OPINIóN
ECONOMISTA DE LA SEMANA

La empresa es clave para el desarrollo, crear empleo y superar la pobreza

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Competitividad. Tan solo trescientas empresas en la Argentina tienen eficiencia internacional. | cedoc

La empresa es clave para el desarrollo. En la Argentina presenta un escenario muy contradictorio. Por una parte, existen unas trescientas empresas que tienen eficiencia internacional, con capacidades que solo poseen menos de diez países entre los 170 que están fuera del universo de las sociedades más desarrolladas. Por otra parte, estas productividades no están difundidas en las 600 mil que se desenvuelven en el país. El resultado final explica el estancamiento secular y los aumentos de pobreza que nos caracterizan. Un desafío ineludible es superar esta contradicción replanteando el papel de la empresa en la economía.

En la última década el desempeño económico y social ha sido decepcionante generando un país más pobre social y productivamente. Además de las fragilidades institucionales y de consistencia macroeconómica, entre algunos de los indicadores que reflejan esta situación se destacan:

◆  el PBI per cápita ha dismuido cerca del 15%, con una caída de la productividad.

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◆  en el mercado de trabajo, ha disminuido la cantidad de asalariados formales en el sector privado; creció el empleo público y la informalidad, en particular entre los jóvenes que supera el 60%; a su vez, han caído un 15% los salarios reales.

◆ las exportaciones han disminuido un 30%, solo participamos en el 0,3% de las exportaciones mundiales, existen unas 7 mil empresas exportadoras –3 mil menos de las 10 mil previas–, solo 400 firmas exportan más de US$ 10 millones anuales y solo ochenta superan los US$ 100 millones anuales.

◆ los gastos de Investigación y Desarrollo solo representan el 0,5% del PBI y el sector privado está por debajo del 0,2%, explicado por unas seiscientas empresas, de las cuales sesenta representan el 80% de los gastos privados en I+D.

◆ la inversión extranjera ha perdido enorme espacio a nivel mundial y es muy escasa.

◆ la tasa de inversión promedio es del 15% del PBI, desplomándose en los últimos dos años, para no cubrir la amortización del capital.

◆ más del 40% de la población está por debajo de línea de pobreza y según Unicef la pobreza infantil es del 62,9%, abarcando 8,3 millones de niños y jóvenes.

El crecimiento de largo plazo se explica en gran medida por la capacidad que tienen las economías para generar e incorporar conocimientos y tecnologías. En este sentido, resultan elementos clave la educación y el entrenamiento de la mano de obra, los cambios en la organización de la producción y la calidad institucional. Se trata, en suma, de desarrollar capacidades locales para cerrar las brechas de productividad que separa a nuestro país  de las naciones avanzadas. Los marcos macroeconómicos consistentes, para sostener los equilibrios externos, fiscales y de financiamiento, son la condición necesaria para el desarrollo. Pero a su vez, una estrategia de desarrollo debe incluir explícitamente el fortalecimiento de las capacidades empresariales, con incentivos y reglas de juego que propendan las decisiones de inversión en el largo plazo, el desarrollo de las ventajas competitivas dinámicas y permitir una mayor cohesión social a través de la igualdad de capacidades y oportunidades, en el marco de una sólida construcción institucional.

Poner todos los incentivos y disminuir las incertidumbres asociadas a la volatilidad para fortalecer el proceso de inversiones es fundamental. Invertir significa tomar una decisión en el presente que compromete el futuro. Es un hecho trascendental en la estrategia empresarial en el cual se adquieren máquinas y equipos específicos que no tienen otra posibilidad de uso por décadas; que requieren simultáneamente el reclutamiento y calificación de los recursos humanos; desarrollar capacidades tecnológicas; insertarse en los mercados internacionales; crear y fortalecer firmas proveedoras; disponer de energía; entre otros factores, lo que requiere a su vez disponer de un mercado de capitales que le brinde el financiamiento a largo plazo. Asimismo, las firmas evalúan en la toma de la decisión de inversión el flujo de ingresos futuros en las próximas décadas a valores presentes, para lo cual deben tener horizontes previsibles que mejores sus expectativas.

La cooperación pública-privada juega un papel de primera magnitud en los Sistemas Productivos. Deben tener como objetivo central la construcción de Confianza (trust) y alargar los horizontes de certidumbre en la toma de decisiones de inversión y el desarrollo de las bases de negocios. Esta debe articularse en un proceso de coevolución de la producción y la institucionalidad y en la construcción permanente de un nuevo marco, con la participación de las organizaciones empresariales, de los trabajadores, del Sistema Nacional de Innovación y el ámbito educativo. El Estado tiene que desarrollar políticas públicas, tienen que tener en su Evaluación su carácter distintivo. Estas evaluaciones de impacto y desempeño, considerando los objetivos propuestos (productividad, empleo, exportaciones, etc.), deben abarcar los instrumentos existentes y los nuevos, una evaluación ex ante y monitoreo durante la implementación de los incentivos. De acuerdo a las conclusiones que generen, deben replantarse, adaptarse y complementarse la batería de incentivos para estar alineados con el desarrollo de los Ecosistemas en la búsqueda del beneficio social.

Un desafío adicional a tener en cuenta son las nuevas condiciones planteadas por la denominada Industria 4.0 y los impactos de la pandemia. Los cambios en electrónica, biociencia, nanotecnología, internet, energías renovables y otras áreas, han convergido en el presente en cambios radicales en los métodos de producción, comercialización y consumo, muchos de los cuales se han acelerado por la pandemia. La difusión de la digitalización y la conectividad, aumentando el teletrabajo, con tecnologías de automatización y robótica, para crear valor en cadenas de producción inteligentes están rodeadas de nuevos conceptos como Inteligencia

Artificial, Big Data, que están transformando a la sociedad. Sus impactos en la productividad y la equidad son enormes y replantean nuestra normalidad. En particular, sus efectos sobre el mercado de trabajo y los requerimientos de competencias y habilidades requieren esfuerzos de primera magnitud en la formación educativa formal y la capacitación en el sistema productivo.

*Profesor de la Universidad Torcuato Di Tella y UBA.