#PeriodismoPuro es un nuevo formato de entrevistas exclusivas con el toque distintivo de Perfil. Mano a mano con las figuras políticas que marcan el rumbo de la actualidad argentina, Fontevecchia llega a fondo, desmenuzando argumentos y logrando exponer cómo piensan los mayores actores del plano del poder. Todas las semanas en perfil.com/PeriodismoPuro.
—Me habías preguntado antes de si había estado preso y el debut mío fue el 20 de Diciembre del 2001. Yo tenía...
—¿Vos estabas en el CBC o habías terminado el secundario recién?
—Yo terminé el secundario, yo soy egresado 2000, o sea que en ese momento debía... El CBC lo di todo libre, por UBA 21 que era un programa para hacer a distancia y en ese momento estaba estudiando para Traductor literario de inglés en la Cultura en Inglés, porque siempre me gustó...
—¿Y vivías con tus viejos en ese momento o ya vivías solo?
—Creo que ya vivía solo, esperá, no, ya vivía solo, ya vivía solo, me había hinchado las bolas y me había ido a vivir solo a un departamento en Cabrera y Bulnes y el 20, el 19 había ido a la manifestación, tranqui y el 20 fui porque el ILSE queda ahí en Tribunales, entonces me fui que iba a dar, mi amigo daba en el ILSE, yo hice hasta quinto año en el ILSE. En quinto año la rectora del ILSE Salumbide me cambia de curso, porque me tenía bronca, no sé por qué, pero me tenía bronca, porque era un pendejo bastante quilombero.
—Y te iba a decir, me parece que...
—Sí, pero nada, ni política, nada, de bardo. Y siempre tuve quilombo en los colegios y me cambia de curso a un curso donde yo me llevaba mal con los pibes del otro curso, terminé a las trompadas. Y me dice: "bueno flaco, o te vas y te quedás libre y tenés que...". Entonces me tuve que ir, pero mis amigos eran de ahí. Y entonces me fui a la Plaza de Mayo y estuve ahí en el momento que entra la caballería y empieza a pegarle...
—Sí, cuando tiran los gases lacrimógenos, que entra la caballería, yo estuve también así que...
—Era una cosa tremenda. Bueno, y me agarraron y me reventaron a palos, me subieron a un celular, me metieron y después vi en la ficha decía PEN, a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.
—Habían decretado estado de sitio.
—Habían decretado estado de sitio y...
—Pero vos fuiste por las tuyas, en ninguna organización, nada como...
—Yo fui por las mías, estaba con un grupo de amigos, que después nos desencontramos.
—¿Pero qué tenían en común ese grupo de amigos, alguna ideología, alguna mirada?
—No.
—No.
—No, estábamos todos con bronca. Era una época donde estábamos con bronca, era eso de que se vayan todos, que algunos dicen que... Es una buena frase, digamos, no es despolitizar, tiene un profundo contenido político, es una crítica estructural a la democracia qué sé yo, posmoderna, que no representa nada, que todo eslogan, que son carreras individuales para ver a quién le va mejor y bueno, con niveles ya de pobreza que vos los podías percibir aunque no estuvieras sumergido en la miseria...
—Pero a vos te metieron preso.
—Me metieron preso, estuve...
—Que no, quiero decir, dentro de toda la gente que estaba en la plaza, metieron preso a lo mejor al 2%.
—Me agarraron a mí, pero me hicieron un favor bárbaro, porque de ahí salí ya dije: "yo me voy a dedicar a esto". Porque fue una arbitrariedad muy grande, hacia mí y hacia muchas de las personas que estaban ahí, no había ninguna razón para ejercer ese nivel de violencia, sobre todo después cuando te enterabas los muertos, etcétera y aparte estuve... Fue una experiencia fuerte para mí porque estuve varias horas, me fueron cambiando de comisaría y no te daban de comer, entonces iban pasando las horas y empezabas a tener hambre, hambre, hambre. Entonces fue una experiencia de solidaridad porque alguno apareció un pariente que se enteraba que estaba ahí porque no sé cómo se enteraba y llevaba un sandwichito, entonces nos repartíamos el sandwichito entre los 12 que estábamos hacinados...
—¿Y estabas con alguno de tus amigos o era toda gente desconocida?
—No, yo estaba con toda gente desconocida, con toda gente desconocida.
—¿En qué comisarías estuviste?
—No me acuerdo los número pero por...
—¿Pero qué barrios?
—Mirá, la primera era una que estaba...
—La séptima.
—Cerca del centro, no, la segunda era una que estaba por la General Paz, me acuerdo que estaba por la General, re lejos me habían trasladado y te recontra verdugueaban y estaban muy pasados los policías, muy pasados, se notaba que estaban pasados y después cuando pasó lo de... Fue antes de la renuncia eso.
—No, claro.
—Cuando pasó lo de la renuncia, todos aplaudían, policías incluidos, aplaudían el helicóptero y qué sé yo. Bueno, después también uno va analizando y se da cuenta de que si bien existió un movimiento espontáneo muy fuerte de los sectores populares, de la gente protestando, también hubo una manipulación política muy grande para...
—Previa, sí.
—¿No? Pero bueno, fue una experiencia fuerte y justo empalmado con eso se produjo digamos, la devaluación y con la devaluación las periferias se metieron en la ciudad.
—Perdoname, esos otros 11, ¿los volviste a ver que estaban con vos?
—Nunca más los volví a ver, porque aparte eran... Había, me acuerdo de uno que era un vendedor ambulante, o sea, que estaba ahí porque estaba vendiendo, no sé qué estaba haciendo ahí, pero no estaba haciendo ninguna protesta, nada. No, nunca los volví a ver. Ninguno de los que estaba conmigo...
—Y a tus amigos que fueron con vos, tampoco fueron presos.
—No, no, no fueron presos, no. No, porque yo me fui muy para adelante, me fui de jetón muy para adelante, ya había un poco de... pero se podía pasar, ya había como barricadas, pero vos ibas caminando solo, pasabas.
—Entonces vos me decías que no sabías por qué esa profesora, no había problemas ideológicos pero no te aguantaba más.
—No me aguantaba más.
—Vas a la plaza con varios amigos y vas preso.
—Sí.
—La primera impresión que me da es que, vos usaste la frase de jetón de ir para adelante.
—Y sí.
—Que hay algo en tu carácter, indómito, que va para adelante. Yo te... Cuando estábamos charlando antes te contaba de mi impresión cuando entrevisté a Milagro Sala y también lo que podría decir es que tiene un carácter indómito, no se puede controlar ni ella misma. ¿Vos creés que en los niveles sociales se da esa particularidad que primero, antes de lo ideológico hay algo yo podría decir físico, Freud lo llamaba somático, del orden que está entre lo cerebral y el cuerpo, que es antes del pensamiento hay un movimiento que va más allá del pensamiento?
—A mí no me cabe la menor duda de que la motivación de los que dedicamos nuestra vida en los sectores más marginados, no es ideológica la principal, después eso es casi te diría una conceptualización, digo una motivación previa, que puede tener que ver con esto, que puede tener con una identificación por alguna razón que uno tiene con alguien que haya sufrido arbitrariedades o abusos, opresión, exclusión y que puede ser, qué sé yo, influencia... Yo me encontré con muchos pibes, militantes estudiantiles por ejemplo, de izquierda, marxistas, etcétera y después muchos habían tenido formación religiosa de chicos. Entonces que hay alguna cosa ahí metida. Pero estoy convencido que lo ideológico viene mucho después. Y también estoy convencido que estos impulsos tienen su lado positivo y su lado oscuro y que la responsabilidad que tiene alguien que asume responsabilidad sobre otros, es tratar de auto disciplinarse digamos. O sea, pasar de cierta ética de los principios y del impulso a la ética de la responsabilidad. O sea, medir la consecuencia de tus acciones va a tener, por lo menos en las personas que vos estás tratando de que estén mejor, y eso es muy difícil porque tenés que comerte una cantidad de sapos que no te los comerías por vos mismo. Yo he tratado de trabajarlo a eso.
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