—¿Cómo le va, señora? Tenemos una orden de allanamiento.
—¡Ay!, ¿por qué?
—¿Me permite ingresar?
—Sí, cómo no.
—¿Dónde está su hijo?
—Está en la casa de mi hermana. ¿Me aguarda?
El particular diálogo se dio en una casa del barrio Villa San Carlos, en Berisso, entre un efectivo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y la madre de un adolescente que realizó llamados intimidatorios a su escuela.
En el interior de la vivienda, el oficial le hizo saber a la mujer: “La gente de Explosivos va a hacer su trabajo, y llamamos a E. para que venga y entregue el teléfono celular del que llamó y yo le voy a preguntar el número de teléfono para ver si es el que corresponde”.
Cuando llegó el joven de 17 años, intentó cubrirse: “No sé qué hice, mamá”. “Mirá, esta vergüenza que yo paso, y tu papá, que labura como un burro y yo también y me pagás así, esto no se perdona”, lo reprendió la mujer, mientras el uniformado marcaba en su celular el número del que se había realizado una amenaza de bomba. Apoyado sobre la mesa, el aparato del adolescente comenzó a sonar. La escena fue registrada en video por la policía, que incautó el aparato.
En el operativo actuaron efectivos de la Jefatura Departamental La Plata y numerarios de la Dirección de Explosivos, Comando de Patrulla, policía local, Caballería e Infantería.
La Justicia no fue tan comprensiva con un profesor de matemática de Quilmes, que fue demorado acusado de realizar amenazas de bomba a colegios de la zona y a los tribunales.
Se trata de un hombre de 43 años que ya había sido imputado en una causa similar, por “intimidación pública”.
En esta oportunidad, fue detenido el viernes por la madrugada cuando la policía allanó su domicilio de la avenida República del Líbano al 900, en el marco de una investigación por amenazas de bomba a instituciones educativas y al Poder Judicial.
“Se trata de un docente que da clases en los colegios Normal 20, Media 3 y 4 de Quilmes, y que además se halla investigado en otras causas del mismo tenor”, dijo uno de los investigadores que participaron en el procedimiento.
En el allanamiento, en el que intervinieron las comisarías de Quilmes 1ª y 8ª más el Grupo Halcón, Infantería, GAD y Explosivos, se secuestró gran cantidad de aparatos celulares y chips prepagos, un distorsionador de voz y documentos varias de recortes periodísticos relacionados a instituciones públicas y a estos hechos.