Se cumplen ocho años del #NiUnaMenos que marcó un antes y un después en la sensibilidad social y en la búsqueda de visibilizar la dignidad de las mujeres y luchar contra la violencia. Cada vez que se aproxima un nuevo aniversario de este día, se me viene a la memoria el día que hablé con Verónica Camargo por primera vez.
Estaba escribiendo un Manual sobre educación sexual, para adolescentes, y alguien me sugirió entrevistarla. Accedí inmediatamente porque, antes de conocerla, su lucha ya me conmovía y, aunque trabajo en investigación, estaba segura de que su testimonio podía aportar tanto –¿o más?– como los datos científicos. Verónica, con una voz calma y una apertura franca, me atendió el teléfono y conversamos un largo rato sobre distintos mensajes que quería transmitir a los adolescentes.
Por el impacto que me generó, recuerdo todo de esa conversación, a pesar de no contar con muy buena memoria, incluso me acuerdo dónde estaba el día que hablamos, cómo estaba el clima, en qué rincón de ese jardín me paré, dónde anoté todo lo que me iba diciendo. Me encontré con una madre que había perdido a una hija de 14 años asesinada y que no buscaba venganza. Todavía me hacen eco las palabras con las que terminó la entrevista: “siempre pienso que el sentido de todo esto que pasó con Chiari es poder hacer el bien y trabajar con adolescentes y jóvenes para poder prevenir estas situaciones y transmitir valores”.
Este 3 de junio, nos moviliza a pensar en esos pendientes que tenemos las sociedades con las mujeres
Ese corazón de madre, que es capaz de salir del dolor para evitarle el dolor a otras madres, nos pone de cara a este nuevo 3 de junio, y nos moviliza a pensar en esos pendientes que tenemos las sociedades con las mujeres.
Al compromiso y las acciones para prevenir la violencia y las agresiones sexuales, se suma una lista larga, y podríamos mencionar muchas cosas más. Voy a detenerme en tres pendientes que necesitamos seguir trabajando para que ese grito del 3 de junio mantenga su eco en un plan de largo plazo.
Mujer-objeto: la pornografía, extendida a lo largo y ancho del mundo, pone cada vez más sobre la mesa una violencia hacia la mujer disfrazada de tendencia, disfrazada de placer, disfrazada de goce. Así, millones de adolescentes y de adultos en todo el mundo van acostumbrándose a ver un tipo de sexo despersonalizante y violento. ¿Cómo podemos promover respeto hacia la mujer mientras masivamente la industria del porno nos sitúa en una posición de vulnerabilidad, de sometimiento, de objeto?
Mujer-madre: las políticas públicas avanzan cada vez más hacia la igualdad, apoyándonos a muchas mujeres a desarrollar nuestro potencial y talento en una carrera profesional. Sin embargo, existe un gran pendiente. El mismo péndulo que antes situaba a la mujer como exitosa con el rol exclusivo de la maternidad, hoy tocó el otro extremo, y sitúa a la mujer exitosa en el rol exclusivo profesional. ¿Cómo promovemos más posibilidades para las mujeres que buscan desarrollar su talento y también ser madres?
Los tres verbos de la ESI: prevenir, promover y atender
Mujer-amor: los femicidios y las relaciones tóxicas, activan múltiples campañas de sensibilización para que las mujeres que están en situación de violencia puedan acceder a una red de contención. Avanzando un paso más, muchas mujeres tenemos también un anhelo que va más allá del no-maltrato. Y tiene que ver con el amor, con un proyecto relacional y familiar, donde el cuidado y el amor sean una realidad cotidiana. ¿Cómo promovemos vínculos sanos y profundos, en un momento social en el que el otro es visto como una amenaza?
Aunque son reflexiones que debieran estar presentes (como tantas otras más) en nuestra cotidianidad, es verdad que el 3 de junio es una ocasión especial para recordarlas.
Que ese grito se escuche hoy y su eco resuene. Así todas volvemos a decir, cada una con su acento personal, pero unidas un mismo objetivo: #NiUnaMenos. Y renovemos también nuestro compromiso con el reconocimiento de todas las situaciones que vulneran a las mujeres, y de todos los anhelos que no están encontrando dónde hacer nido.
*Psicóloga investigadora y directora de los estudios sobre educación sexual de la Universidad Austral.