En la vida, si hay algo que todas las personas debemos hacer es: atrevernos a más y en ese atrevimiento conquistar nuestros sueños. Todos queremos crecer, muchas veces no sabemos cómo hacerlo, por eso es bueno contar con mentores que nos ayuden.
En ocasiones se piensa que crecer es vertical, escalar posiciones, gerenciales/ejecutivas, pero se crece no solo verticalmente, también se puede hacer en forma horizontal, se puede crecer ampliando el conocimiento; una persona puede convertirse en un experto en algún área o ser un generalista, en ambas situaciones crece y se convierte en referente para ser consultado. Créanme, muchas veces, estos referentes pueden acceder a tener mayor compensación y beneficios que un ejecutivo, lo importante son sus logros.
Bien, pero hoy quiero que conozcamos la diferencia entre un habilitador y una habilidad. Para crecer primero debemos abrir la puerta, subir la escalera, cruzar la calle, desarrollar una acción. En mi libro de Liderazgo se escribe con C (de corazón) desarrollo 6 habiitadores. El primero es decidir, sin decisión no hay nada, no se puede avanzar.
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Hoy les escribiré de un segundo habilidador: saber vender. Hoy en día muchas personas no se preocupan por aprender a vender, no sabemos hacerlo, y lo que es peor aún, no queremos hacerlo. Nuestros mandatos internos nos alejan de esa actividad, vender tiene mala prensa.
Vender según el RAE es traspasar a alguien una propiedad que uno posee, o exponer y ofrecer mercancías. Hay mas definiciones, pero deseo que nos detengamos acá, pareciera que vender se restringe a un camino en una sola dirección, traspasar, exponer, ofrecer, pero ¡no! ¡Permítanme disentir! ¡Porque de eso se trata el mentoring! ¡Para desafiar el status quo! ¡Para explicar en términos sencillos algo! Vender se trata en principio de saber escuchar.
¿Qué? ¿Vender es saber escuchar?
Sí, y les explico porqué. Si saben escuchar podrán conocer las necesidades, problemas de los demás, entenderlos, desarrollar un vinculo con el otro buscando una solución, y motivar conversaciones que genere el interés necesario.
Hay que saber preguntar, hay que aprender a desafiar. Un desafío es, muchas veces, una pregunta sin resolver. Entender, y en detalle, lo que el otro necesita. Recién comprendiendo la necesidad del otro podremos lograr un vínculo, y a partir de ahi establecer alternativas de solución.
Si nuestros productos y/o servicios resuelven el problema, entonces estamos vendiendo. Ustedes podrán preguntarme cómo lograr un ascenso también, ¿cierto? Pues bien, escuchando las necesidades de nuestros superiores, de nuestros colegas, de los clientes, proveedores, del mercado mismo. Aquél que soluciona, crecerá, pero deberán saber pedir la oportunidad, el ascenso, tendrán que estudiar el valor que dan, entender si quieren aumentos de sueldo, oportunidades de capacitación, beneficios como, auto, horarios, cambios en la obra social, una oficina nueva, hay decenas de detalles, que deberán imaginar para poder solicitarlo.
Crecer también se trata de imaginar claramente el siguiente paso de nuestras carreras e ir por ello hasta obtenerlo. Hay decenas de formas de vender, recordemos cuando hemos comprado algo con felicidad…seguramente el vendedor nos hizo dar una vuelta con ese auto increíble, o nos mostró con detalles los beneficios de un producto que de inmediato imaginamos estar disfrutando, o con increíble capacidad mostró a un grupo económico que adquiriendo una determinada empresa iban a incrementar los beneficios generales del grupo.
Mentoring: la clave para sacar tu mejor versión
En una corporación, los directivos siempre esperan soluciones a sus problemas y un trabajo que lleva a cubrir las necesidades, genera prestigio en quien lo realiza, por eso a partir de ahí tus posibilidades de "venderte” no tienen límites.
Les hablé de un habilitador, ahora les compartiré una habilidad. Comencé en mi nota pasada hablando del corazón.
Hoy, quiero hablarte de coraje. Definitivamente debemos tener el valor de animarnos a enfrentar un desafío. El coraje está dentro de uno, lo hemos venido desarrollando desde que aprendimos a caminar. Cada vez que con curiosidad, o temor, o recelo cruzamos un límite, lo hemos desarrollado con coraje. Nuestra primera salida a la calle solos, una primer relación, el primer trabajo, un ascenso, una pequeña o gran decisión. Siempre tuvimos que desarrollar la acción con coraje.
¡Coraje es enfrentar un gran desafío, donde todo señala que tenemos absolutamente todas las variables en contra, donde la apuesta es 9 a 1 que perdemos la batalla, donde esa batalla se ve muy difícil, donde estamos muy solos, y en la que sudamos frío a solas cuando pensamos lo que se viene… pero que aun así, salimos a la cancha y salimos con la convicción de que lo vamos a lograr!
Les diré algo, un secreto, no dramaticen. Lo que hoy parecía insoslayable y crítico, con el tiempo disminuye su importancia. Nada es terminante. No hay que jugar a todo o nada, pues puede salir nada. La prudencia es símbolo de inteligencia. Pero nunca dejemos de ser osados.
Encontrar la pasión es una clave fundamental en nuestras vidas, también sepamos vender y desarrollemos osadía, es clave para animarse a crecer. No se preocupen si se sienten solos, apóyense en mentores con experiencia.
¡Hasta la próxima!
(*) La autora es ejecutiva en la industria de medios del ámbito local e internacional. Ex Gerente General entre otros de Pramer, Chello Media. ACM Networks, y UCL Televisión.