Andrés Ibarra fue vicejefe de Gabinete en el último año y medio de Gobierno de Mauricio Macri. Sin embargo, antes como ministro de Modernización en la Ciudad y luego a nivel nacional – donde tuvo a su cargo el área de Comunicaciones -, se transformó en uno de los especialistas en el sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) dentro de Juntos por el Cambio.
Tras su salida de Casa Rosada en diciembre, Ibarra armó la Fundación PAD (País Abierto y Digital), donde trabaja con las TIC, recursos humanos, sistemas, apps y tecnología en general como consultor, junto a un grupo de ex funcionarios que lo acompañaron los últimos años en la gestión.
Paralelamente, mantiene contacto con parte de la dirigencia del PRO y con legisladores nacionales como una suerte de asesor en esas temáticas, por caso, la ley de teletrabajo. Histórico hombre de contacto directo con Macri – con quien incluso escribió un libro sobre Boca Juniors y su paso por el club – hoy sigue en contacto también con Horacio Rodríguez Larreta y hasta es amigo de otros dirigentes, como Hernán Lombardi. Con Patricia Bullrich mantiene una buena relación y hasta escribió el último paper sobre el DNU que sacó el Gobierno nacional declarando como “servicio público” el sector.
En una entrevista con PERFIL, la primera desde que salió del Gobierno nacional, habla de las consecuencias del DNU y la mirada estratégica sobre las telecomunicaciones. Cree que el DNU genera “incertidumbre” y plantea que el “Estado tiene armas muy poderosas” para frenar un alza de tarifas.
-¿Qué mirada general tiene sobre el DNU?
-El DNU me parece que marca un retroceso muy grande. Falta la reglamentación, pero ya es un retroceso muy grande por varias razones. Cada vez que hay idas y vueltas con los actores económicos, al sector productivo le genera una incertidumbre muy grande. Se vuelve para atrás en un camino que se había iniciado hace cuatro años y que fue un camino muy exitoso. Lo que hicimos nosotros fue, a través de un decreto y varias medidas, tratar de darle previsibilidad al sector de las TICS y la telefonía para que genere mayores inversiones, que generen más empleo, y un acompañamiento a una política de Estado que hacía falta en Argentina. Esto es: mejorar sustancialmente la conectividad y todas las telecomunicaciones para conectar más hogares. Menos del 60% de los hogares totales estaban conectados. Nosotros conectamos a más de 2 millones de hogares. En segundo lugar, este camino previsible se pudo dar porque se acompañó lo que pasaba en el mundo donde hay ebullición de estas tecnologías y de las comunicaciones. Son un factor fundamental para la industria: la robótica, la inteligencia de datos. La industria 4.0 está apoyada en la conectividad y en buenas comunicaciones. Por supuesto, la salud, la educación y la tramitación en general, y con el Estado en particular. Entonces, ese camino de previsibilidad tenía que ver con mejoras en este sentido.
Se vuelve para atrás en un camino que se había iniciado hace cuatro años y que fue un camino muy exitoso
-Uno de los ejes centrales de discusión es la velocidad de Internet
-Nosotros mejoramos la velocidad de banda de internet. Hoy hay miles de personas en Zoom, en plataformas, eso se da porque la velocidad de banda ancha pasó de 4 megabytes por segundo a más de 20 megabytes por segundo. De la misma manera el 4G: cuando llegamos había menos de 600 localidades conectadas y llegamos a 2800. Esto en lo que tiene que ver con telefónicas. Por eso mejoró tanto la comunicación en la Argentina. Todos nos acordamos cuando en la nochebuena se cortaba el teléfono. El 4G está orientado a la tecnología de datos y eso mejoró para tener Internet móvil en muchas localidades. Desde el Estado, desde Arsat, fue iluminar la fibra óptica: pasamos de 6.000 km de fibra óptica iluminada a más de 30.000. Llegamos a conectar más de mil localidades y eso permite trabajar a 1.200 proveedores de Internet, que son los sujetos del DNU.
-Pero entonces, ¿cuál habrá sido el motivo del DNU? Se habló de un tema de tarifas…
-Me resulta incomprensible que si analizaron lo que se hizo hayan sacado este decreto. Si hubiera sido un desastre y querían mejorar, uno lo entendería. No hay una buena lectura de lo que se hizo y además ahora se suma esta incertidumbre. Hoy las empresas grandes y medianas, como los miles de proveedores, que muchos son cooperativas y empresas familiares, están diciendo “¿qué hacemos?” y hasta dónde va a llegar la regulación del Estado. ¿Cómo van a hacer cuando tienen insumos y equipos en dólares? ¿Los van a subsidiar? Finalmente, la gente, el usuario común, con lo que hicimos nosotros se benefició muchísimo. Uno esperaba que ayuden a hacer crecer el sector. Y sobre todo con un Estado fundido. ¿Lo hicieron solamente porque querían marcar la cancha y apretar a las telefónicas para que congelen los precios? Es un error garrafal: no hacía falta tirarle con un misil a una hormiga porque pones en riesgo la continuidad de inversiones del sector en un momento donde se necesita más previsibilidad, construir una agenda de desarrollo.
¿Lo hicieron solamente porque querían marcar la cancha y apretar a las telefónicas para que congelen los precios?
-Insisto en el tema tarifario: ¿no había un libre albedrio para imponer tarifas?
-El año pasado congelamos los precios con una mesa de diálogo con la industria explicando la situación y pidiéndoles que nos acompañen, siendo q en paralelo habíamos sido un gobierno donde las reglas de juego habían sido muy claras. Es más: estábamos conversando por el espectro, para desplegar más antenas de 4G para poder aumentar la conexión de esas antenas. Incluso habíamos empezado a pensar en el 5G porque el mundo va hacia allá con una nueva tecnología que tiene una velocidad impresionante. La inversión en 5G es mucho más elevada que el 4G porque pones más equipos por superficie y es más costoso. Es un sector es hiper dinámico con alto nivel de inversión. Por este DNU parece ideologizado. Además, desde el gobierno y yo como ministro tenía muchas herramientas que juegan en la mesa para que el sector progrese, invierta y los ciudadanos se beneficien. Que cobren un precio razonable y den un buen servicio. Primero tenés la facultad de regular el plan de inversiones de las empresas, lo podes acelerar, podés decir dónde hace falta, dónde no hay antenas. Podés también obligarlos a esquemas de roaming, que significa que se ponen de acuerdo entre ellos y, por ejemplo en una ruta que tu operador móvil sirva cualquiera en una ruta. También está la política arancelaria y podés beneficiar o no con el equipamiento en dólares. Y finalmente los precios con la canasta de consumo. Y otro tema clave para las telefónicas: las licitaciones del espectro. La artillería que tenés te permite generar el congelamiento de tarifas e incluso prorrogarlo pero lo hacíamos sentados en una mesa. No se necesitaba el DNU.
-¿El sector no tiene una alta concentración de parte del Grupo Clarín?
-¿El DNU permite desconcentrar? El problema es que el DNI, así como está escrito le pega a los grandes y a los 1.200 prestadores de Internet de los pueblos. Finalmente la afectación es para todos. Si al chiquito lo regulan también hay que ver cómo. Si ponés en crisis el sector, ¿quienes van a sobrevivir? ¿Los grandes o los chiquitos?
-¿Pueden volver o avanzar los problemas del servicio de Internet y de telefonía?
-Desgraciadamente se complica todo el sistema y las empresas ante falta de previsibilidad lo primero que hacen es parar la maquinaria, si tienen que invertir, prefieren frenar. Si a eso le sumas la incertidumbre macroeconómica porque no hay un plan, el tipo de cambio, no sabemos qué va a pasar. Hoy la inversión esta frenada. Y con esto se perjudica la gente.
ESMC