Dos de los imputados como partícipes necesarios en el asesinato de la adolescente Chiara Páez, perpetrado en mayo en la ciudad santafesina de Rufino, recuperaron su libertad por disposición de la justicia.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) informó que el camarista penal de Venado Tuerto, Fernando Vidal, dispuso dejar en libertad a Carolina Vallejos y Carlos Cerrato, madre y el padrastro del joven que confesó haber matado a la adolescente.
Vallejos, de 34 años, y Cerrato, de 43, quedaron imputados en la causa como partícipes necesarios de los delitos de homicidio agravado por el vínculo, femicidio y aborto no consentido por la víctima.
El juez Vidal dispuso la liberación ante una apelación presentada por la defensa de los dos imputados y a pesar de que la prisión preventiva para ambos había sido ordenada por dos jueces de primera instancia. "La resolución del camarista Vidal nos sorprende", señaló el fiscal de la investigación Mauricio Clavero.El fiscal advirtió que "a pesar de la gran cantidad de elementos probatorios presentados y de la peligrosidad procesal que existe, el magistrado entendió que las pruebas pueden ser suficientes tanto para determinar una presunta participación de ambos imputados, como un supuesto encubrimiento".
Clavero dijo que "para este caso, como los imputados son familiares directos del menor que confesó el asesinato, el encubrimiento tiene la excusa absolutoria que hace que el delito no sea punible para ellos, tal como lo establece el artículo 277 del Código Penal de la Nación".
"Vidal entiende que no hay prueba directa que demuestre la participación de los imputados en el hecho; no obstante, es claro que en este tipo de delitos denominados 'delitos a puertas cerradas', salvo la confesión o una videograbación del crimen, todas las pruebas son indiciarias o indirectas", añadió.
El fiscal remarcó que "la menor fue matada a golpes y no hay ningún indicio de resistencia, lo cual muestra claramente que fue superada en número y no pudo ejercer ninguna maniobra defensiva".