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Caso Ameri | La Argentina Meme: prendidos de la teta del Estado

Instrucciones para responder rápido y ágil, como diputado, ante una pregunta sobre una demostración por streaming de soft porn.

Analogía. Imagen de la campaña y movimiento "Liberen el pezón".
Analogía. Imagen de la campaña y movimiento "Liberen el pezón". | Free The Nipple

¿De verdad van a hacer tanto escándalo porque un diputado pensó que no tenía conexión y le besó la teta a su compañera? ¿Se reactivó moralidad? Una sanción a él y los que juegan candy crash mientras trabajan me parece bien. Pero no exageren…”.

Esto fue una de las tantas defensas que recibió el suspendido diputado Juan Emilio Ameri. Por algún extraño motivo hubo quienes creyeron que era una buena idea argumentar falacias argumentativas clásicas del discurso político argentino. Como la falacia ad hominem que se puede resumir en “¿Y uds qué viene a hablar si…?”.

Hay que reconocer que es una falacia agresiva, sí, pero sumamente efectiva, como en el clásico ejemplo de “¿Te paga Clarín para decir eso?”. “Mauricio, que es Macri”, es otro icónico caso en donde se busca poner el foco en la persona, y no en el objeto. El objeto en el caso de hoy es una teta. O al menos eso fundamentó el miembro de la Cámara de Diputados.

El primer párrafo de esta nota pertenece a un tweet de la dirigente social de derechos humanos y del colectivo LGBT María Rachid, ex legisladora porteña y ex directiva del INADI. En la actualidad se desempeña como titular del Instituto contra la Discriminación de la Defensoría del Pueblo en la Ciudad de Buenos Aires.

Juan Ameri: "Que no nos vengan a predicar la moral con la bragueta baja"

A la apología de la funcionaria porteña se le sumaron de a miles en la redes sociales las falacias relativistas que se resumen en la idea de que todas las opiniones son igualmente válidas, tal como reseña el experto en filosofía política Ezequiel Spector en su libro Malversados.

“Inconcebible! Dejate de joder. Es preferible un diputado desubicado y calentón, que una diputada mala leche, que arma operetas con narcotraficantes en el living de su casa!”, plasmó Aníbal Fernández en contra de una tweet de la diputada Paula Oliveto que tuiteó que el “asqueroso diputado del kirchnerismo debe ser expulsado de la Cámara. Si renuncia no hay sanción”. Spector explica: “Terminamos cometiendo el error de pensar que, como tenemos derecho a expresar una opinión, ésta merece ser seriamente considerada, sin importar si hay buenos argumentos para defenderla o si es absurda”. Y añade: “Posiblemente esta confusión se deba, en buena parte, a que hay asuntos que sí son puramente subjetivos y donde todo es ‘opinable’”.

Esta “verdad relativa”, como conceptualiza el autor, se suele aplicar a la “relativización de las cuestiones políticas”.

Juan Emilio Ameri g_20200924

Pero una teta en cámara tiene una contundencia tal que sería el deleite de cualquier analista freudiano. Las tetas no asustan, aunque Instagram las prohiba. Las tetas son parte del cuerpo de la mujer. Y la pareja actual de Ameri, (¿diputado mandato suspendido?), tiene todo el derecho a preocuparse de la estética luego de una cirugía. Es más, puede elegir repetir hacer lo que hizo. Es libre. Pero la libertad tiene pautas. Es la letra chica de nuestra sociedad. Lo siento. Pero es así. Hay reglas escritas y otros contratos verbales o por tradición.

Qué dice el artículo por "inhabilidad moral" que suspendió al diputado Ameri

Pero, ¿la moral es relativa? Las redes sociales se plagaron de versiones conspirativas sobre un posible acuerdo para despejar la agenda con el ahora denominado #TetaGate, mientras otros cuestionan la succión del pezón al alegar que quien plantee esto tiene una "vida pacata" o una "moralina" barata.

“Me quiero ir”, dijo un ministro de Economía en el pasado, hace no mucho, al consultársele por la inflación. En este caso Ameri pide que no “le vayan a predicar la moral con la bragueta baja” y se mostró dispuesto a seguir en el cargo. Sergio Massa, titular de la Cámara baja actuó con rapidez y no dudó en aplicar todo el castigo posible que el Reglamento de los diputados permite. Pero las críticas no fueron hacia él.

Buscar la palabra teta o culo en el diccionario era algo que hacía reír a muchos en la otrora etapa definida como la “edad del pavo”. Era lo más cercano a la rebeldía de encontrar un término "atrevido" que la Real Academia Española haya permitido. Se suma otra: “bragueta”. Sí figura en la RAE. Moral también. Pero no causa gracia.