Cerca de las 12.20 de ayer, el presidente Mauricio Macri llegó al Centro Médico Fitz Roy, junto a Juliana Awada, su esposa. El Presidente entró a la clínica por una puerta trasera ubicada sobre la calle Malabia, y se dirigió al cuarto de Rocío Villarreal, la sargento de la Policía de la Provincia gravemente herida durante el ataque a la comisaría de San Justo.
Por la habitación ya habían pasado los oficiales Adrián Barreto, Javier Pérez y Diego Méndez, quienes evitaron, al igual que Rocío, que delincuentes armados tomaran la dependencia policial y rescataran a un narco detenido. Le llevaron flores y se sacaron una foto junto al ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo. Los cuatro revivieron fragmentos de la sangrienta madrugada en la comisaría. “Me corrí justo, si no me volaban la cabeza”, contó Pérez. Se tomaron las manos. Ella les agradeció que la hayan cuidado cuando el tiro casi la mata frente a ellos.
Con el jefe de Estado y la primera dama en el piso, la charla giró en torno a la recuperación de Rocío. “Gracias a Dios, ella está muy bien. La visita la puso muy contenta. Está bueno que hayan escuchado sus preocupaciones”, dijo a PERFIL Silvana Villarreal, hermana de Rocío, sobre la visita de los funcionarios.
Emocionada, describió a su hermana como “una heroína. Una leona que tiene una garra y una fuerza impresionante”. “Nunca pierde su buen ánimo. Sé que va a salir y la va pelear hasta último momento”, agregó esperanzada.
A través de su hermana, Rocío transmitió su agradecimiento al Hospital Paroissien, donde llegó de urgencia la madrugada del lunes pasado. “Le salvaron la vida, lo recalca todo el tiempo. Por eso le gustaría que se haga un reconocimiento y pide que se haga todo lo posible por ayudar al hospital”. También valora el trato de las personas que la cuidan en la clínica de Villa Crespo. “La tratan como a una reina. Los médicos, las enfermeras, los cirujanos, son todos muy amorosos con ella”, revela.
El ramo de los policías ahora forma parte de una montaña de cartas, estampitas y rosarios que llegan de todo el país. “Rocío está muy agradecida por todas las demostraciones de cariño. No puede todavía responder todos los mensajes, pero lo va a hacer”, señala Silvana
Ritondo, que habló en la puerta del centro médico, indicó que Macri le transmitió a la joven de 25 años “el acompañamiento, la fuerza y lo que necesitara”.
“Vino con su esposa, y por supuesto que esto provoca en un policía que está herido una enorme alegría, que el Presidente y la gobernadora vengan a visitarla”, sostuvo el ministro, en alusión a que María Eugenia Vidal había ido a ver a la sargento el martes, cuando le anunció su ascenso a subteniente por su “acto destacado”.
Según el funcionario, “el presidente habló con Rocío, estuvo con ella charlando unos minutos, ella le pidió tomarse una foto”.
En un nuevo parte médico, el director de la clínica, Mario Shusterhoff, aseguró que la paciente “estaba bien ayer (por el viernes) y hoy (por ayer) está aún mejor de ánimo, que es muy importante en este tipo de afecciones”.
Shusterhoff explicó que Rocío está “prácticamente sin dolor” y adelantó que “el lunes, si esto sigue así, empezará su rehabilitación” porque cuanto antes se inicie será más beneficioso para ella.
Respecto de la lesión que sufrió en la médula, la cual le impide por el momento mover las piernas, dijo que “está bastante comprometida, pero hay esperanzas”.