OPINIóN
Expectativas 2021

Superar la grieta

En un mundo cada vez más fragmentado, con un aparente "agotamiento de la democracia, se espera que los políticos construyan nuevos diálogos para que la Argentina salga adelante.

Frío saludo entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner
Frío saludo entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner | Joaquín Temes.

Recuerdo que hace varios años, me impactó una conversación que mantuve con el filósofo jesuita Jean Yves Calvez. En ella, me decía que, no sólo asistíamos al ocaso de las ideologías, sino que la democracia occidental, tal cual la conocemos, estaba agotada.

Quizás este aparente "agotamiento" de la democracia, a la que él se refería, sea una de las principales razones de la multiplicación  de problemas económicos, políticos y sociales sin solución en todo el mundo y particularmente en nuestro país. Frente al cambio epocal extraordinario, la política (como la educación) pareciera no haber promovido cambios significativos.

Por eso me preguntó: ¿Será posible innovar a nivel político y social? Vivimos un mundo cada vez más interdependiente (tal como demostró el Covid-19) y al mismo tiempo, cada vez más fragmentado. Los sistemas políticos y sociales no alcanzan a resolver aún demasiados problemas y desafíos que plantea una sociedad en permanente cambio. La tecnología obliga a repensar el futuro del trabajo y está modificando muchas prácticas de convivencia. La larga cuarentena además, profundizó estos cambios. Aumentó la pobreza y la desigualdad.

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En este contexto, el Papa Francisco decide publicar su tercera encíclica. No es un documento religioso, ni sólo para los católicos. Es fundamentalmente un aporte para todos los hombres y para toda la sociedad. Actualiza el pensamiento milenario de la Iglesia sobre la convivencia humana, pero tiene un aporte innovador.

Creo que es muy disrruptivo el concepto de "amistad social" y es muy apropiado para repensar y aplicar especialmente en Argentina.

La pertenencia a un pueblo determinado supone compartir no sólo el espacio geográfico, el idioma y algunas prácticas, sino fundamentalmente la cultura, un sistema de valores  y la imagen del futuro. A pesar de las "grietas", en esto estamos los argentinos.

En este contexto surge la propuesta de amistad social como un nuevo paradigma de entendimiento social, de práctica ciudadana, de gestión de gobierno y de consolidación de una nueva democracia.

Surge la propuesta de amistad social como un nuevo paradigma de entendimiento social, de práctica ciudadana, de gestión de gobierno y de consolidación de una nueva democracia

Amistad según el diccionario es: “Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.”. El gran desafío es elaborar una propuesta concreta desde esta perspectiva, vinculándola con la problemática política y  social.

Si bien hay varios antecedentes que podríamos aplicarle, ninguno termina de definir con precisión lo que verdaderamente supone el concepto. Obviamente se inspira en la conducta orientada a la gratuidad sobre la cual no se espera recompensa alguna, más que el contribuir al afianzamiento de un clima diferente de tolerancia ciudadana y construcción social.

La Amistad social incluye sin duda el principio de fraternidad y por eso en el documento aparecen juntos, pero lo completa y perfecciona y se proyecta en una nueva dirección.

La amistad social también supone la difusión de un clima de reconciliación, porque parecería imposible la verdadera reconciliación si no impera un ambiente de amistad social. Por eso el tema nos ha costado tanto que se asuma a nivel de la sociedad.

Obviamente que también incluye al bien común, a la práctica del diálogo, a la tolerancia y a la aceptación de la diversidad.

Pareciera necesaria también la amistad social si queremos lograr construir una paz social real y duradera.

El Estado es el responsable natural de garantizar el clima de amistad social entre todos los argentinos y los gobiernos deberían ser los principales multiplicadores de espacios de encuentro y diálogo

Entonces, porque somos dependientes unos de otros (más dramáticamente en estos tiempos) y estamos obligadamente llamados a vivir en sociedad, podemos sostener que la amistad social es un vínculo que relaciona positivamente a los hombres en la vida política y social buscando hacer algo más que un simple pacto de no agresión. Es la capacidad de caminar juntos construyendo la patria en la hermandad, la concordia y la fraternidad. Nunca más vigente ahora aquel deseo de los jóvenes de los años '80 de "construir  juntos una patria de hermanos".

El Estado es el responsable natural de garantizar el clima de amistad social entre todos los argentinos y los gobiernos deberían ser los principales multiplicadores de espacios de encuentro y diálogo para que esta amistad social prospere entre las personas y los diferentes sectores de la sociedad. Pero es también cada ciudadano y las organizaciones de la sociedad civil, comprometidos en la construcción de una Argentina más inclusiva, quienes, con su conducta y comportamientos, ejerciten concretamente esta filosofía social.

Me pregunto si nuestros políticos comprenderán los alcances de esta amistad social y si estarían dispuestos a vivirla.

Es bueno que en este tiempo cercano a las festividades de la Navidad y de fin de año nos preguntemos:  ¿Seremos capaces en 2021, desde una cultura del diálogo, del encuentro y la amistad social, superar las dolorosas grietas que nos dividen y lograr "que la Argentina, finalmente, se ponga de pie esta vez"?

*Doctor de la UBA en Ciencias Sociales.