Una nueva partida de 400 mil dosis de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus llegó anoche al aeropuerto de Ezeiza, en lo que representa la cuarta entrega proveniente de Rusia. Con este nuevo cargamento, el país ya recibió cerca de un 1.220.000 dosis de la vacuna rusa, a la que se sumarían en el corto plazo, probablemente antes del próximo fin de semana, unas 580 mil aplicaciones de la vacuna británica elaborada por la Universidad de Oxford en conjunto con el laboratorio AstraZeneca, de la misma nacionalidad.
Asimismo, en el Gobierno nacional mantienen la expectativa en torno a la aprobación por parte de la Anmat de la vacuna china Sinovac, cuyo primer cargamento oscilaría en un millón de dosis y permitiría acelerar la aplicación, direccionada sobre todo a personal sanitario y de seguridad, con la incorporación de grupos de riesgo y adultos mayores en algunas provincias. El propio ministro de Salud Ginés González García estuvo al frente de las negociaciones durante la semana y mantuvo un encuentro con el embajador chino Zou Xiaoli para dar impulso al acuerdo con el laboratorio Sinopharm.
Las conversaciones con el laboratorio estatal chino tuvieron algunas dificultades en torno al precio de las vacunas, a razón de 20 dólares por dosis, claramente superior a los 10 dólares que representa la variante rusa o los 4 dólares de la británica y también por las exigencias para la compra en bloque de varios millones de vacunas, frente a la intención del Gobierno argentino de ir comprando lotes de acuerdo a las posibilidades de pago y de transporte.
Con la llegada de más dosis de la vacuna Sputnik V, se está analizando también la posibilidad de no contraindicar su aplicación en en caso de embarazo, lactancia, inmunocompromiso o enfermedades autoinmunes, grupos que por el momento se encuentran excluidos. En ese contexto, se habilitaría la aplicación a mujeres embarazadas que son personal de salud y que se encuentran en la primera línea de combate del Covid 19, prioridad para el programa de inmunización que comenzó a finales de diciembre. La clave aquí tiene que ver con que sean vacunas que no sean en base a virus vivos o atenuados, como lo es la Sputnik V, al igual que la Astrazeneca y Sinopharm.
Se está analizando
no contraindicar
la vacuna en casos
de embarazo y lactancia
El vuelo que despegó durante la madrugada de ayer del aeropuerto internacional Sheremetievo de Moscú lo hizo seis horas después del horario previsto inicialmente, debido a un temporal de nieve que complicó las operaciones de carga, tanto de la aeronave argentina, como de otras compañías, con una temperatura que rondaba los 15 grados bajo cero.
“Anoche un fuerte temporal de nieve en Moscú ocasionó una congestión en el tráfico del aeropuerto. Esta situación, demoró 6 horas nuestra operación de carga de las dosis de la vacuna Sputnik V. Finalmente el vuelo AR1065 despegó a las 2 de la mañana hacia nuestro país”, explicaba el presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, a través de su cuenta de Twitter.
El directivo también marcó que la ruta Buenos Aires-Moscú es la más larga sin escalas realizada hasta ahora, por lo que destacó que la operación “requiere un importante trabajo logístico en coordinación con actores de ambos países. Toda nuestra energía está puesta en cumplir con esta tarea”.
El primero de los vuelos que transportó una partida de vacunas llegó a la Argentina el 24 de diciembre pasado, con 300.000 dosis, en tanto el segundo lo hizo el 16 de enero con la misma cantidad, mientras que el tercero arribó a Ezeiza el jueves 28 de enero, con 240.000 dosis, de las cuales 20.000 fueron destinadas a Bolivia.
