Ok Boomer son dos palabras que consiguen cortar cualquier discusión o planteo de una persona más vieja. Los Millennians –Generación Y y Z – se sienten con la confianza de poder mandar en un mundo dominado por las tecnologías.
La frase nace en la red social Tik Tok y pronto se volvió viral y meme. Los videos con el #okboomer fueron vistos por 45 millones de personas. Hace pocos días explotó la frase aún más cuando la parlamentaria de 25 años Chlöe Swarbrick hizo callar a una persona mayor en el parlamento de Nueva Zelanda, con esas simples dos palabras, “ok boomer” le dijo en su cara.
El 73% de las personas considera imprescindible la tecnología en el día a día
Los boomer son las personas nacidas entre 1945 y 1964. Una generación que ha vivido muchas experiencias, desde la llegada del hombre a la luna hasta la guerra de Vietnam. Son los artífices de la revolución tecnológica que hoy disfrutan los millenians.
Sin embargo, estos nuevos jóvenes son los que han tomado las riendas del autoritarismo y así como nuestros padres nos hacían callar cuando nos sentíamos confiados de cambiar algunas cosas, hoy son los jóvenes los que nos piden silencio.
La experiencia sirve. Matthew Fountaine Maury era un oficial de la armada estadounidense que tuvo en 1839 un accidente con su carruaje, fracturándose la pierna, lo que le impidió volver a embarcarse. Pasó a cumplir funciones en el Depósito de Cartas de Navegación e Instrumentos.
Desde sus épocas de navegante le llamó la atención que los barcos avanzaran en zigzag, y no siguieran una ruta directa que los movilizara más rápido.
En su nuevo puesto de oficinista mandó a inventariar los barómetros, brújulas, sextantes y cronómetros del depósito. Además, analizó cada libro náutico, mapa y carta de navegación almacenada. Analizando todos esa información vieja y que nadie valoraba consiguió diseñar sus propias cartas de navegación, las cuales en poco tiempo fueron requeridas por casi todos los navegantes.
Las cartas de navegación de Maury redujeron los tiempos de navegación de los viajes en una tercera parte y en 1855 su obra The Physical Geography of the Sea había trazado 1,2 millones de datos.
Esta historia nos sirve para entender que la información acumulada, aún cuando nos parezca inútil, sirve y mucho.
El despectivo okboomer viene acompañado de una arrogancia que no creo que lleve a buen puerto a las nuevas generaciones. La falta o la negación de experiencias ajenas pueden dificultar el proceso de aprendizaje, al extremo de cometer los mismos errores una y otra vez.
Un mundo complejo
La lucha que llevan adelante los millennians contra el cambio climático, los sistemas democráticos actuales o el consumismo no son originales, y mucho menos nuevas. Generaciones pasadas lo han ya intentado y pueden transmitir sus experiencias a las nuevas para obtener un éxito que no se ha conseguido hasta nuestros días.
El hecho de adicionar tecnología a soluciones aparentemente nuevas no es la mejor forma de encarar problemas antiguos. El voto electrónico contra el fraude electoral ha sido declarado inconstitucional en Alemania y resistido en todos los países con sistemas democráticos serios. El sistema de criptomonedas originado en el manifiesto del ciberpunk y que vino a resistir al sistema financiero tradicional fue invadida por lo banca internacional. Muchas de las tecnologías libertadoras de los viejos paradigmas han potenciado y empeorado el yugo.
No escuchar experiencias anteriores puede llevar a que se invente la rueda una y otra vez. Existe un mal en la innovación que se llama criptomnesia, La criptomnesia es el proceso por el cual la persona cree haber elaborado algo original mediante una combinación inédita de estímulos, pero en realidad nos hallamos ante una idea recuperada tal y como fue almacenada en la memoria del individuo.
Es verdad que el mundo cambió mucho de la mano de las tecnologías, y que los jóvenes son fundamentalmente usuarios de ellas. Pero no es menos cierto, que el mundo a lo largo de su historia buscó infinidad de veces cambiar y que las viejas generaciones podemos enseñarles de esas experiencias para que no cometan los mismos errores, mediando o no nuevas tecnologías. Después de todo, ellos también en algunos años serán los nuevos boomers.