La muerte de la adolescente Lara Tolosa Chanetón, que se pegó un tiro en el Colegio Nacional Rafael Hernández, llevó a los funcionarios de la Universidad de La Plata a reunirse con el juez Federal, Ernesto Kreplak que lleva la causa.
El objetivo fue iniciar una denuncia por la presunta comisión de delitos en la página Voxed en la que se publicaron comentarios que podrían haber inducido a la decisión que adoptó la menor y la utilización de la imagen de la adolescente sin el consentimiento de nadie. Allí, la chica habría posteado, un día antes del fatídico jueves 3 de agosto, un texto en el que anticipó sus intenciones de quitarse la vida. Y pedía sugerencias para transmitir en directo el acto suicida.
Desde hace varios días se publican comentarios anónimos en la página Voxed en los que se hace mención a un presunto contexto de bullying en perjuicio de la menor que decidió dispararse en plena aula. Esas versiones fueron desestimadas por funcionarios de la UNLP, quienes indicaron que la “estudiante nunca presentó signos de haber padecido un cuadro de bullying. Tuvo un buen rendimiento académico y no había actitudes que podrían inducir a tal situación”.
Voxed es una plataforma social orientada al anonimato, donde se puede compartir casi cualquier tipo de contenido de forma inmediata.
Sin embargo, mientras Lara permanecía en gravísimo estado de salud en la sala de terapia intensiva del Hospital San Martín, se habrían registrado amenazas contra compañeros de la alumna del Nacional. Ayer, el juez Kreplak pidió a los padres de esos menores amedrentados que se presenten a declarar como testigos
Sobre la ronda de testimonios de los alumnos que compartieron ese tremendo momento, se indicó que las declaraciones se postergaron hasta que los adolescentes puedan sobrellevar esa situación, ya que se encuentran en una etapa postraumática. También se evalúa que concurran con asistencia de psicopedagogos, según explicaron ayer fuentes de la Universidad Nacional de La Plata.
El dramático episodio ocurrió en la primera hora de clases. Según se reconstruyó en el expediente, a las 7.50 sonó la alarma del celular de la joven. La profesora de Geografía que estaba de espaldas a la clase, giró para pedir que apagaran el aparato. Pero se encontró con una escena de espanto: Lara sacó un revolver de la mochila y se disparó en la boca. Los médicos confirmaron que el proyectil atravesó el parietal derecho. Entre sus objetos la estudiante dejó un mensaje: “Chau mierdas. Dejo un juego en la mochila, el que lo encuentre se lo queda”, escribió.