Mientras la justicia busca elementos para avanzar en una linea de investigación firme, el gobierno argentino sostiene por estas horas que la causa se caerá en algunas semanas y que el objetivo del avión que aterrizó el 6 de junio en Ezeiza tenía que ver con una capacitación para que los tripulantes venezolanos sumen las 200 horas de vuelo y así poder finalmente pilotear la aeronave que ahora debe hacerlo con ciudadanos iraníes. Pero este aterrizaje no escapa a las internas del gobierno y a la vacante en la embajada argentina en Israel en la que el empresario, Mario Montoto, estaría interesado.
La justicia aún debe determinar algo que desde la Casa Rosada dicen no tener ningún indicio y es si el piloto iraní, Gholamreza Ghasemi pertenece a la Fuerza Quds, un brazo paramilitar de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. Cuando aún en nuestro país esto no estaba confirmado, desde el gobierno de Paraguay salieron a sostener que este piloto “no es parecido, homónimo ni nada. De acuerdo a lo que sabemos y confirmaron agencias aliadas es que se trata de una persona vinculada al Quds, sin ninguna duda”. Quien lo sostuvo es Esteban Aquino, titular del Sistema Nacional de Inteligencia (SNI) de Paraguay, quien agregó que este ciudadano “ha estado acá (en Paraguay)” y que su presencia en ese país “es algo que sigue abierto y en investigación”.
Un importante funcionario del gobierno explicó a PERFIL que estas declaraciones no aseguran que se trate de un integrante de la Guardia Revolucionaria iraní. “Si prestás atención lo que dice es que hay agencias aliadas que le informan que sería la misma persona. Pero allá no hay ninguna investigación judicial abierta, dejaron pasar el avión y ahora dicen estas cosas”, se molestó el dirigente.
Además repiten que Argentina no recibió ninguna alerta sobre este avión, tal como había informado el gobierno paraguayo. El 6 de junio, día que Agustín Rossi se hizo cargo de la Agencia Federal de Inteligencia, personal de la Ex Side en el país vecino envió un cable en el que avisaban que el gobierno de paraguay le había informado que había una aeronave que había pasado por su territorio. “La comunicación, que no fue una alerta, decía que el vuelo no tenía restricciones, pero que se había advertido el apagado del transporter por unos minutos y daban el nombre del capitán. Nada más. En ese momento, ya el avión no podía despegar de Ezeiza”, detallan desde la Casa Rosada.
Desde el gobierno también miran los movimientos del juez que interviene en la investigación, Federico Villena. Lo describen como un magistrado de perfil alto al que “le gusta el show”, sabe acomodarse a los tiempos políticos y hasta tiene vocero.
El itinerario del avión y la investigación que la portavoz oficial, Gabriela Cerruti, describió como una “novela” también tiene un capítulo en el que la interna política del Frente de Todos está involucrada.
Un ministro asegura que quien abrió sospechas infundadas sobre la aeronave fue un funcionario propio. Se trata de José Glinski, titular de la Policía de Seguridad Aeronaútica (PSA), quien está en la mira por un primer allanamiento sin orden judicial. Desde hace meses, Glinski le dice a distintos dirigentes que quiere ser embajador. ¿En dónde? En Israel, cargo que Alberto Fernández le acaba de ofrecer a Cristina Caamaño.
Este funcionario suele elogiar al ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, con quien compartió algún encuentro y de quien promociona todas sus actividades en las redes sociales.
A Glinski también lo vinculan al empresario Mario Montoto, presidente de la Cámara de Comercio Argentino Israelí (CCAI). “Embajada Montoto”, bautizaron en las últimas horas desde la Casa Rosada a la pelea que el empresario está dando por este lugar. Glinski debe estar celebrado que ya se ganó los elogios del Estado de Israel.
Un vuelo de “entrenamiento”
El dirigente político y representante del Gobierno en Bolivia, Ariel Basteiro, dialogó con Jorge Fontevecchia en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), y destacó que no debería ser llamativo que “una tripulación iraní esté entrenado a una venezolana”.
Basteiro explicó que a mayoría de los analistas hablan con mucho desconocimiento. No debería llamar la atención que una tripulación iraní esté entrenando a una venezolana. Cuando una aerolínea no tiene estructura en tierra, para hacer la capacitación, la hace en vuelo. Creo que es lo que pasó y, por eso, había tripulaciones cruzadas. Teóricamente las investigaciones que se llevaron adelante no arrojan ningún tema de irregularidad y los trámites fueron hechos en tiempo y forma.
El embajador en Bolivia agregó que “La prensa informó que hay dos que los adquirió a una empresa iraní. Es algo habitual, los aviones van y vienen a países con los que no se tiene relación porque los compran y venden corporaciones que se dedican a eso”.