Un policía que intentó evitar una "entradera" fue asesinado anoche de siete balazos en el barrio porteño de Villa Lugano: "No me mataron porque tuve un ángel que me lo mandó Dios", confesó la mujer que fue víctima junto a su familia del robo.
"Estábamos entregados, no sabíamos qué iba a pasar", ya que si no hubiese aparecido el policía, afuera de la casa, "las víctimas hubiéramos sido nosotros", aseguró en relación al sargento acribillado.
"Parece que Dios lo hubiese mandado a salvarnos a nosotros. Es evidente lo que está pasando y de la inseguridad no habla nadie", señaló.
Según el marido de la mujer los ladrones estaban "armados hasta los dientes" con "una ametralladora UZI" con la que supuestamente mataron al efectivo.
Según datos consignados por la agencia DyN, desde principios de 2013 ya sumaron 27 los efectivos de la policía asesinados en el país: 13 pertenecientes a la Federal, 12 a la Bonaerense y dos de la Metropolitana.