“¿Alberto Fernández debe tener una campaña activa o no debe desgastar su figura y a su equipo?”, “¿tiene que cambiar la estrategia después de la contundente victoria en las PASO?”, “¿el candidato a presidente del Frente de Todos puede perder votos y ganarlos Mauricio Macri?”. Estas son algunas de las preguntas que circulan por estas horas en el equipo de campaña opositor. Hay opiniones divididas sobre la agenda a seguir en los próximos dos meses, pero sobresale una coincidencia: el debate económico sigue siendo la principal fortaleza de Fernández, y será en lo que se seguirá enfocando de cara a las elecciones generales del 27 de octubre.
“Insistiremos con el contraste económico. Las medidas anunciadas, como la rebaja del IVA, no llegan a las góndolas, miraremos los precios en los supermercados. Seguiremos demostrando que ninguna decisión de las que toman llega a la gente”, explican en su equipo.
En las oficinas de la calle México detallan que el último intento de Mauricio Macri de acusar al Frente de Todos por la devaluación del 25% pos-PASO no funcionó. “Sabemos que estamos frente a un gobierno que se va a victimizar y no va a revisar nada, ni siquiera el acuerdo incumplido con el FMI, pero nosotros vamos a estar activos, no nos vamos a prohibir hacer campaña”, dice uno de los dirigentes cercanos a Fernández.
De Nisman a 678, las principales frases de Alberto Fernández
Y agrega: “Pero vamos a poner mucho más énfasis en proyectos a futuro que en críticas al Gobierno”. Esto hace surgir otra discusión: debe haber mucha prudencia en las promesas de campaña. “Ya no son solo promesas, ya no son solo ideas de algunos candidatos. Cuando asumamos, todo lo que dijimos lo vamos a tener que cumplir, y ya es casi un hecho que el 10 de diciembre asumimos”, dijo esta semana uno de los estrategas a distintos dirigentes que circularon por el despacho de Fernández. Pidieron extremar la prudencia con las declaraciones.
Esta semana, Fernández viajó a Mendoza a apoyar a la candidata a gobernadora Anabel Fernández Sagasti. La recorrida tuvo más que ver con la campaña provincial –hay elecciones el 29 de septiembre– que con la contienda presidencial. Como anticipó este medio, Fernández evalúa viajar a Madrid los primeros días de septiembre. El candidato presidencial es profesor en la Universidad Camilo José Cela y viajaría a dar clases. “Hace dos semanas que tiene la agenda de un presidente sin la estructura de un presidente, necesita poner un freno a la campaña y lo necesitamos todos”, dicen en su equipo.
A pesar de que el Gobierno alimenta la idea de que Fernández puede retroceder tres puntos y Juntos por el Cambio crecer para así llegar al ballottage, en el Frente de Todos se muestran tranquilos y descartan esta posibilidad. “Siempre se puede perder votos, aunque no creo que este sea el caso, pero la pregunta es si Macri los puede ganar. Y no tendría por qué tener más votos si sacó el 33% con el dólar a $ 45 y la inflación más baja que la de los próximos meses. Además, perdió el apoyo de empresarios, de los mercados y hasta de los medios”, describen en el entorno de Fernández.
El viernes previo a la elección, el encuestador Hugo Haime le acercó a Fernández el último sondeo, en el que precisaba una diferencia de 13 puntos contra la fórmula Macri-Pichetto. Ninguno creyó en estos números, aunque hablaban de una posible ventaja de 10 puntos. Ahora los sondeos muestran que la diferencia podría ser aún superior a los 15 puntos que finalmente obtuvieron en las PASO.
MC