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Michael Houghton: “Definitivamente tendremos más pandemias”

El científico de origen británico y Premio Nobel de Medicina en 2020 por experimentos seminales que llevaron al descubrimiento del VHC como el agente causante de la hepatitis C analiza la vulnerabilidad de la especie humana, los efectos de la pandemia del covid-19 y la industria farmacéutica, y afirma: “Mantener un alto nivel de ciencia asociado con el lugar de fabricación científica marcará una gran diferencia cuando llegue la próxima pandemia”.

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Michael Houghton, en la entrevista con Jorge Fontevecchia | Sergio Piemonte

—La obtención del Premio Nobel implicó 31 años desde el primer avance significativo en su investigación y el trabajo complementario de otros dos científicos con los que comparte el premio. ¿A qué asigna tal reconocimiento conjunto? ¿Es porque su área de trabajo es tan innovadora como compleja?

—Sí, fue muy difícil encontrar el virus que causa la hepatitis C. Empecé en 1982, cuando nuestros métodos eran bastante primitivos en comparación con lo que son ahora, y requería un equipo multidisciplinario, diferentes tipos de científicos, diferentes tipos de experiencia. Y tuve muchos colegas, sin los cuales no habríamos descubierto el virus en 1989.

—¿Este sería el segundo Nobel vinculado a la hepatitis? El anterior fue en 1976 a Baruch Blumberg por descubrir el virus B en transfusiones de sangre.

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—Sí. El Dr. Blumberg descubrió el virus de la hepatitis B, y el virus de la hepatitis A también se descubrió en la década de 1970 en NIH en los EE.UU., y el campo pensó que ése era el final, los dos virus causantes de la hepatitis. Pero desafortunadamente, el campo se dio cuenta que había otro virus que era desconocido, que estaba causando muchas hepatitis transmitidas por la sangre, y se denominó hepatitis no A, no B. Pero tomó 15 años descubrir que el virus de la hepatitis C era la causa.

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LA CIENCIA COMO PARADIGMA. “Cada vez más la ciencia se está volviendo multidisciplinar”. (FOTO SERGIO PIEMONTE)

—Dos millones de nuevas infecciones al año por el virus de la hepatitis C (VHC), 400 mil muertes al año. Setenta millones de portadores del virus en el mundo, la mayoría sin diagnosticar. Muchos infectados desarrollan cirrosis y cáncer de hígado. ¿En qué estado se encuentra la vacuna para este virus?

—Desafortunadamente, todavía faltan algunos años para que la vacuna llegue a la comunidad. La vacuna es factible, pero como dije, todavía tenemos que hacer varias fases de ensayos clínicos antes de que podamos obtener la autorización para dársela a las personas que la necesitan.

—En su momento rechazó el premio canadiense Gairdner, porque no reconocía el trabajo de dos de sus antiguos colegas. ¿Esa fue su motivación o también había otro tipo de reclamo?

—Bueno, desafortunadamente, todos trabajamos duro en el campo de la medicina para hacer avanzar la ciencia y la medicina para los pacientes. Ese es el motivo principal, por supuesto. Desafortunadamente, cuando se entregan premios, tienden a estar restringidos a solo una, o dos o tres personas, y siempre he argumentado que es mejor incluir a más personas, ¿qué hay de malo en que se reconozca a seis u ocho personas? Es necesario en la comunidad médica porque enseñamos a nuestros jóvenes estudiantes y aprendices a ser colaborativos. Cada vez más, necesitamos trabajar con científicos de diferentes disciplinas, y cuando haces eso resuelves el problema juntos. Creo que es muy apropiado reconocer a todo el equipo. Una analogía sería en el fútbol, donde un equipo gana un torneo importante y solo el capitán y quizás el portero y el centrodelantero obtienen las medallas. No, debería ser todo el equipo.

“Cada vez más, necesitamos trabajar con científicos de diferentes disciplinas, y cuando haces eso resuelves el problema juntos”

—Argentina obtuvo tres Premios Nobel en su misma área. El último fue el Dr. Milstein, quien trabajaba en el Reino Unido. ¿Qué conoce del campo científico argentino, cómo se encuentra en el nivel tanto académico como de investigación?

—No conozco a esa persona que mencionaste. He trabajado con varios científicos argentinos en la Universidad de Alberta en Canadá, y ciertamente con los que trabajo son extremadamente hábiles y muy competentes. Cuando trabajé en Estados Unidos, trabajé con muchos chilenos, y ciertamente era lo mismo que los científicos argentinos. Trabajo con gente muy competente, muy capacitada, así que no hay falta de intelecto en los países sudamericanos en el campo de la medicina.

—¿Qué opinión le merece la gestión de la pandemia del covid-19? ¿Qué defectos dejó en evidencia?

—Bueno, claramente reveló que la comunidad global no estaba preparada para una pandemia tan severa. Muchos países no tenían la capacidad de biofabricación para responder rápidamente con la fabricación de vacunas. Y también, todos cometimos errores. Nosotros, como comunidad global, podríamos haber estado mejor preparados, podríamos haber anticipado que sería una nueva pandemia de coronavirus o una nueva pandemia de influenza o una combinación de virus. Todos estos, son virus de ARN que mutan fácilmente y emergen en nuevas cepas, todos son virus respiratorios, y estos suelen ser los que causaron la pandemia. Así que deberíamos haber estado mejor preparados. Un ejemplo de eso es la pandemia del virus SARS-Cov-1 en 2002 y 2003, muchos grupos estaban desarrollando una vacuna contra eso, pero al usar medidas de salud pública, la pandemia desapareció, igual que el SARS-Cov-2 también, por supuesto. Pero cuando desapareció en 2003, 2004; todos dejaron de fabricar la vacuna y de prepararla para uso humano. Eso fue un gran error porque si almacenábamos esa vacuna y la lanzabamos cuando surgió la pandemia de covid, hubiera habido suficiente protección cruzada para haber tenido un impacto sustancial en la prevención de la enfermedad de covid. Ese es el tipo de lección que hemos aprendido del covid. Y la otra lección es que necesitamos tener medicamentos listos para la próxima pandemia. Necesitamos mejorar nuestro gasto en ciencia, hacer que grupos de todo el mundo comiencen a desarrollar nuevos medicamentos contra los coronavirus, los virus de la influenza y demás virus para que cuando ocurra la próxima pandemia, ya tengamos un punto de apoyo en el tratamiento de los pacientes.

“Necesitamos estar mejor preparados para las pandemias de virus, podemos hacer eso como una comunidad global, y tenemos que hacerlo”

—¿Podemos pensar que puso a prueba al sistema de salud y científico, incluso a la industria farmacéutica?

—Sí, ciertamente lo hizo. Realmente fueron las nuevas tecnologías, la tecnología de ARN, la tecnología de vacunas de ARN y la tecnología de adenovirus, las que realmente vinieron a nuestro rescate. Estas son tecnologías relativamente nuevas que podrían implementarse muy rápidamente y fueron muy efectivas para salvar vidas, como todos sabemos. Ahora, agregaría que cuando digo que son nuevas tecnologías, comenzó la tecnología de vacunas de ARN fácilmente hace más de diez años, al igual que la tecnología de adenovirus del Reino Unido. Estos en realidad no aparecieron de repente, se han trabajado durante más de diez años. Han sido financiados por Estados Unidos y el Reino Unido durante mucho tiempo. Afortunadamente, esos dos vinieron a nuestro rescate rápidamente. Obviamente, millones y millones de personas han muerto por covid, pero si no hubiera sido por esas vacunas, estaríamos viendo muertes astronómicas en todo el mundo.

—¿El universo de las patentes medicinales resulta asfixiante para el desarrollo científico?

—Creo que la respuesta es sí y no. Es la forma en que funcionan las patentes en la industria farmacéutica, porque los inversores que compran las acciones de esas empresas esperan ganancias de su compra de acciones corporativas. Y para proteger su propiedad intelectual las empresas deben presentar patentes. Porque una patente es una especie de monopolio que los gobiernos del mundo dan a los inventores, en este caso a las empresas, para salir a innovar. Y si aportas al bien público, obtienes 20 años de monopolio para vender tu producto, es saludable porque estimula la inversión en la industria farmacéutica y biotecnológica. El lado negativo de eso es lo que hemos visto con la hepatitis C. Ahora, 25 años después de nuestro descubrimiento en 1989, muchas compañías tienen antivirales muy efectivos para curar a los pacientes con hepatitis C, pero desafortunadamente, son muy caros en países con fuertes economías y en países con ingresos medios a bajos, son simplemente inhibidores. La gente no puede usar esas drogas para curar a todas las personas, entonces, en ese sentido, las patentes están restringidas. Pero sé que Argentina tiene antivirales genéricos. Entonces, si sabe que su país produce las llamadas versiones genéricas de los antivirales de marca para la hepatitis C, que son mucho más baratos y es absolutamente vital. Su país y otros países del mundo salen y estimulan a la gente a hacerse la prueba de la hepatitis C, las pruebas son muy rápidas y muy baratas, y si sabes que estás infectado, entonces buscas un tratamiento antiviral. Porque si sigue albergando el virus durante muchos años, la mayoría de los portadores argentinos no han sido diagnosticados con hepatitis C, por lo que tienen una bomba de relojería en sus hígados. Los argentinos y las personas de todos los países deben hacerse la prueba de la hepatitis C y luego deben recibir tratamiento con los antivirales. Y en el caso de Argentina, esos son mucho más baratos que los medicamentos de marca disponibles en Occidente.

—¿Las teorías de conspiración y la información falsa en redes sociales influyen en el ámbito científico?

—Bueno, creo que tenemos que concluir, lamentablemente, que definitivamente influyeron negativamente en el caso del covid. Hubo una negación con que fuera una enfermedad grave, una negación de que el diagnóstico no lo fuera, una negación de que las vacunas funcionaron. Muchas ideas realmente muy malas y malas políticas para decir que las vacunas eran peligrosas, que en realidad, estaban matando a las personas en lugar de protegerlas. Entonces hubo una reacción muy negativa al covid en todo el mundo. Eso no ayudó en absoluto. Todos sabemos que las vacunas y los medicamentos tienen como objetivo curar al paciente, prevenir la infección. Y todos sabemos que en un número raro de personas, relativamente raro para las personas a las que ayudas, puede haber efectos secundarios. Sabemos que hubo efectos secundarios de la vacuna covid. Algunas personas desarrollaron coágulos de sangre, o problemas cardíacos, pero si realmente se observa la cantidad de personas que se salvaron de la muerte y de la enfermedad, la vacuna fue altamente efectiva. Y no ayudó a la apreciación mundial por muchas personas en diferentes países, argumentando que la vacuna estaba dañando a las personas.

—Su par premiado, Charles Rice, señaló al gobierno de Brasil, a su presidente, como un irresponsable ante la enfermedad pandémica: “Como sucedió en Estados Unidos, el gobierno brasileño no se tomó en serio la pandemia y, como consecuencia, muchos murieron innecesariamente”. ¿Qué influencia tiene el comportamiento social y político para combatir una enfermedad?

—Bueno, Charlie es muy buen amigo mío, pero debo decir que no estoy familiarizado con la respuesta del gobierno brasileño. Charlie obviamente lo es y es un miembro muy bien considerado de la comunidad científica. Así que creo que si él lo dice, entonces probablemente sea cierto o casi seguro que sea cierto.

—Los virus mutan, tienen variantes. Es el caso de resistencia a los antimicrobianos en el gonococo (“Neisseria gonorrhoeae”), la OMS estima que en 2016 aparecieron 87 millones de nuevos casos en adolescentes y adultos de 15 a 49 años en todo el mundo. ¿Qué le ocurre al cuerpo humano?, ¿cada vez está más indefenso?

—Sí, es una muy buena pregunta. Históricamente, la raza humana siempre ha sido muy vulnerable a la infección con bacterias, virus, parásitos. Entonces, en cierto sentido, nada ha cambiado. Frecuentemente ahora tenemos preventivos y medicamentos y terapias que podemos usar. Pero no obstante, todavía somos muy vulnerables como especie. Y con las bacterias lo que estamos viendo es que cada vez más bacterias se vuelven resistentes a los antibióticos, y eso es una gran amenaza. De alguna manera necesitamos estimular a las empresas farmacéuticas para que produzcan más antibióticos. Hace 20 años se consideraba muy rentable para las empresas trabajar en antibióticos. Pero ahora no es así, no hay tantas empresas que produzcan antibióticos como antes. Necesitamos rectificar eso. Los virus, especialmente los virus de ARN como el covid, siempre son descuidados cuando reproducen los genomas, producen muchos errores. Entonces, las variantes pueden apoderarse de los humanos y florecer como un virus, pero obviamente causan enfermedades. Así que creo que tenemos esfuerzos concertados en todo el mundo y estoy viendo qué sucede en los últimos dos años. Canadá, por ejemplo, EE.UU., Reino Unido, muchos países están respondiendo a la pandemia del covid de muy buena manera. Están diciendo, bueno, no lo dejemos al azar la próxima vez. Preparemos algunas vacunas contra probables futuras pandemias virales. Consigamos algunas drogas. Aumentemos nuestro arsenal de antivirales que podríamos implementar para tratar las nuevas pandemias virales, así que estamos mejorando. Pero la resistencia microbiana, la resistencia bacteriana a los antibióticos ha sido un gran problema durante varios años, y necesitamos urgentemente estimular ese campo para producir nuevos antibióticos contra la bacteria.

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LOS COMIENZOS DE LA CIENCIA. “Nuestro conocimiento ha crecido mucho, pero comparado con lo que será dentro de mil años, es insignificante”. (FOTO SERGIO PIEMONTE)

—¿Debemos esperar otra infección global?, ¿serán cíclicas?

—Definitivamente podemos esperar más pandemias, tendremos más pandemias. En mi vida, de niño, tuvimos la polio, y estaba leyendo esta mañana en el periódico que la polio está regresando en algunos países, incluso en Occidente. Así que siempre hemos tenido pandemias, poliomielitis, las pandemias de tuberculosis, que es una infección bacteriana. Luego, por supuesto, vimos la aparición de la hepatitis B y la hepatitis C, VIH. Y luego tuvimos coronavirus-1 y luego, desafortunadamente, coronavirus-2 para el covid. Y luego hemos tenido flavivirus, el virus del zika y el virus del Nilo Occidental. Así que estamos bajo el bombardeo constante del mundo microbiano, y eso es un hecho. Muchos de estos virus, por cierto, provienen de animales, los llamados zoonóticos. El coronavirus-1 y el coronavirus-2 , vinieron de los animales y saltaron a los humanos. Así que podemos hacer más para tratar de detener eso, podemos regular los rebaños y las aves de corral, los cuidadores de animales, monitorearlos más de cerca para que tan pronto como veamos emerger un virus, podamos comenzar inmediatamente a instituir la salud pública. Como probablemente sepan, se sospecha que los mercados de animales vivos son el origen del covid. Y el gobierno chino y otros países del mundo han restringido el acceso al mercado de animales vivos. Y debemos seguir haciéndolo porque, desafortunadamente, muchos virus pasan de los animales vivos a los humanos. Definitivamente necesitamos ser más productivos con los antibióticos bacterianos. Necesitamos estar mejor preparados para las pandemias de virus, podemos hacer eso como una comunidad global, y tenemos que hacerlo.

—Tanto en el Reino Unido como en España, donde en mayo pasado detectaron 22 casos de hepatitis infantil grave de origen desconocido, suponen que puede ser consecuencia del covid. ¿Puede ser esa la causa?

—Creo que sí, desafortunadamente podría ser una consecuencia indirecta del covid en la medida en que los niños pequeños, bebés y niños pequeños que se han visto afectados por este brote de hepatitis, fueron protegidos por sus padres, no salieron a la comunidad para infectarse con lo que sea que lo esté causando. ¿Y qué pasó cuando finalmente se levantaron las restricciones por la pandemia, las restricciones sociales? De repente, había muchos bebés y niños pequeños que ahora estaban expuestos a lo que sea que lo estaba causando. Y, por supuesto, hubo un gran pico. Si realmente observas la incidencia de ese brote de hepatitis durante muchos años en el pasado, estaba allí, sabíamos que estaba allí. La razón por la que ha alcanzado su punto máximo es por el confinamiento de los jóvenes, de sus padres, y ahora de repente se reintroducen en la población. Y es por eso que hemos visto un pico. Entonces, lo que sea que esté causando esta hepatitis, no sabemos qué es, pero lo que sea que la esté causando siempre ha existido y siempre ha estado causando enfermedades en niños pequeños a un nivel muy bajo. Es bastante raro que, debido a que, de repente, millones y millones de niños pequeños se introdujeron nuevamente en la sociedad sin restricciones, vimos un gran pico en la incidencia. Tenemos que averiguar qué es ese virus y estoy seguro de que lo haremos, pero es una entidad nueva, otro problema con el hígado.

“Tenemos que empezar a ayudarnos unos a otros social y económicamente, esa es mi religión”

—¿El covid ocultó otras pandemias, como el VIH o esta de la que hablábamos hace unos minutos?

—Desafortunadamente, la pandemia del covid se superpone a los problemas que todavía tenemos con la hepatitis B, la hepatitis C y el VIH. Así que lo veo como un problema más, un gran problema, por supuesto, para las personas por encima de todo lo demás. Hemos logrado grandes avances con el VIH, con los medicamentos que las personas toman de por vida para salvar sus vidas y suprimir el virus. Hemos logrado grandes avances en la hepatitis B, donde una vez más, los pacientes pueden recibir tratamiento continuo para suprimir el virus y prevenir la enfermedad hepática. Y con la hepatitis C, tenemos medicamentos para curar a los pacientes, pero todavía tenemos un largo camino por recorrer. Como dijiste antes, la Organización Mundial de la Salud estima que hay alrededor de 400 mil personas que mueren cada año de hepatitis C. Tenemos los medicamentos para detener eso. Entonces, lo que la OMS, las autoridades de la Organización Mundial de la Salud han recomendado es que los países estimulen las pruebas de hepatitis C a sus residentes, a sus ciudadanos, y si son positivos, los traten con antivirales. La OMS lo ha estado recomendando durante los últimos seis años. Pero, aparte de uno o dos países como Egipto, que han hecho un muy buen trabajo en eso, muchos países, la mayoría de los países, mientras implementan esa política de prueba y tratamiento, lo hacen muy lentamente. Y lo importante, para que nuestros gobiernos del mundo entiendan, es que si hacen pruebas de hepatitis C a sus ciudadanos y los tratan con los nuevos antivirales, no solo están salvando tantas vidas, sino que también están beneficiando su economía. Porque al realizar las pruebas y el tratamiento, en realidad se está creando una medida muy rentable. En otras palabras, ahorra dinero de las vidas que se pierden, la pérdida de productividad de los pacientes mientras están siendo tratados y manejados. De hecho, ahorras dinero para la economía, por lo que todos ganan e insto encarecidamente a todos los países a que aceleren las pruebas a sus ciudadanos y los traten con antivirales contra la hepatitis C.

—¿La industria farmacéutica está capacitada para la fabricación global de nuevas vacunas o tiene limitaciones? ¿Deberían los gobiernos invertir en dicho sector para aumentar la producción?

—Pienso que es muy importante que los países inviertan en la biofabricación de vacunas de ARN. La vacunología de ARN nos ha rescatado del covid, al igual que la tecnología de adenovirus del Reino Unido. Es muy importante que todos los países inviertan en esas tecnologías ahora, porque cuando llegue la próxima pandemia, tienen la capacidad de desarrollar y lanzar rápidamente una vacuna contra la pandemia. La tecnología de la vacuna de ARN y la tecnología del virus adeno son, sin duda, muy jóvenes. Habrá formas de mejorarlos, de hacerlos con menos efectos secundarios. Y cada país necesita invertir en estas áreas porque realmente son las vacunas las que salvan, salvan al país. Además, necesitamos medicamentos para tratar a los pacientes, por supuesto. Pero las vacunas son la intervención médica más rentable en todo el mercado de medicamentos al evitar que las personas se enfermen. Médicamente es la medida más rentable para tomar.

—En Argentina, en un principio de la vacunación se aplicó la vacuna Sputnik, ¿qué antecedentes científicos tiene de esa vacuna y la ciencia rusa en la materia?

—No estoy familiarizado con la vacuna covid rusa, debo decir. Supongo que fue al menos una vacuna parcialmente efectiva. Las vacunas de ARN fueron muy efectivas. Así que dudo que la vacuna rusa fuera tan buena como las vacunas de ARN. Pero tengo que decir que no estoy al tanto de los datos que prueban eso. Entrar en Ucrania es entrar en la política, y no sé cómo afectó el covid a la mente de los políticos en ese muy lamentable conflicto. Como investigador médico diré que nos entristece a todos, aquellos de nosotros que nos pasamos la vida tratando de evitar que la gente se enferme y se enferme, deteniendo a sus familias, sufrimos enormes pérdidas cuando mueren los pacientes. Es tan triste que en 2022 sigamos viendo conflictos armados matando gente, y es que tiene que parar. Tenemos que evolucionar más como especie, no podemos estar matándonos mientras el resto de la comunidad gasta. Es una gran cantidad de esfuerzo y dinero tratar de mejorar la vida. Tenemos que detener el conflicto armado. Esto es ridículo.

“Hacemos nuestro progreso como científicos interactuando con otros científicos”

—¿Qué otros países, además de Rusia, fuera de Occidente tienen capacidad de desarrollo científico? ¿Por ejemplo, India, China?

—Eligió dos buenos países como ejemplos, China e India. Han respondido muy bien a la pandemia del covid. Produjeron sus propias vacunas, que son efectivas. Dudo que sean tan efectivas como las vacunas de ARN. Sin embargo, han jugado un papel importante en la prevención de infecciones y enfermedades. La comunidad médica china realmente se ha expandido en los últimos 20 años. He visto un gran aumento en su capacidad, en su experiencia y en su conocimiento. Y mucho de eso se debe a las interacciones con los gobiernos occidentales y los científicos occidentales, y eso es bueno. Cooperamos para crear nuevas infraestructuras en muchos países. La experiencia médica de China realmente ha crecido mucho, lo vimos con el covid. India, con su industria farmacéutica, realmente ha respondido bien. Muchas de las vacunas indias contra el covid se han exportado a muchos otros países. Obviamente lo ideal es que todos los países, incluida América Latina, aumenten su experiencia científica y médica. Ese es el ideal, todo el mundo está tratando de hacer eso. Pero, por supuesto, hay muchas restricciones económicas para hacerlo, que de alguna manera tenemos que superar. Una cosa buena del covid fue el esfuerzo global a través de Covax, se creó rápidamente una organización internacional para asegurarse que los países que no tienen su propia experiencia para producir vacunas, aún puedan acceder a las vacunas de los países que los estaban produciendo, y creo que eso ayudó. Pero debemos hacer más para asegurarnos de que podamos administrar vacunas más rápidamente a todas las naciones del mundo. Se necesita dinero, como todos sabemos. El covid realmente fue una llamada de atención para todos los gobiernos del mundo, tenemos que estar mejor preparados. Tenemos que ser capaces de responder rápidamente con nuestras propias instituciones farmacéuticas. Y realmente, el covid nos ha mostrado el camino a seguir. Tenemos que hacer vacunas de ARN, así como vacunas basadas en adeno, y esas pueden ampliarse con relativa facilidad, cada país puede hacerlo. Así que gastar un par de cientos de millones de dólares, dólares estadounidenses, lo que sea que se traduzca, puede dar a cada país un buen lugar de fabricación. Y mantener un alto nivel de ciencia asociado con el lugar de fabricación científica marcará una gran diferencia cuando llegue la próxima pandemia.

—Pasemos al capítulo de la ciencia como paradigma. Supongamos que soy un joven que quiere estudiar ciencias, ¿qué le recomendaría?

—En primer lugar, lo felicitaría por elegir la ciencia, porque es la ciencia la que nos da las respuestas, le da a la raza humana respuestas a nuestros problemas. Así se ha desarrollado el proceso científico, sabemos que funciona. Y entonces, lo felicitaría, en primer lugar, por seguir una carrera en ciencias. Es importante a medida que desarrollas tu carrera... he trabajado en tres países diferentes en mi carrera, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, y eso me ha expuesto a diferentes mentes. Me formé en Inglaterra, fui a los EE.UU. a trabajar con algunos profesores estadounidenses realmente buenos que me influyeron, y ahora estoy en Canadá trabajando con otros científicos muy buenos. Así que prepárate para moverte por todo el mundo para exponerte a algunas de las mejores mentes científicas, que puedas volver a tu país de origen después de haberte capacitado. Eso sucede mucho en China y en India, pero creo que debes estar preparado para salir y trabajar con gente muy buena porque realmente es un caso de éxito, es bastante raro que una sola persona haga un progreso tan grande en cualquier campo. Hacemos nuestro progreso como científicos interactuando con otros científicos. Así que salga y busque a los mejores científicos para trabajar con usted, para capacitarlo, eso es muy importante. Y no renuncies, estas cosas una vez que las hayas resuelto miras hacia atrás y piensas: bueno, eso fue fácil, pero de hecho, lleva muchos, muchos años, así que sé persistente. Creo que esas son las otras cualidades que necesitas para ser un científico exitoso. Esto es lo que recomendaría.

—¿Existe un modelo de estudio científico? ¿Un método de aprendizaje global, o reconocido como el más eficiente?

—Lo que realmente cuenta es tu pasión. Cuando fui a la escuela secundaria en Inglaterra, estudié física, química y matemáticas, biología no. Luego, cuando tenía 17 o 18 años, pude ir a la Universidad, entonces me senté y pensé, bueno, ¿qué quiero hacer el resto de mi vida? Y mi hermano mayor, tenía un muy buen negocio, mi padre quería que me uniera a ese negocio. Pero dije que no, no quería afectar el negocio de mi hermano. Él dijo: “bueno, deberías convertirte en contador, ese es un buen trabajo. ‘Dije, bueno, está bien, soy bueno en matemáticas, pero no soy bueno en las leyes fiscales y cosas así’.“ Así que me senté y pensé en lo que realmente quería hacer con mi vida, y lo pensé mucho y decidí que quería hacer investigación médica. Así que creo que eso es lo más importante para los jóvenes, tienes que decidir cuál es tu vocación, cómo quieres pasar tu vida. Y piénsalo bien, por supuesto, la economía entra en juego. Para empezar, dedicarse a la ciencia no está muy bien pagado. Si haces un doctorado o una maestría o si vas a la facultad de medicina, no obtienes mucho dinero mientras te capacitas. Estás relativamente empobrecido, especialmente en comparación con el mundo de los negocios en estos días. Así que creo que realmente lo más importante es descubrir cuál es tu pasión. ¿Cómo quieres llegar al final de tu vida? ¿Qué te va a satisfacer de lo que hiciste en tu vida? La pasión es absolutamente clave. Y luego, una vez que hayas descubierto cuál es tu pasión, ve y trabaja con buenas personas de todo el mundo. Averigüa cómo las diferentes personas piensan sobre la ciencia, y luego sé persistente y diviértete. Porque si estás haciendo lo que te apasiona, disfrutarás de tu carrera. La mayoría de las veces no funciona.

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COVID-19. “Necesitamos mejorar nuestro gasto en ciencia, hacer que grupos de todo el mundo comiencen a desarrollar nuevos medicamentos contra los coronavirus, la influenza y demás virus para que cuando ocurra la próxima pandemia, ya tengamos un punto de apoyo en el tratamiento de pacientes”. (FOTO SERGIO PIEMONTE)

—¿La especialización del saber aísla al científico o lo obliga a incorporarse al análisis de lo contemporáneo?

—Gran pregunta. Cada vez más la ciencia se está volviendo multidisciplinar. Tienes que estar trabajando con diferentes tipos de científicos. Los grandes desafíos en ciencia nos dejaron, por supuesto, enormes desafíos en sostenibilidad. Obtener suficiente agua limpia, obtener suficiente aire limpio, obtener suficiente energía para hacer crecer nuestros países y nuestras industrias para que todos tengan una buena vida. Eso solo pueden ser resueltos por científicos multidisciplinarios. Y ciertamente en los campos de la medicina, tienes que tener, inmunólogos trabajando con virólogos, trabajando con vacunólogos, trabajando con institutos públicos, trabajando con corporaciones, compañías farmacéuticas. Tiene que ser multidisciplinar. Es importante que los jóvenes, a medida que se entrenan, se den cuenta de que tienen que interactuar no solo con otros científicos, tienen que interactuar con diferentes tipos de científicos para resolver problemas. Pero puede hacerse, es realmente muy divertido cuando interactúas con nuevos tipos de científicos. En mi mandato en Canadá, una de las cosas en las que me involucré es el descubrimiento computacional de fármacos. Tienes la computadora para hacer el análisis de drogas, para identificar drogas contra virus pandémicos por ejemplo. No soy un especialista en informática, francamente no tengo remedio, pero trabajo con científicos computacionales muy hábiles y realmente disfruté interactuar con ellos. Puedo decirles que puedo darles información sobre qué patógenos, qué virus, qué bacterias perseguir y cuáles son los mecanismos biológicos a los que apuntar. Y luego usan sus habilidades computacionales para diseñar medicamentos contra el patógeno. O también lo hemos hecho en el cáncer y en las enfermedades autoinmunes. Así que es la forma en que tienes que trabajar en estos días, y es muy agradable cuando conoces las mentes de otros científicos en diferentes áreas.

—¿En qué consiste la rutina de la investigación? Quiero decir, ¿cuánto de laboratorio, cuánto de estudio, cuánto de teoría?

—Di una charla la semana pasada en una universidad china, y al final, uno de los estudiantes me preguntó. ¿De verdad tienes que pasar tanto tiempo en el laboratorio? ¿Y no es aburrido? Y yo le dije, bueno, me encanta estar en el laboratorio. Realmente lo disfruté, solía ​​cantar cuando estaba en el laboratorio. Me tomaba largas horas y fines de semana, pero me encantaba estar en el laboratorio, y le aconsejé, le dije: si te aburre el trabajo de laboratorio, entonces no deberías dedicarte a la investigación médica, deberías hacer otra cosa. De alguna manera para entrar en la ciencia, tienes que obtener tu licenciatura, tienes que obtener un título superior, una maestría o un doctorado, y luego trabajas en el laboratorio, al menos para empezar. Yo mismo trabajé en el laboratorio hasta que descubrimos el virus de la hepatitis C en 1989, después de eso, el programa se ha convertido en un gran programa en el que empiezo a supervisar a una gran cantidad de otros científicos, y luego te conviertes en un gerente. Yo mismo no pasé tanto tiempo en el laboratorio, casi nada en realidad, durante 30 años. Y algunas personas tienen talento en el laboratorio y otras no. Entonces, para las personas que no lo tienen, es difícil para ellos porque tienes que pasar por ese esfuerzo de laboratorio antes de poder convertirte en el jefe de un laboratorio donde puedes supervisar a otros. Realmente el trabajo de laboratorio es arduo y repetitivo, pero todo el tiempo estás tratando de responder una pregunta intelectual muy importante. Y realmente, es eso lo que te mantiene en la repetición. Y creo que ayuda mucho si puedes trabajar en un laboratorio haciendo experimentos, si te gusta hacer eso, es una buena carrera para ti.

“El covid ha hecho que las personas en todos los ámbitos de la vida se den cuenta de lo importante que es la ciencia”

—¿Cómo funciona un equipo de investigación? ¿En qué consiste liderar uno? ¿Y qué característica demanda en los investigadores para que trabajen con usted? 

—Espero que una de las cosas que hago a mis investigadores en mi equipo es transmitir un sentido de pasión. Y junto con esa pasión, trabajo duro y determinación para resolver el problema. Quiero decir, he estado trabajando durante los últimos 12 años en Canadá en una vacuna contra la hepatitis C, todavía estamos trabajando en ello, pero mi equipo es muy hábil. Todos ellos tienen diferentes especialidades, todos son muy trabajadores y muy decididos. Y ese es el tipo de gente con la que quiero trabajar. Estamos muy cerca, y creo que produciremos una vacuna en los próximos años. Eso ayudará mucho a contener la pandemia de hepatitis C, que en sí misma es una pandemia. Entonces, por supuesto, quieres personas brillantes, personas inteligentes que hayan obtenido buenos resultados en sus exámenes, buscas eso. Pero creo que esencialmente necesitas gente que realmente quiera hacer ese tipo de trabajo. Quieres ver que tenga ese tipo de pasión. He tenido algunos estudiantes jóvenes a los que les ha ido muy bien en el laboratorio y han publicado artículos muy importantes de su trabajo. Así que ese es el tipo de cosas que busco.

—¿Considera que la humanidad valora la ciencia?

—El covid ha hecho que las personas en todos los ámbitos de la vida se den cuenta de lo importante que es la ciencia, y qué tan importante es la microbiología. Ahora hay una apreciación mucho mayor de las enfermedades infecciosas y muchos gobiernos del mundo realmente han intensificado y aumentado la financiación. Así que creo que si me hubieras hecho esa pregunta hace diez años, podría haber dicho que hay una apreciación subyacente de la ciencia y los investigadores médicos. Pero creo que ahora por el covid ha cambiado para mejor.

—Con apenas 33 años usted se establece en California para trabajar en una empresa pionera, Chiron. Tomó un riesgo, ¿qué lo llevó a emigrar?

—En 1982, me había formado en el Reino Unido y mi jefe era muy inteligente, me involucró en la ingeniería genética del ADN recombinante, así que realmente me ayudó a entrar en un área completamente nueva que iba a ser muy importante para la medicina. Me involucré mucho en esa área, y cuando busqué oportunidades de empleo en el Reino Unido, no había muchas en el nuevo campo de la biotecnología. Solo había una o dos empresas, y tuve la oportunidad de unirme a ellas, pero no estaban necesariamente dirigidos a la investigación médica. Estaban apuntando a limpiar mareas negras con aceite, cosas de esa naturaleza, muy importantes, pero quería ceñirme a la investigación médica. Y cuando miré a los EE.UU., vi que había cientos de empresas emergentes formadas por académicos para aplicar la biotecnología a la medicina. Entonces me di cuenta de que el mejor lugar para mí era Estados Unidos, y por eso terminé en California. Por supuesto, también quería experimentar el estilo de vida estadounidense, mi esposa también quería, teníamos un bebé de un año, y entonces tenía sentido para todos lados. Mis padres estaban molestos porque me fui, me doy cuenta ahora como padre. Tengo dos hijos adultos y dos nietas, ahora me doy cuenta de la sorpresa que habrá sido para mis padres cuando me fui, pero nos mantuvimos en contacto, nos visitaron y yo visité el Reino Unido a menudo. De todos modos, por eso me fui a los Estados Unidos. Lo siento, estoy divagando un poco.

“El covid realmente fue una llamada de atención para todos los gobiernos del mundo, tenemos que estar mejor preparados”

—¿Cuál es la paradoja ética en la ciencia contemporánea? ¿Se plantea en la clonación? ¿O también en las formas experimentales? Chiron sufrió un atentado por parte de extremistas ligados a la ecología, por el uso de animales en experimentos.

—Sí, tiene razón. La empresa en la que trabajaba fue bombardeada por grupos antiexperimentación con animales. Los perpetradores fueron capturados por el FBI y fueron castigados. Pero creo que el tema central es cuál es la ética de trabajar con animales en la investigación médica, por supuesto. Creo que lo que hacen ahora todos los gobiernos responsables es exigir un uso ético de esos animales. Entonces, los protocolos se estudian muy profundamente en gran detalle, y también se estudia el beneficio potencial para la humanidad. Siempre trato de restringir la cantidad de estudios con animales que hago, pero para hacer lo que he hecho y mis colegas, hemos usado animales y no es una buena parte de nuestro trabajo. Tengo que decir que no me gusta hacerlo, pero desafortunadamente, para probar vacunas en humanos, por ejemplo, los reguladores gubernamentales requieren alguna base para pensar que la vacuna podría funcionar en humanos, lo que significa que primero tienes que probar en animales. Es muy duro, y no se puede probar una vacuna en cultivo celular porque no tienen un sistema inmunológico. Es un área muy difícil y realmente representa algunos dilemas éticos para científicos como yo. Pero la gente me pregunta: ¿es ético los estudios que has hecho en animales en tu carrera? Estrictamente hablando, no son éticos. Pero, por otro lado, si no fuera a hacerlos, tampoco sería ético porque los humanos sufrirán. Así que siempre tiendo a pensar en el niño pequeño o el adulto joven muriendo de hepatitis C, porque he usado animales y mis colegas han usado animales en la búsqueda de curas. Así es cómo justificas el uso de animales, que has ayudado a vivir a los humanos.

—¿Cómo evolucionó la biotecnología en los últimos cuarenta años? ¿Cómo trabajaba en los 80 en investigación y cómo trabaja ahora? 

—Cuando comencé a buscar el virus de la hepatitis C en 1982, la tecnología disponible era muy primitiva. Hoy en día, tenemos una técnica llamada reacción en cadena de la polimerasa que amplifica mis nuevas cantidades de ácido nucleico en cantidades enormes, por lo que es mucho más fácil trabajar con ella. En los 80, tardamos un mes en secuenciar cien pares de bases de ADN. Ahora, en un mes, podemos secuenciar todo el genoma humano. Así que ahora tenemos tantas técnicas maravillosas para interrogar enfermedades médicas. Y allá por los años 80, cuando finalmente identificamos el virus de la hepatitis C, realmente estábamos dándonos cabezazos contra la pared, tratando de hacer funcionar técnicas relativamente insensibles. Así que hubo mucha fuerza bruta, probamos treinta o cuarenta enfoques diferentes, y nos tomó, a mis colegas y a mí, siete años encontrar el virus de la hepatitis C. Si lo estuviéramos buscando hoy con todas las nuevas tecnologías, dudo que tarde siete semanas. Así que esa es la diferencia que hace la tecnología y el avance de la ciencia.

—Última pregunta: ¿puede el hombre de ciencia ser religioso? ¿Es eso un dilema para usted?

—Cuando era joven era una persona religiosa, pero cuando llegué a la mediana edad comencé a analizar la religión más de cerca, y decidí dejar de ser religioso. Mi creencia actual es que vivimos en el planeta Tierra, que es enormemente complejo en tantos niveles diferentes, y es simplemente un maravilloso planeta para vivir. Pero nuestro conocimiento de los físicos y los matemáticos nos ha informado que somos parte de este increíble sistema solar, parte de la inmensamente enorme galaxia de la Vía Láctea. Y esa es solo una galaxia de miles de millones en nuestro universo. Y además de eso, nos dicen que el universo se está expandiendo muy, muy rápido. Y para mí, nuestro conocimiento ha crecido mucho, pero comparado con lo que será dentro de mil años, es insignificante. Mi religión es realmente entender lo que los físicos nos dicen sobre el universo, si puedes llamarla religión, nuestra existencia es asombrosa. Estamos aprendiendo todo el tiempo sobre lo que somos y dónde vamos a estar, y mejor aprendamos a ayudarnos unos a otros. Será mejor que dejemos de pelear entre nosotros. Tenemos que empezar a ayudarnos unos a otros social y económicamente, esa es mi religión. 

 

Producción: Sol Bacigalupo y Sol Muñoz.