OPINIóN
Pandemia de Coronavirus

Desarrollo urgente para un país digital

La política digital ya no es una opción, asumamos el desafío de cara a la única finalidad que tiene una comunidad Govtech: mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

¿Se pueden caer las redes de telefonía e internet?
¿Se pueden caer las redes de telefonía e internet? | cedoc

De un minuto para otro, el caos se hizo presente, se manifestó en la forma de una de las peores pesadillas en el marco de la emergencia sanitaria, interminables colas de jubilados queriendo cobrar sus haberes y haciendo trizas la estrategia de contención del COVID-19. Los culpables de esta potencial catástrofe parecen ser fácilmente identificables, pero la lista va más allá si tomamos el enfoque de la tecnología, descubriremos que es más grave de lo que creíamos. 

La aplicación de tecnología en el Estado no es algo nuevo. Desde que los gobiernos son gobiernos han hecho uso de la tecnología como herramienta disponible para consolidar su presencia y mantener el control de los procesos. Sin embargo la revolución digital que se desató desde la aparición de internet, y que trajo consigo palabras cargadas de poder como conectividad, digitalización o ciberseguridad

El desarrollo digital hace años que dejó de ser una opción. La implementación de herramientas y Tecnologías de Información y Comunicación (TIC’s) es uno de los ejes de desarrollo estratégico de cualquier nación. Pero el desarrollo de políticas públicas efectivas en materia de TIC’s no se logra solo con lanzamientos de títulos rimbombantes como "agenda digital" o "modernización". En los últimos años, Argentina viene arrastrando un estado deudor importante, y cada día que pasa esa brecha se incrementa más.

Gobierno versus tecnología, un KO anunciado

El desarrollo de las TIC’s, infraestructura incluida, permite crear nuevas herramientas para acercar los servicios a la gente, resolver trámites burocráticos desde cualquier dispositivo, solicitar ayuda o servicios desde la seguridad del hogar, acceder a servicios de telemedicina. Es decir, llevar el gobierno y sus servicios a la palma de la mano de cada ciudadano, incluidos nuestros adultos mayores.

La conectividad es el primer paso para una politica digital efectiva. El mundo transita hoy sobre el camino del 5G, el cual ya funciona en 24 mercados según datos de GSMA de marzo de este año. Nuestros vecinos Chile y Brasil tienen listas sus licitaciones de 5G y están a las puertas de una inversión mayúscula en infraestructura. Mientras tanto, en Argentina ni nos planteamos la cuestión, aun no sabemos cómo terminar de desplegar el 4G y el 2G sigue siendo el rey de buena parte del país.  

En los últimos años, nuestros funcionarios -incluso aquellos que se jactaron de promover el desarrollo tecnológico- no debatieron en comunidad la importancia del despliegue de conectividad. Si consultamos a los 2034 intendentes que hay en Argentina, aseguro que nos enfrentaríamos a la triste realidad de que casi ninguno fue consultado a la hora de pensar una agenda digital federal.  

El despliegue de conectividad es un asunto estratégico, el acceso a Internet y las habilidades para hacer uso de ella es un derecho establecido por  Naciones Unidas desde el año 2011. Pero además la realidad hoy nos demuestra amargamente los problemas de no pensar este tema en términos estratégicos. 

Necesitamos urgente una Agenda Digital Consensuada. El llamado es comunitario y se resuelve con una multiplicidad de actores. Necesitamos avanzar ya en una comunidad Govtech (gobierno y tecnología) que incluya el sector público, privado, universidades y sociedad civil. 

El Estado debe asumir urgente su rol convocante en este tema, pero entendiendo y comprendiendo quiénes son todos los actores. No puede haber solución si la respuesta no es comunitaria. La política digital ya no es una opción, asumamos el desafío de cara a la única finalidad que tiene una comunidad Govtech: mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.   


 

(*) Cofundador de Iniciativa Govtech: “GovCodeSchool”