POLITICA

Abal Medina negó el enojo cristinista por la elección del Papa

El jefe de Gabinete se sumó al intento oficial por templar las primeras reacciones. “¿Cómo lo de Francisco puede ser algo malo?”, preguntó.

El jefe de Gabinete se sumó al intento oficial por templar las primeras reacciones.
| Télam.

El jefe de gabinete, Juan Manuel Abal Medina, negó hoy que en el Gobierno haya habido “enojo” por la elección del arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, como nuevo Papa, y cuestionó que, desde la oposición, se hablara de un cambio de postura de la Casa Rosada respecto al valor político de la llegada del jesuita al Vaticano.

“¿Cómo lo de Francisco puede ser algo malo?”, planteó Abal Medina. “Uno agarra Clarín y lo central no es la alegría que puede tener la población por un Papa argentino; lo central es cómo eso impactaba en el Gobierno; si el Gobierno sí, el Gobierno no”, fustigó.

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“Inventan que estábamos enojados y después, como no lo estamos, dicen que cambiamos”, criticó el funcionario, que evitó entrar en la interna del propio oficialismo sobre la figura del Sumo Pontífice.

Posturas encontradas. Este fin de semana, el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, cuestionó el fervor del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, que mandó a empapelar la Ciudad de Buenos Aires con afiches de Francisco, identificándolo como “argentino y peronista”.

Durante una reunión de Carta Abierta realizada este fin de semana, González advirtió: "No puede ser que compañeros nuestros entren en esa superchería". Asimismo, el director de la Biblioteca Nacional acusó a Bergoglio de estar vinculado "a sectores de la derecha peronista de los '70", como la agrupación "Guardia de Hierro" y de hacer "demagogia" con "simbología linguística" cuando hace referencia a gestos de sencillez y a los pobres.

"Se termina un gran debate histórico que comienza en los '70 dentro y fuera del peronismo, pero sobre todo en el peronismo, y ahora algunos sectores que dicen hay un Papa peronista", señaló, tras calificar "los afiches" que circularon en la Ciudad de Buenos Aires sobre el Papa Francisco como "vergonzosos".