y los que tienen más estabilidad laboral. Desde ya que un alto nivel educativo no asegura un buen empleo, pero un bajo nivel garantiza un mal empleo o bien la desocupación estructural.

Es hora de implementar una política educativa de calidad y con inclusión social, para asegurar la igualdad de oportunidades; esto exige que el objetivo debe ser tanto la igualdad como la calidad de nuestra educación, entendiendo que las decisiones educativas correctas son las que apuntan a capacitar a nuestros niños y adolescentes para afrontar este siglo de los conocimientos y de los avances científicos y tecnológicos.

El mundo laboral transforma a la educación superior

Nuestro sistema educativo avanza hacia la consolidación de un modelo socialmente regresivo, situación que se agrava por esta pandemia global, que afecta más a los alumnos de los barrios más humildes, que tienen menos acceso a los recursos tecnológicos para reemplazar el obligado cierre de las escuelas. No es fácil crear trabajo productivo y estable para quienes están marginados de la educación. El nivel educativo es esencial para determinar el ritmo de crecimiento del empleo y del futuro nivel de vida de la población. Por esta razón, sin buena educación para todos, la justicia social es una ilusión.

 

* Alieto Guadagni. Director del Centro de Estudios de la Educación Argentina de la Universidad de Belgrano.