A Enrique Alfonso Severo lo encontraron con vida en el partido del partido de Avellaneda, según informó Télam.
Severo, un testigo clave que tenía que presentarse hoy en el juicio por el crimen de Mariano Ferreyra, se encontraba desaparecido desde anoche.
Fuentes policiales confirmaron a Télam que el testigo fue liberado pasadas las 22 horas en la calle Clemenciau al 50, en Gerli, donde fue auxiliado por un vecino.
De acuerdo a lo señalado por las fuentes, Severo se encontraba maniatado con precintos de plástico, vendado y con algunos golpes, luego de ser abandonado por un vehículo que aún no fue identificado.
Una vez refugiado por el vecino, Severo habría entregado dos números de teléfono pertenecientes a una remisería de su familia, desde donde finalmente fue escoltado por efectivos policiales y acompañado por allegados al hospital municipal de Avellaneda.
La información fue comunicada a la familia del testigo, en tanto que el fiscal Elvio Laborde, a cargo de la investigación del hecho, se dirigió al lugar junto a policías del partido.
Más tarde, fue trasladado al hospital Finochietto, donde se encontraba en observación, en buen estado de salud, y había tenido contacto con algunos familiares.
"Estaba golpeado, shockeado y con la manos atadas", dijo a la prensa Gastón, uno de los hijos de Severo al salir del hospital.
