El del martes pasado no fue el primer encuentro entre Alberto Fernández y el jefe de la Iglesia local. En marzo de 2018, con Oscar Ojea recién asumido como presidente del Episcopado a pedido papal, Fernández lo visitó. El encargado de gestionar esa reunión fue Guillermo Oliveri, el secretario de Culto durante los doce años de ciclo kirchnerista. Por aquellos días, ni siquiera Fernández apostaba por sus chances de ser presidente. También ayudó Santiago Cafiero, mano derecha del candidato del Frente de Todos.
Ahora que la llegada de Fernández a la Casa Rosada es casi un hecho, se acumulan los mensajes y pedidos de citas. Pero no sólo de parte de los dirigentes católicos. Desde la DAIA y la comunidad musulmana ya activaron líneas con los referentes del albertismo.
En la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera)planeaban convocar a los tres principales candidatos. Pero tras el amplio triunfo del FdT, los líderes evangélicos evalúan recalcular. El miércoles definirán los pasos a seguir en una reunión de comisión directiva. El presidente de Aciera, Rubén Proietti, mantiene un relación fluida con Oliveri.
Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Poco antes de las PASO, la intendenta de La Matanza Verónica Magario creó la subsecretaría de Culto. La candidata a vicegobernadora bonaerense designó subsecretario al pastor evangélico Gabriel Ciulla. Así, Magario cumplió una promesa que había hecho en Aciera.
En reacción a la militancia masiva en favor de la legalización del aborto, en las PASO se presentaron más de 150 candidatos vinculados al mundo evangélico. Si bien se postularon en distintos espacios, la abanderada fue Cynthia Hotton. Pero los voceros de Aciera recalcan que no tomaron partido por ninguna fuerza.
Desde la comunidad judía, un ex presidente de la AMIA aceleró las conversaciones con el equipo del kirchnerismo ampliado. “Son tanteos para abrir canales más amplios”, explica uno de los interlocutores. El rechazo de Alberto Fernández a la firma del Memorandum con Irán, por lo que incluso fue citado por Claudio Bonadio, funciona como puente indirecto en favor del diálogo.
Con la comunidad musulmana no hay necesidad de recomponer el vínculo. Cristina Kirchner estuvo tres veces en el Centro Islámico de la República Argentina (CIRA). El presidente de CIRA, Aníbal Bachir Bakir, invitó días atrás a los interlocutores del albertismo a la Celebración del Sacrificio, uno de los festejos más importantes de los musulmanes.
Sobre la bilateral con el Vaticano, tampoco existen heridas que cicatrizar. Por el contrario, Francisco se lo dijo a La Nación en julio pasado: “Me gustaría visitar la Argentina el año próximo”. Si bien apostaba por una mejor elección de Roberto Lavagna, Jorge Bergoglio tiene mucho mejor feeling con el kirchnerismo que con el gobierno de Macri. Marcos Peña y Jaime Duran Barba arrastran bolilla negra papal. El aumento de la pobreza y el desempleo potenciaron el ruido en la línea.
Cafiero, Oliveri y Eduardo Valdés son los principales embajadores de Fernández ante la Iglesia. Por las dudas, el ganador de las PASO ya metió un rebaje en su discurso sobre la legalización del aborto: en sus últimas entrevistas defendió la despenalización, como suerte de punto medio.
