Marcos Alvarez acuchilló y mató a su novia, Agustina Salinas, a la vista de todos. No le importaron las miradas de terceros ni el avance de los agentes de Prefectura que intentaron detener el ataque. La apuñaló hasta el último instante. Murió horas más tarde, en el Hospital Argerich. Ocurrió el jueves, cerca de las 19.30, en la avenida Alicia Moreau de Justo, a la altura de Macacha Güemes, una zona de Puerto Madero con una gran cantidad de comercios de esparcimiento, donde la pareja de jóvenes se encontraba en un bar y comenzó a discutir. Según relataron los testigos, la pelea continuó en la vía pública, sobre la vereda de Moreau de Justo que da a las vías del tren, donde Alvarez, de 28 años, sacó un cuchillo y apuñaló varias veces a Salinas en el cuello. El estado de excitación del agresor era tal, que no respondió a la voz de alto de los prefectos que llegaron corriendo a la escena. Alvarez no respondió a la orden y, según relataron, continuó acuchillando a su novia. Debió ser reducido con dos disparos de arma de fuego en una pierna. La chica intentó escapar, cruzó la avenida y quedó tendida sobre unos arbustos del lado del dique. Cuando llegó la ambulancia del SAME, ya estaba muerta. En otra unidad se trasladó al asesino hasta el Hospital Argerich, en el barrio de La Boca, donde fue operado, pero cerca a las 23.30 murió. En tanto, personal de Prefectura, de la División Homicidios y de la Unidad Criminalística Móvil de la Policía Federal trabajaron sobre Moreau de Justo, donde acordonaron el área. Durante el peritaje encontraron parte de una sandalia con plataforma que llevaba Agustina. Había quedado tirada sobre varias con manchas de sangre. Los padres de la víctima, en un primer contacto informal con los detectives de Homicidios contaron que su hija y el asesino eran novios, que se habían conocido hace cuatro años estudiando medicina en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y que había algunos problemas en la relación. El miércoles pasado, Salinas se había recibido y ya se desempeñaba como médica pediatra. Tenía 26 años y vivía con su familia, en Boedo. El caso quedó a cargo de la jueza María Gabriela Lanz, quien esperaba el sumario realizado por Prefectura. Como el asesino falleció, la acción penal quedó extinta y la causa por el “femicidio” quedará archivada pero Lanz deberá resolver si la acción del prefecto que baleó al agresor fue justificada.
Otro caso en la vía pública
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El femicidio de Agustina Salinas recuerda el crimen de Serena Rodríguez, una adolescente de 15 años que fue degollada y apuñalada 49 veces por su ex novio, Lucas Arévalo, también en la vía pública. Ocurrió el 23 de junio pasado, en San Miguel, cuando Serena volvía de la escuela y fue atacada por Arévalo cerca de la parada de colectivo que la llevaba a su casa. Al día siguiente, encontraron su cuerpo. Estaba boca abajo, oculto debajo de un árbol que tenía un hueco entre sus raíces y presentaba múltiples lesiones de arma blanca en el estómago, tórax y cuello. El agresor fue procesado con prisión preventiva.
