“Hay derrotas que tienen más dignidad que la propia victoria”. Con esa cita de Jorge Luis Borges, Jorge Corsi inauguró ayer su cuenta de Twitter tras ser liberado por agotamiento de la condena impuesta por “promoción a la corrupción de menor de edad”.
El viernes, cuando dejó el penal de Ezeiza, el psicólogo de 66 años anunció a PERFIL que no volverá a ejercer su profesión porque se va a jubilar. Asimismo, adelantó que utilizaría la red social para referirse a su situación.
El especialista en violencia familiar recurrió al perfil de Twitter que usó hasta que fue encarcelado en febrero de 2012. “Aceptar una pena por algo que estoy convencido de no haber hecho, es un precio muy alto. Pero presentar batalla en una guerra perdida es un precio estúpido”, fueron los últimos tuits que escribió el 9 de febrero de 2012.
Ayer, alrededor de las tres de la tarde, la cuenta volvió a tener actividad.
Ahora, Corsi apeló a frases célebres para referirse a su situación de forma indirecta. “Tantas veces me mataron. Tantas veces me morí. Sin embargo estoy aquí, resucitando. (María Elena Walsh)”, fue el primero de cuatro tuits que publicó. Luego, escribió: “Si me viera obligado a elegir, resignaría la libertad antes que la verdad (Mahatma Gandhi)”. “Nadie pregunta acerca de lo que cree ya tener la respuesta (Teodoro Gravina)”, siguió y cerró con la cita a Borges.
“Como persona, he salido fortalecido porque no han logrado vulnerar mis convicciones en contra de toda forma de violencia, maltrato y abuso”, manifestó el psicólogo en una carta publicada en la edición de ayer de PERFIL.
En la misiva, aclara: “Me hago cargo de mis errores que, en ningún caso, produjeron daño alguno a nadie. Sin embargo, soy consciente de mi impotencia para revertir el imaginario colectivo construido sobre mi persona”. Esto es lo que intentará hacer Corsi a través de Twitter.
“He sido muy respetuoso, independientemente de lo que yo íntimamente piense de la legitimidad de la condena”, dijo a este diario antes de reunirse con sus familiares que lo esperaban en la puerta de la prisión de Ezeiza.
El ex profesor de la UBA pasó 912 días preso. Ingresó al penal de Marcos Paz el 29 de febrero de 2012, luego fue trasladado a la Colonia Penal de General Roca, en la provincia de Río Negro y pasó la última fase de la condena en la cárcel de Ezeiza donde compartió pabellón con Jorge Mangeri, el portero preso por el crimen de Angeles Rawson, y los músicos de Callejeros.