POLICIA

Tigre | Motochorros matan a quemarropa a un prefecto

El suboficial de Prefectura Naval fue atacado por dos ladrones que lo balearon en la cabeza. Uno de ellos tenía salida transitoria de la cárcel.

Rosario Toledo, de 60 años, llegó a la casa de su hija y fue sorprendido por dos ladrones armados que lo balearon en la cabeza.
| Télam

Un suboficial de la Prefectura Naval de la delegación San Isidro fue asesinado a balazos por motochorros. El crimen ocurrió cuando llevaba a su nieta a la casa de su hija, en la localidad bonaerense de General Pacheco, Tigre.

El homicidio tuvo lugar ayer cerca de las 20.30 en la calle 2 al 100, del barrio Enrique Delfino, a pocas cuadras de un asentamiento. El suboficial mayor Rosario Toledo, de 60 años, llegó a la casa de su hija en su camioneta Ford EcoSport, y fue sorprendido por dos ladrones armados que lo balearon en la cabeza.

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Los sospechosos por el crimen estarían identificados y, uno de ellos, habría estado preso por robo calificado.

Erica Toledo, una de las tres hijas de la víctima, aseguró que a su padre le pegaron "dos tiros a quemarropa en la cara, a menos de medio metro" de distancia. Se desconoce aún si los delincuentes tenían intención de robarle la camioneta o de ingresar a la vivienda.

Toledo, explicó que su padre tenía "40 años de servicio" en la fuerza y pidió "justicia" por el caso. El hombre había sido uno de los prefectos que participó de la búsqueda del hijo del ex funcionario radical Federico Storani en el Delta del Tigre, fallecido tras un accidente náutico, el 31 de marzo pasado.

"Amaba su familia", remarcó entre lágrimas sobre el agente y se quejó de que le costó "20 minutos" comunicarse con el 911 para llamar a la Policía y que la ambulancia tardó "más de 40 minutos en llegar".

Sin embargo, según indica DyN, fuentes vinculadas al caso dieron otra versión y dijeron que las fuerzas policiales y de asistencia llegaron en un tiempo sustancialmente menor.

La hija del prefecto dijo que su marido salió de su casa a recibir al matrimonio que llevaba a su nieta de dos años cuando llegaron los "motochorros". Entonces llevó a su hija adentro de la casa y cuando estaba en el interior escuchó los disparos y los gritos de su madre.

Según los vecinos, los autores del crimen viven en un asentamiento cercano y están sospechados de numerosos hechos delictivos cometidos en los últimos meses en la zona.

De acuerdo con los voceros, al menos uno de los sospechosos tendría antecedentes penales, pero habría obtenido el permiso de salidas transitorias de la cárcel y no se presentó para notificarse, por lo que fue declarado en rebeldía.