El Plebiscito Nacional del domingo 25 dejó un mandato para el cambio de la Constitución chilena. Pero el acto cívico trascendió los contenidos de la convocatoria. En un contexto restrictivo, con rebrotes de contagios en tantos países, la sociedad chilena venció el temor al contagio y salió masivamente a expresar su voluntad de cambio.
En contra de las previsiones iniciales, la ciudadanía batió sus propios récords de concurrencia a una votación no obligatoria. Cabe recordar que la baja participación, cercana al 50 %, fue tendencia predominante desde que, en 2012, se estableciera la votación voluntaria.
Numerosos reportes de lo ocurrido el domingo 25 destacan la notable presencia jóvenes. Sus declaraciones indican que ellos son un factor importante de la voluntad de cambio. Por su parte, las declaraciones recogidas entre los concurrentes, sin importar su edad, expresan un alto nivel de desconfianza hacia las elites políticas.
La sociedad chilena venció el temor al contagio y salió masivamente a expresar su voluntad de cambio.
Esto último se refleja también en los resultados preliminares de la votación con respecto a si la futura Convención Constitucional será conformada exclusivamente por ciudadanos elegidos para tal fin -con composición paritaria entre hombres y mujeres- o por un 50% de legisladores y un 50% de constituyentes electos, resultados que favorecen la primera opción, contraria a la participación de la dirigencia política en la futura Convención.
En lo sustantivo, la voluntad de cambio de la ciudadanía chilena apunta a construir una sociedad diferente, retomando a través de la reforma constitucional una serie de reclamos motivados en el alto nivel de desigualdad que afecta al país y la exclusión de los sectores de menores ingresos del acceso a la salud, a la educación y a otros servicios esenciales como así también a las oportunidades de progreso, en una sociedad que ha tenido una de las economías más dinámicas de la región a lo largo de décadas.
La votación y las características que rodearon al acto cívico indican también que la gran mayoría de la población chilena respalda un camino de diálogo y no violencia para alcanzar esos objetivos
La votación y las características que rodearon al acto cívico indican también que la gran mayoría de la población chilena respalda un camino de diálogo y no violencia para alcanzar esos objetivos. Esto no descarta que en el camino a la Convención Constituyente haya numerosas demostraciones masivas. La ciudadanía chilena, como la de tantos países de la Región, tiene una acendrada tradición de expresarse a través de su presencia en las calles.
*Profesor de Ciencia Política y RRII de la Universidad Austral, Universidad Nacional de La Matanza y UBA.
