POLICIA
crimen en el microcentro porteo

El asesino del cerrajero, con represores

Por su condición de ex militar, Silvio Martinero permanece en el mismo módulo del penal de Marcos Paz que Miguel Etchecolatz y Eduardo Astiz.

Martinero fue el responsable de la muerte de un cerrajero inocente.
| Cedoc

Desde hace tres días el abogado y ex militar que mató a un cerrajero en pleno Microcentro porteño duerme en la cárcel de Marcos Paz. Silvio Guillermo Martinero (45) fue trasladado el último jueves al módulo 4, donde permanecen alojados los miembros del Ejército que fueron condenados o están procesados por crímenes de lesa humanidad, como es el caso de Miguel Etchecolatz. Quienes pudieron visitarlo aseguran: “Está en una nube. No terminó de internalizar, comprender, que una persona perdió la vida”.

Martinero fue detenido el martes en el mismo lugar del hecho (San Martín y Lavalle) y derivado dos días después al Complejo Penitenciario Federal Nº II de Marcos Paz.

El destino del abogado fue el Módulo 4, que cuenta con diez pabellones y capacidad para alojar a 442 internos. Este módulo es conocido como el de “lesa humanidad”, porque allí concuerdan ex militares que están acusados de cometer crímenes en la última dictadura militar. Por ejemplo, en el pabellón V conviven Christian Von Wernich, ex capellán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires; Miguel Etchecolatz, ex comisario general de la Bonaerense, y Alfredo Astiz, ex capitán de fragata de la Armada Argentina, entre otros. A este sitio también se le suma el mote de “pabellón vip” porque no hay sobrepoblación de detenidos y no tienen contacto con los “presos comunes”.

Martinero fue alojado en un pabellón que se conoce como el de los “asimilados”, y que está dentro del módulo 4. Desde el Servicio Penitenciario Federal (SPF) explicaron que “en todos los penales existe este tipo de pabellones”, que se utilizan para alojar a policías, miembros de fuerzas de seguridad o militares, y también para parientes o hijos de efectivos.

“Martinero está en una nube. No terminó de internalizar, comprender, que una persona perdió la vida. Está destruido”, describió a este diario su abogado defensor Leonardo Rombolá .

El caso. El martes pasado a las 9.26 de la mañana, cuando Martinero llegaba a sus oficinas de la calle San Martín 551, fue abordado por un delincuente que le arrebató una mochila donde llevaba 50 mil dólares y documentos.

Martinero disparó contra los motochorros, pero uno de los tiros dio en la espalda de Daniel De Negris (56), que caminaba por la vereda de enfrente rumbo a la cerrajería donde trabajaba desde hacía treinta años. Murió en el acto.