Desde su niñez, Ramón “Monchi” Machuca carga con un peso: su apellido no es Cantero. Fue adoptado –sin papeles– por el jefe de Los Monos, Ariel Máximo “El Viejo” Cantero y su mujer, Celestina Contreras, cuando deambulaba en soledad por las calles del barrio de La Granada. Pese a ser el mayor de los hermanos varones, “Monchi” siempre estuvo por detrás de Ariel “Guille” (preso) y Claudio “Pájaro” Cantero (muerto). Sin embargo, en la clandestinidad, su poder crece dentro de la organización que continúa activa.
Machuca es el último líder del clan que permanece prófugo desde septiembre de 2012, cuando la Justicia rosarina ejecutó una serie de allanamientos en los que cayeron la mayoría de los miembros de la banda. Sobre él, pesa un pedido de captura internacional de Interpol por homicidio y asociación ilícita.
Pese a secundar a sus “hermanos de crianza”, según se desprende de las escuchas, Machuca manejaba los hilos estratégicos del negocio: daba las indicaciones a quienes se dedicaban a comprar materiales para la venta de estupefacientes y armamento y recibía información de allanamientos por parte de policías corruptos a los que, además, les daba órdenes. También, estaba al tanto de los movimientos del representante de futbolistas Francisco Lepiana.
Según los testimonios recogidos en la megacausa que puso en jaque a la banda de Los Monos, la relación de Machuca con sus hermanos había empezado a declinar antes del crimen del Pájaro, ocurrido el 26 de mayo de 2013. “El Ariel y la Cele lo quieren como un hijo, el Pájaro lo quería pero después le empezó a desconfiar”, dijo un testigo. “Guille –continuó– no lo quería a Monchi. Siempre ha habido un celo entre Monchi y Guille, los que andaban con uno no andaban con el otro”. Tal vez, los hermanos no veían con buenos ojos que Machuca tenía cada vez más ingerencia dentro del negocio. “A Monchi le intentaban sacar la mayor cantidad de plata posible para que no crezca”.
Pero Machuca no se quedaba atrás: “Monchi le usaba la gente de Guille y se la endulzaba, el Monchi les pagaba”. Los tres comandaban la banda a su manera: “El Pájaro” era un líder carismático, querido en el barrio de La Granada; Guille era temido por sus modos violentos y Monchi era más afecto a las relaciones públicas. Hizo gala de esta habilidad cuando fue entrevistado por el periodista Rolando Graña en televisión, estando prófugo. “No somos el papa Francisco pero tampoco es como dicen”, dijo desde las sombras y aseguró que “existe una fantasía” alrededor de su familia. Y se atrevió a desafiar a quienes lo buscan: “La Policía de Rosario y de Santa Fe no tiene inteligencia para encontrar a nadie, no pueden encontrar ni a la mujer con el amante”. “Era de los más inteligentes. Siempre fue el más ambicioso, siempre fue por más”, dicen quienes lo conocen. También mostraba carácter. En una de las escuchas le ordenó a un policía: “Fijate si los hablás porque si no, los voy a mandar a ejecutar. Le voy a mandar a cortar la cabeza”. Hablaba sobre un ataque a bienes personales del clan por parte de una banda rival.
A diferencia de sus hermanos, que eran más apegados con su madre, Monchi se acercó más a su padre “de crianza”, Ariel Máximo Cantero, quien fue atrapado cuando se trasladaba en un carro tirado por caballos disfrazado de ciruja. El jerarca de Los Monos cultivaba el perfil bajo, algo que intentó inculcar a sus hijos en varias oportunidades pero que no logró. Al mayor le adjudicaron “un DS3 negro, un Audi A3 azul, un Audi TT blanco, un Fox negro, un 207 GTI negro”. En abril, efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) secuestraron de una cochera del centro de Rosario un Audi TT cupé modelo 2012 valuado en unos 60 mil dólares en el que creen se movilizaba Machuca junto a su socio, Mariano Salomón. Esa fue la última noticia que se tuvo del hombre que podría heredar el sillón vacío que dejaron Pájaro, Guille y El Viejo.
“El Gordo”Salomón, un ladero con pedido de captura
Germán Mariano “Gordo” Salomón es otro presunto narco rosarino que permanece prófugo desde septiembre de 2012. Si bien no pertenece a la familia Cantero, es el hombre de mayor confianza del clan. La relación supera lo laboral.
Según se desprende de la causa por asociación ilícita y el homicidio del Pájaro Cantero, Salomón responde a Máximo Ariel Cantero, alias “El Pájaro Viejo” por su parecido con su hijo Claudio, asesinado en mayo de 2013.
Salomón trabó una fuerte amistad con “El Pájaro”, es padrino de uno de sus hijos, y se lo puede ver en varias fotografías que retratan escenas familiares. Una de ellas, fue tomada en la fiesta de 15 años de una de las hermanas del hombre asesinado. Asimismo fue retratado con Ramón “Monchi” Machuca.
En las escuchas, Salomón, también conocido como “el Gitano” por estar casado con una mujer de esa comunidad, se evidencia que tuvo participación activa en el presunto negocio del narcotráfico de los Cantero y en las venganzas que se desataron tras el homicidio del Pájaro, siempre, recibiendo indicaciones de los jefes de la organización narcocriminal.
Horas previas al asesinato, pasadas las 2 de la madrugada, Salomón fue registrado por las cámaras de seguridad de una estación de servicio YPF, junto a otros dos amigos, Lisandro Mena y Eric Perea y Ariel “El Pájaro” Cantero. Además de su amigo, era su chofer y guardaespalda.
“Sólo tengo caballos y chanchos”
Por N.G.
El hombre sindicado como líder de la banda narco rosarina Los Monos, Ariel Máximo Cantero lloró en su declaración ante la jueza. Le dijo que no tiene relación con sus hijos varones hace diez años y que formó una nueva familia. Aseguró que no tiene dinero: “Sólo tengo caballos y chanchos”.
“El Viejo” fue detenido de casualidad cuando conducía un carro tirado por un caballo junto a un chico. Cuando vio a la policía intentó escapar pero fue detenido después de haber permanecido dos años prófugo.
El martes último, se presentó en los Tribunales de Rosario para declarar ante la jueza de la causa Alejandra Rodenas. No quiso responder preguntas: negó los cargos en su contra (partícipe de asociación ilícita) y habló de su vida. Contó que hace diez años que se separó de Celestina Contreras, con quien tuvo a los hijos que hoy son sindicados como líderes del clan, y que formó una nueva familia. “No tengo auto, no tengo nada de nada. Sólo tengo caballos y chanchos. Yo plata no tengo”, describió.